MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
El infarto mesentérico agudo es una emergencia médico-quirúrgica potencialmente fatal que requiere un diagnóstico precoz y una intervención rápida para prevenir la necrosis intestinal y reducir la alta mortalidad asociada, que oscila entre el 60-80%[2]. Esta condición se caracteriza por una interrupción brusca del flujo sanguíneo al intestino, lo que puede ocurrir por diversas causas, incluyendo embolia, trombosis arterial, trombosis venosa o estados de bajo flujo[1][4].
Síntomas
Los síntomas del infarto mesentérico agudo son a menudo inespecíficos, lo que puede dificultar el diagnóstico temprano. Los principales síntomas incluyen:
Dolor abdominal intenso y repentino, generalmente desproporcionado en relación con los hallazgos físicos[1][5]
Náuseas y vómitos[2][5]
Diarrea, que puede ser sanguinolenta en etapas avanzadas[1][5]
Distensión abdominal[2][6]
Necesidad urgente de defecar[5]
Fiebre, especialmente en casos de trombosis venosa mesentérica[3]
Es importante destacar que el dolor abdominal suele preceder a otros síntomas y tiene un comienzo brusco, con localización periumbilical[3].
Signos clínicos
Los signos clínicos del infarto mesentérico agudo pueden ser sutiles en las etapas iniciales, pero evolucionan rápidamente a medida que progresa la isquemia:
Inicialmente, el abdomen puede permanecer blando con escaso o nulo dolor a la palpación[1]
Taquicardia leve[1]
A medida que se desarrolla la necrosis, aparecen signos de peritonitis:
Dolor intenso a la palpación abdominal.
Defensa y rigidez abdominal
Ausencia de ruidos hidroaéreos[1]
Signos de shock en etapas avanzadas[1]
Exploración
La exploración física en el infarto mesentérico agudo es crucial, aunque los hallazgos pueden ser imprecisos en las etapas iniciales:
Examen abdominal cuidadoso, buscando signos de peritonitis[3]
Evaluación de signos de aterosclerosis, como soplos carotídeos o cardíacos[3]
Búsqueda de posibles focos embolígenos[3]
Evaluación del estado hemodinámico del paciente[3]
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico precoz es fundamental para mejorar el pronóstico. Las principales pruebas diagnósticas incluyen:
Análisis de sangre: leucocitosis, elevación de lactato y dímero-D[3]
Angiotomografía computarizada (angio-TC): es la técnica de imagen inicial de elección[6]
Permite visualizar oclusiones arteriales o venosas
Puede mostrar signos de isquemia intestinal como engrosamiento de la pared intestinal o neumatosis[4]
Angiografía mesentérica: considerada el estándar de oro para el diagnóstico[1]
Laparotomía exploradora: a menudo necesario para confirmar el diagnóstico y evaluar la viabilidad intestinal[2]
Manejo de emergencias
El manejo del infarto mesentérico agudo en el servicio de emergencias debe ser rápido y coordinado:
Estabilización hemodinámica:
Colocación de vía venosa central[3]
Reposición de líquidos y electrolitos[3]
Analgesia adecuada[3]
Antibióticos de amplio espectro para prevenir la translocación bacteriana[3]
Anticoagulación con heparina, salvo contraindicaciones[3]
Solicitud urgente de angio-TC abdominal[6]
Consulta inmediata con cirugía vascular y general[3]
Preparación para posible intervención quirúrgica urgente:
Embolectomía
Revascularización
Resección intestinal si hay necrosis establecida[1]
Consideración de terapias endovasculares en casos seleccionados[4]
El reconocimiento temprano y el manejo agresivo son cruciales para mejorar los resultados en pacientes con infarto mesentérico agudo. La colaboración multidisciplinaria entre emergenciólogos, radiólogos, cirujanos vasculares y generales es esencial para optimizar el tratamiento y reducir la mortalidad asociada a esta grave condición.
Citas
[3 ] https://www.elsevier.es/es-revista-angiologia-294-articulo-isquemia-mesenterica-aguda-diagnostico-tratamiento-S0003317014001631
5] https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/mesenteric-ischemia/symptoms-causes/syc-20374989
[6] https://www.elsevier.es/es-revista-radiologia-119-articulo-isquemia-mesenterica-aguda-revision-principales-S0033833820300370?newsletter=true
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