MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo del Hipotiroidismo
El manejo del hipotiroidismo varía según la gravedad, los síntomas y las causas subyacentes, centrándose en la reposición de hormonas tiroideas mediante levotiroxina (LT4) y la monitorización regular para evitar complicaciones.
Hipotiroidismo manifiesto:
Levotiroxina (LT4): es el tratamiento estándar, ajustado según la edad, peso y presencia de comorbilidades como enfermedades cardiovasculares. La dosis inicial suele ser de 1.6 microgramos por kilogramo de peso corporal por día, y se ajusta gradualmente.
Monitorización: se deben controlar los niveles de TSH cada 3 meses hasta que se estabilicen en el rango normal. Posteriormente, los controles deben ser anuales.
Si se sospechan complicaciones graves, como el coma mixedematoso, se requiere hospitalización inmediata para manejo intensivo con LT4 intravenosa y soporte vital.
Hipotiroidismo subclínico:
El tratamiento con levotiroxina depende de los niveles de TSH, la edad y los síntomas presentes. Se recomienda tratar si el TSH > 10 mU/L o si hay síntomas significativos.
En pacientes menores de 65 años con síntomas leves y TSH entre 4-10 mU/L, se puede considerar una prueba de tratamiento con LT4 por 6 meses para evaluar la respuesta clínica.
Hipotiroidismo secundario:
En el caso de hipotiroidismo secundario, causado por un trastorno hipofisario o hipotalámico, se requiere una consulta urgente con un endocrinólogo.
Es esencial corregir primero cualquier insuficiencia adrenal antes de iniciar LT4, ya que tratar con hormonas tiroideas sin corregir primero la deficiencia de glucocorticoides puede precipitar una crisis adrenal.
Hipotiroidismo en embarazo:
Las mujeres embarazadas o que planifican un embarazo deben ser derivadas a un endocrinólogo para ajustar las dosis de LT4 y asegurar niveles adecuados de hormonas tiroideas, minimizando el riesgo de complicaciones maternas y neonatales.
Durante el embarazo, los niveles de TSH deben mantenerse dentro de un rango específico para el trimestre y ajustarse rápidamente el tratamiento.
Diagnóstico
El diagnóstico del hipotiroidismo se basa en una combinación de la historia clínica, el examen físico y las pruebas de función tiroidea (PFT), principalmente midiendo los niveles de TSH y T4 libre (FT4).
Historia clínica:
Preguntar por síntomas clásicos como fatiga, intolerancia al frío, aumento de peso, estreñimiento, depresión, y revisar antecedentes de enfermedades autoinmunes o familiares de enfermedades tiroideas.
Investigar sobre medicamentos que afecten la función tiroidea, como amiodarona y litio.
Examen físico:
Evaluar signos como piel seca, cabello quebradizo, pérdida de la cola de las cejas, bradicardia, edema periorbitario, bocio y cambios en la voz o ritmo cardíaco.
Pruebas de laboratorio:
TSH: es la prueba inicial de elección. Si está elevada (>10 mU/L) y FT4 está disminuida, se confirma el hipotiroidismo manifiesto. Si la TSH está elevada pero el FT4 es normal, se trata de hipotiroidismo subclínico.
En casos de hipotiroidismo secundario, la TSH puede estar inapropiadamente baja o normal, mientras que el FT4 estará disminuido.
Pruebas adicionales:
Anticuerpos anti-TPO: útiles para diagnosticar tiroiditis autoinmune como causa de hipotiroidismo.
Otras pruebas incluyen un hemograma para detectar anemia, HbA1c para evaluar la coexistencia de diabetes tipo 1, y estudios de perfil lipídico para evaluar dislipidemia.
Diagnóstico Diferencial
El diagnóstico diferencial del hipotiroidismo incluye varias condiciones que pueden presentar síntomas similares o afectar las pruebas de función tiroidea:
Síndrome eutiroideo enfermo: trastornos graves o crónicos pueden causar alteraciones en los niveles de hormonas tiroideas sin una verdadera disfunción tiroidea.
Insuficiencia adrenal: puede elevar ligeramente los niveles de TSH y revertirse con reemplazo de glucocorticoides.
Enfermedades autoinmunes: como diabetes tipo 1, enfermedad de Addison, y anemia perniciosa pueden confundirse con el hipotiroidismo.
Deficiencias nutricionales: como la deficiencia de vitamina D, anemia o hipocalcemia que producen síntomas parecidos.
Condiciones psiquiátricas como la depresión o ansiedad pueden presentar síntomas de fatiga, letargo o cambios en el peso que se parecen a los del hipotiroidismo.
Menopausia: los síntomas de sofocos, cambios de humor y fatiga pueden confundirse con hipotiroidismo, especialmente en mujeres de mediana edad.
Definición
El hipotiroidismo es un trastorno caracterizado por la deficiencia de las hormonas tiroideas tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que son esenciales para el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo. Existen diferentes tipos de hipotiroidismo según su causa:
Hipotiroidismo primario: se debe a un problema en la glándula tiroides que impide la producción adecuada de hormonas tiroideas. Constituye aproximadamente el 95% de los casos.
Hipotiroidismo manifiesto: niveles elevados de TSH (>10 mU/L) y niveles bajos de T4 libre.
Hipotiroidismo subclínico: niveles elevados de TSH con T4 libre dentro del rango normal.
Hipotiroidismo secundario: ocurre por una alteración en el eje hipotálamo-hipófisis, lo que impide la adecuada secreción de TSH. En este caso, los niveles de TSH pueden ser bajos o inapropiadamente normales, y T4 libre estará disminuida.
El hipotiroidismo puede ser causado por deficiencia de yodo, tiroiditis autoinmune, tratamientos con yodo radiactivo, cirugía tiroidea o el uso de ciertos medicamentos como la amiodarona o el litio.
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