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Invaginación Intestinal

MANUAL DE PEDIATRÍA



La invaginación intestinal es la introducción de un segmento proximal de intestino dentro de la luz intestinal distal, similar a un telescopio.El sitio más frecuente es la entrada de un segmento de íleon al colon a través de la válvula ileocecal.


Este proceso provoca obstrucción intestinal, congestión venosa y isquemia de la pared intestinal. Si progresa, puede producir perforación, peritonitis y shock.


  • La tríada clásica (dolor abdominal intermitente, masa abdominal palpable y heces en “jalea de grosella roja”) ocurre solo en 1/3 de los niños.


  • Puede aparecer a cualquier edad, aunque es más frecuente entre los 2 meses y los 2 años.


  • La mayoría de los casos son idiopáticos (90%).


  • En niños mayores, puede haber un punto de arrastre patológico como causa.


Evaluación


Historia clínica:


  • Dolor o malestar abdominal intermitente.


    • Los episodios pueden repetirse en minutos u horas y aumentar en frecuencia en las siguientes 12–24 h.


    • El niño puede parecer asintomático entre episodios.


  • Palidez, sobre todo durante las crisis.


  • Letargia, que puede ser el único síntoma y presentarse de forma profunda, episódica o persistente.


  • Vómitos frecuentes; los vómitos biliosos son un signo tardío que indica obstrucción intestinal.


  • Diarrea al inicio, que puede llevar a diagnóstico erróneo de gastroenteritis.


  • Sangrado rectal o heces en “jalea de grosella roja” signo tardío que sugiere isquemia o infarto intestinal.


Factores de riesgo adicionales:


  • Antecedente reciente de invaginación (puede presentarse con síntomas más sutiles).


  • Posible punto de arrastre: divertículo de Meckel, púrpura de Henoch-Schönlein, linfoma, pólipos intestinales (p. ej., síndrome de Peutz-Jeghers).


  • Cirugía intestinal reciente.


  • Vacunación reciente contra rotavirus.


Exploración física:


  • Masa abdominal palpable (forma de “salchicha”) en lado derecho del abdomen, cruzando la línea media hacia epigastrio o detrás del ombligo (en 2/3 de casos). Puede ser sutil; explorar cuando el niño esté tranquilo.


  • Distensión abdominal sugiere obstrucción.


  • Dolor o defensa abdominal posible perforación y peritonitis.


  • Revisar pañal y región perianal. El tacto rectal rara vez es necesario.


  • En lactantes, puede presentarse shock hipovolémico.


Manejo inicial


  • Priorizar analgesia y reanimación antes de estudios diagnósticos.


  • Canalizar vía venosa periférica en todos los casos sospechosos antes de imagen.


  • Tratar shock hipovolémico con bolos de 20 mL/kg de NaCl al 0.9% IV.


  • Administrar analgesia adecuada (fentanilo intranasal o morfina IV).


  • Avisar de forma temprana al equipo quirúrgico.


  • Mantener ayuno absoluto.


  • Colocar sonda nasogástrica si hay obstrucción/perforación en radiografía o si se planea traslado aéreo.


  • Durante ecografía o enema neumático, el paciente puede descompensarse el equipo debe estar preparado para reanimación.


Estudios complementarios


Ecografía abdominal:


  • Alta sensibilidad y especificidad (>98%) si la realiza un ecografista pediátrico experimentado.


  • La ecografía a pie de cama (POCUS) puede confirmar el diagnóstico si el operador está entrenado, pero no debe usarse para descartarlo.


Radiografía abdominal (AXR):


  • Indicar solo si hay signos de obstrucción o perforación.


  • Una AXR normal no descarta la invaginación (sensibilidad <50%).


  • Hallazgos sugestivos:


    • Patrón gaseoso anormal, vacío en cuadrante inferior derecho y masa de partes blandas en abdomen superior.


    • Masa rodeada de un semicírculo claro de gas (signo de media luna).


    • Ausencia de materia fecal en colon.


    • Signos de obstrucción de intestino delgado.


    • Neumoperitoneo perforación intestinal.


Enema con contraste o aire:


  • Puede ser diagnóstico y terapéutico, en coordinación con cirugía pediátrica.


  • Riesgo bajo de perforación y bacteriemia. Debe realizarse donde haya cirugía pediátrica disponible para laparotomía de urgencia si es necesario.


  • Contraindicado en peritonitis, shock, perforación o inestabilidad hemodinámica.


Análisis de laboratorio:


  • Glucosa en sangre.


  • Gasometría venosa, hemograma y electrolitos si el niño está grave.


  • Grupo sanguíneo y reserva para posible cirugía.


Considerar derivación o traslado cuando:


  • Existe sospecha de invaginación (en todos los casos).


  • El paciente requiere cuidados fuera de la capacidad del hospital.


Antes de trasladar:


  • Garantizar analgesia, acceso IV y líquidos.


  • Considerar que las pérdidas de tercer espacio pueden ser significativas y causar colapso hemodinámico.


  • Colocar sonda nasogástrica a drenaje libre si el traslado es aéreo.

 
 
 

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