MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
Las infestaciones son un problema de salud pública que requiere atención médica oportuna. Este artículo aborda los aspectos clave para su diagnóstico y manejo en el contexto de emergencias.
Síntomas
Los síntomas de las infestaciones varían según el agente causal, pero compuestos incluyen:
Prurito intenso, especialmente nocturno.
Erupciones cutáneas o lesiones lineales
Sensación de movimiento bajo la piel
.
Alteraciones del sueño por picazón
Malestar general y fatiga
En casos de infestaciones intestinales, pueden presentarse síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea y náuseas[1].
Signos clínicos
La siguiente exploración física puede revelar los signos:
Lesiones cutáneas características (surcos, pápulas, vesículas)
Excoriaciones por rascado
Lesiones nodulares o químicas en casos de miasis.
Visualización directa de parásitos en piel, cabello o heces.
Linfadenopatía regional en infestaciones complicadas
En infestaciones graves o prolongadas, pueden observarse signos de anemia o desnutrición[2].
Exploración
La exploración debe ser metódica y completa:
Examen detallado de la piel, prestando especial atención a zonas interdigitales, pliegues y genitales.
Inspección del cuero cabelludo y cabello
Examen de cavidad oral y región perianal.
Palpación de ganglios linfáticos
Exploración abdominal en casos de sospecha de parasitosis intestinal.
Se debe realizar bajo buena iluminación y, si es necesario, con ayuda de una lupa[3].
Pruebas diagnósticas
Las pruebas diagnósticas más utilizadas incluyen:
Raspado cutáneo y examen microscópico directo
Test de la cinta adhesiva para detección de huevos de oxiuros
Examen coproparasitológico seriado
Pruebas serológicas para detección de anticuerpos específicos
Biopsia cutánea en casos seleccionados
Técnicas de imagen (ecografía, TC) para infestaciones tisulares profundas
En el contexto de emergencias, el diagnóstico suele ser clínico, reservando las pruebas complementarias para casos dudosos o complicados[4].
Manejo de emergencias
El abordaje en emergencias se centra en:
Evaluación rápida y estabilización del paciente.
Tratamiento sintomático (antihistamínicos para el prurito)
Inicio de terapia antiparasitaria específica:
Ivermectina oral para escabiosis y algunas parasitosis intestinales
Permetrina tópica al 5% para pediculosis
Albendazol para helmintiasis intestinales
Manejo de complicaciones (sobreinfección bacteriana, deshidratación)
Educación al paciente sobre medidas de higiene y prevención.
Notificación a las autoridades sanitarias en casos de brotes.
Es crucial considerar el tratamiento de contactos cercanos para prevenir la reinfestación, especialmente en casos de escabiosis y pediculosis[5].
El manejo efectivo de las infestaciones en emergencias requiere un alto índice de sospecha, una exploración minuciosa y un tratamiento rápido y específico. La educación del paciente y las medidas de salud pública son fundamentales para prevenir la propagación y recurrencia de estas condiciones.[1][2][3][4][5]
Citas
[1] https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-dolor-abdominal-urgencias-13041114
[5]https://aula.campuspanamericana.com/_Cursos/Curso01417/Temario/Curso_Iniciacion_Urgencias_Hosp/M1T2(EUHR).pdf
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