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Hiperpotasemia

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

Actualizado: 12 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



La hiperpotasemia, definida como una concentración sérica de potasio superior a 5,5 mEq/L, es un trastorno electrolítico frecuente y potencialmente mortal en los servicios de urgencias[1][5]. Su manejo requiere una evaluación integral y una intervención oportuna para prevenir complicaciones graves.


Síntomas


Los síntomas de la hiperpotasemia suelen ser inespecíficos y pueden desarrollarse lentamente a lo largo de semanas o meses. Entre ellos se incluyen:


  • Debilidad muscular

  • Fatiga extrema

  • Palpitaciones

  • Náuseas o vómitos

  • Dificultad respiratoria[4][9]


Es importante destacar que la hiperpotasemia puede ser asintomática, especialmente en casos leves o moderados[1][9].


Signos Clínicos


Los signos clínicos de la hiperpotasemia pueden incluir:


  • Bradicardia

  • Pulso débil o irregular

  • Parálisis muscular ascendente (en casos graves)

  • Colapso cardiovascular repentino (en hiperpotasemia severa)[3][4]


Exploración


La exploración física debe centrarse en:


  • Evaluación del estado de volumen

  • Búsqueda de signos de insuficiencia renal

  • Valoración del estado neurológico y muscular.

  • Auscultación cardíaca para detectar arritmias[7]


Pruebas Diagnósticas


El diagnóstico de la hiperpotasemia se basa principalmente en:


  1. Medición de la concentración sérica de potasio

  2. Electrocardiograma (ECG) de 12 derivaciones


Los cambios electrocardiográficos son cruciales y pueden incluir:


  • Ondas T altas y picudas

  • Prolongación del intervalo PR

  • Ensanchamiento del complejo QRS

  • Desaparición de la onda P

  • Patrón sinusoidal en casos severos[1][3][5]


Otras pruebas complementarias incluyen:


  • Medición de electrolitos séricos

  • Evaluación de la función renal (creatinina, nitrógeno ureico)

  • Gasometría arterial para valorar el equilibrio ácido-base[7]


Manejo de emergencias


El tratamiento de la hiperpotasemia en urgencias depende de su gravedad y la presencia de cambios en el ECG:


  1. Protección cardíaca:


    • Administración de calcio intravenoso (10 ml de cloruro cálcico al 10% o 30 ml de gluconato cálcico al 10%)[8]


  2. Desplazamiento del potasio al espacio intracelular:


    • Insulina con glucosa: 10 UI de insulina soluble con 25g de glucosa IV en 15-30 minutos

    • Salbutamol nebulizado: 10-20 mg[8]


  3. Eliminación del exceso de potasio:


    • Diuréticos de asa o tiazídicos en pacientes no deplecionados

    • Resinas de intercambio catiónico (aunque su uso está disminuyendo)

    • Nuevos intercambiadores catiónicos gastrointestinales como el ciclosilicato de sodio y circonio o el patirómero[1][8]


  4. Hemodiálisis:


    • Indicada en hiperpotasemias graves refractarias al tratamiento médico o en el contexto de insuficiencia renal severa[1][5]


Es fundamental monitorizar continuamente el ECG y los niveles séricos de potasio y glucosa durante el tratamiento[8]. Además, se debe identificar y tratar la causa subyacente de la hiperpotasemia para prevenir recurrencias[7].


El manejo efectivo de la hiperpotasemia en urgencias requiere un enfoque sistemático que integre la evaluación clínica, las pruebas diagnósticas y un tratamiento rápido y dirigido. La colaboración multidisciplinaria entre especialidades médicas es esencial para optimizar el cuidado de estos pacientes y mejorar sus resultados a largo plazo[1].


Citas


 
 
 

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