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Incontinencia urinaria en mujeres


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de la Incontinencia urinaria en mujeres


El manejo de la incontinencia urinaria en mujeres depende del tipo de incontinencia y de la causa subyacente. Las estrategias incluyen tratamientos conservadores, farmacológicos y quirúrgicos, según la gravedad y las características de los síntomas.


  1. Incontinencia de esfuerzo:


    • Entrenamiento de los músculos del suelo pélvico (PFMT): Se debe ofrecer a las mujeres con incontinencia de esfuerzo un entrenamiento supervisado de los músculos del suelo pélvico durante al menos 3 meses. Este entrenamiento incluye un mínimo de ocho contracciones del músculo del suelo pélvico, realizadas al menos tres veces al día. La adherencia es fundamental para mejorar los síntomas.


    • Intervenciones farmacológicas: Si el entrenamiento de los músculos del suelo pélvico no es efectivo, se puede considerar el uso de duloxetina, un inhibidor de la recaptación de serotonina y noradrenalina, para mejorar la función del esfínter uretral. Deben explicarse los posibles efectos secundarios, que incluyen náuseas, fatiga y sequedad de boca.


    • Cirugía: Si las terapias conservadoras no resultan eficaces, se debe considerar la derivación para una evaluación quirúrgica. Las opciones incluyen la colposuspensión (una cirugía para elevar la vejiga), el slings de uretra media (malla suburetral para sostener la uretra) y los agentes de relleno uretral para mejorar el cierre uretral.


  2. Incontinencia de urgencia:


    • Entrenamiento vesical: Se debe ofrecer entrenamiento vesical durante al menos 6 semanas, que consiste en enseñarle a la mujer a resistir las ganas de orinar mediante técnicas como la distracción y el aplazamiento de la micción.


    • Tratamiento farmacológico: Si el entrenamiento vesical no es eficaz, se puede agregar un antimuscarínico como oxibutinina, tolterodina o solifenacina. Estos medicamentos ayudan a reducir las contracciones involuntarias de la vejiga. En casos donde los antimuscarínicos no son bien tolerados, se puede considerar el uso de mirabegrón, un agonista de los receptores beta-3 adrenérgicos.


    • Intervenciones avanzadas: Si los medicamentos no son efectivos, se debe considerar la derivación para opciones más invasivas, como la inyección de toxina botulínica tipo A en la pared de la vejiga, o la estimulación del nervio sacro para modular la actividad de la vejiga.


  3. Incontinencia mixta:


    • En los casos de incontinencia mixta (una combinación de incontinencia de esfuerzo y de urgencia), se debe manejar la afección más predominante. Si ambos tipos de incontinencia están presentes en grados similares, se debe abordar tanto el tratamiento de los músculos del suelo pélvico como el entrenamiento vesical y los medicamentos antimuscarínicos.


  4. Incontinencia por rebosamiento:


    • Esta forma de incontinencia es causada por la retención crónica de orina debido a una obstrucción o a una disminución de la actividad del músculo detrusor. Se requiere derivación a un especialista para el manejo de la retención urinaria crónica, ya que puede haber factores subyacentes como obstrucción uretral o enfermedades neurológicas.


Diagnóstico


El diagnóstico de la incontinencia urinaria en mujeres se basa en una evaluación clínica exhaustiva, que incluye la historia clínica detallada, el examen físico y pruebas complementarias para descartar causas subyacentes.


  1. Evaluación inicial:


    • Historia clínica: Se debe preguntar sobre los síntomas específicos. Si la incontinencia ocurre al toser, estornudar o con esfuerzo físico, es probable que se trate de incontinencia de esfuerzo. Si hay una necesidad urgente de orinar, acompañada de frecuencia y nocturia, se sospecha incontinencia de urgencia.


    • Examen físico: El examen debe incluir la inspección del abdomen para descartar una vejiga palpable o masas, así como un examen pélvico para evaluar el tono muscular del suelo pélvico y detectar cualquier signo de prolapso de órganos pélvicos.


  2. Pruebas complementarias:


    • Análisis de orina: Se debe realizar una tira reactiva de orina para detectar infección, hematuria o glucosuria. Si hay sospecha de infección urinaria, se debe enviar una muestra de orina para cultivo.


    • Pruebas adicionales: En casos de incontinencia complicada o si se sospechan causas más graves (como una fístula vesicovaginal o una obstrucción), se puede requerir la realización de estudios de imágenes o pruebas urodinámicas.


Diagnóstico Diferencial


El diagnóstico diferencial de la incontinencia urinaria en mujeres incluye las siguientes condiciones:


  1. Incontinencia de esfuerzo: Caracterizada por la fuga de orina durante el esfuerzo físico, como al toser, estornudar o levantar objetos pesados.


  2. Incontinencia de urgencia: Asociada con una necesidad imperiosa de orinar, que puede estar vinculada con el síndrome de vejiga hiperactiva.


  3. Incontinencia mixta: Combina los síntomas de incontinencia de esfuerzo y de urgencia.


  4. Incontinencia por rebosamiento: Ocurre cuando la vejiga no se vacía completamente, lo que provoca fugas debido a una retención crónica de orina.


  5. Fístula vesicovaginal: Se caracteriza por una fuga continua de orina que no está relacionada con el esfuerzo o la urgencia, y que puede ser dependiente de la posición.


Definición


La incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina. Existen varios tipos principales de incontinencia:


  1. Incontinencia de esfuerzo: Es la fuga de orina durante el esfuerzo físico, como al toser, estornudar o hacer ejercicio. Es más común en mujeres que han tenido múltiples embarazos o partos vaginales, o en mujeres posmenopáusicas debido a la debilidad de los músculos del suelo pélvico.


  2. Incontinencia de urgencia: Se caracteriza por una necesidad súbita y fuerte de orinar, lo que a menudo conduce a la fuga de orina. Está relacionada con la actividad involuntaria del músculo detrusor y es parte del síndrome de vejiga hiperactiva.


  3. Incontinencia mixta: Implica una combinación de incontinencia de esfuerzo y de urgencia, con síntomas de ambos tipos.


  4. Incontinencia por rebosamiento: Ocurre cuando la vejiga no se vacía completamente, lo que causa fugas de orina debido a la sobrecarga de la vejiga. Es más común en mujeres con problemas neurológicos o con obstrucción uretral.


La incontinencia urinaria afecta principalmente a las mujeres mayores, y los factores de riesgo incluyen la edad avanzada, la menopausia, los antecedentes de partos vaginales, la obesidad y ciertas condiciones médicas como la diabetes o enfermedades neurológicas. La incontinencia puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, lo que subraya la importancia de un diagnóstico adecuado y un manejo eficaz.

 
 
 

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