Laceraciones del Lecho Ungueal
- EmergenciasUNO

- 7 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
Las laceraciones del lecho ungueal son lesiones que afectan el tejido situado debajo de la uña (lecho ungueal) y pueden estar acompañadas de daño en la uña, el pliegue proximal y estructuras circundantes. Estas lesiones suelen ser causadas por traumatismos directos, como aplastamientos, cortes profundos o atrapamientos.
Debido a la sensibilidad y función protectora del lecho ungueal, estas laceraciones pueden afectar la apariencia y funcionalidad del dedo, además de provocar dolor intenso y alto riesgo de infección.
Diagnóstico
El diagnóstico de una laceración del lecho ungueal se basa en la evaluación clínica tras el traumatismo, observando la presencia de sangrado bajo la uña (hematoma subungueal), deformidad o desgarro de la uña, y exposición del lecho ungueal.
Se debe evaluar la profundidad de la laceración, ya que algunas lesiones pueden afectar la matriz ungueal (responsable del crecimiento de la uña), lo que podría comprometer la regeneración ungueal a largo plazo.
En casos de traumatismo significativo, es necesario realizar radiografías para descartar fracturas de la falange distal, las cuales acompañan frecuentemente este tipo de lesiones.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Características Clínicas Principales | Diferenciación Clave |
Hematoma subungueal | Acumulación de sangre bajo la uña, sin laceración visible | Dolor intenso, sin corte visible en el lecho ungueal |
Avulsión ungueal | Desprendimiento parcial o total de la uña | Uña parcialmente o completamente desprendida |
Fractura de falange distal | Dolor intenso, deformidad, posible laceración ungueal | Confirmación radiológica de fractura |
Paroniquia aguda | Inflamación y dolor en el pliegue ungueal | Infección localizada, sin antecedente traumático |
Onicólisis traumática | Desprendimiento de la uña sin laceración subyacente | Uña separada del lecho, sin corte visible |
Manejo de Emergencia
El manejo inicial de una laceración del lecho ungueal incluye la limpieza cuidadosa de la herida con solución salina estéril para prevenir infecciones. Si la uña está parcialmente desprendida o dañada, puede retirarse suavemente para permitir una adecuada evaluación y tratamiento del lecho ungueal.
En casos de hematomas subungueales grandes, puede realizarse una trepanación (drenaje) para aliviar la presión y el dolor. Las heridas abiertas deben cubrirse con apósitos estériles, y se recomienda profilaxis antibiótica si existe alto riesgo de infección.
Si la laceración es profunda y afecta la matriz ungueal, se requiere reparación quirúrgica bajo anestesia local. En algunos casos, la misma uña puede reutilizarse como “férula” temporal para proteger el lecho ungueal mientras cicatriza. También es fundamental evaluar la necesidad de actualizar la vacuna antitetánica, especialmente en heridas contaminadas.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo puede incluir la reparación quirúrgica del lecho ungueal mediante suturas absorbibles finas. Si la uña ha sido completamente desprendida, en muchos casos se permite que crezca una nueva, lo cual puede tardar varios meses. En lesiones graves de la matriz, pueden producirse deformidades permanentes en el crecimiento de la uña.
La recuperación completa implica proteger adecuadamente el dedo durante la cicatrización y evitar nuevos traumatismos. Habitualmente no se requiere fisioterapia, pero el seguimiento regular es importante para asegurar una adecuada regeneración de la uña y detectar posibles complicaciones como infecciones u onicodistrofias.

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