MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
El impétigo es una infección bacteriana superficial de la piel, altamente contagiosa, que afecta principalmente a niños pequeños. Este artículo académico abordará los aspectos clave de esta patología, incluyendo sus síntomas, signos clínicos, exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.
Síntomas
El impétigo se caracteriza por la aparición de lesiones cutáneas que evolucionan rápidamente. Los síntomas principales incluyen:
Picazón y enrojecimiento de la piel afectada[1][4].
Formación de ampollas o vesículas que contienen líquido[1][2].
Ruptura de las ampollas, liberando un exudado amarillento o color miel[1][2].
Formación de costras amarillentas o “melicéricas”[4].
En casos más severos, puede presentar fiebre y malestar general[2][3].
Signos clínicos
Los signos clínicos más característicos del impétigo son:
Lesiones eritematosas que evolucionan a vesículas o pústulas[1][4].
Costras amarillentas o “melicéricas” sobre las lesiones[1][4].
Predilección por áreas expuestas, especialmente alrededor de la nariz y la boca[1][3].
En el impétigo bulloso, presencia de ampollas más grandes, principalmente en el tronco[3].
Lesiones satélite por autoinoculación[1][3].
Exploración
Durante la exploración física, el médico debe prestar atención a:
Distribución y características de las lesiones cutáneas[5].
Presencia de linfadenopatías regionales[2].
Signos de diseminación o complicaciones como celulitis[3].
Estado general del paciente, incluyendo la presencia de fiebre[2][3].
Factores predisponentes como otras afecciones cutáneas (ej. eccema) o lesiones previas[3].
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico del impétigo es principalmente clínico, basado en la apariencia característica de las lesiones. Sin embargo, en casos dudosos o resistentes al tratamiento, se pueden realizar las siguientes pruebas:
Cultivo bacteriano de las lesiones para identificar el agente causal y su sensibilidad antibiótica[5].
En casos atípicos o resistentes, se puede considerar una biopsia cutánea[5].
Pruebas de laboratorio generales (hemograma, PCR) si se sospecha de complicaciones sistémicas[3].
Manejo de emergencias
El manejo del impétigo en el servicio de emergencias debe enfocarse en:
Evaluación rápida de la extensión y severidad de la infección[5].
Inicio de tratamiento antibiótico:
Para casos leves o localizados: antibióticos tópicos como mupirocina o ácido fusídico[4][5].
Para casos extensos o con síntomas sistémicos: antibióticos orales (ej. cefalexina, dicloxacilina)[3][5].
Instrucciones de cuidado en el hogar:
Limpieza suave de las lesiones con agua tibia y jabón antibacteriano[1][5].
Aplicación de compresas húmedas para remover costras[5].
Cubrir las lesiones con vendajes no adherentes[5].
Educación sobre prevención de la transmisión:
Evitar el contacto directo con las lesiones[1][3].
No compartir objetos personales[3][5].
Mantenga las uñas cortas y limpias para evitar la autoinoculación[1][3].
Seguimiento: indicar revisión en 48-72 horas para evaluar la respuesta al tratamiento[5].
El impétigo es una infección cutánea común que requiere un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado para prevenir su propagación y complicaciones. El manejo en emergencias debe centrarse en la evaluación clínica, el inicio rápido del tratamiento antibiótico y la educación del paciente sobre el cuidado de las lesiones y la prevención de la transmisión.
Citas
[5] https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/impetigo/diagnosis-treatment/drc-20352358[6] https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/15134-impetigo
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