MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La hiperpotasemia, definida como una concentración sérica de potasio superior a 5,5 mEq/L, es un trastorno electrolítico frecuente y potencialmente mortal en los servicios de urgencias[1][5]. Su manejo requiere una evaluación integral y una intervención oportuna para prevenir complicaciones graves.
Síntomas
Los síntomas de la hiperpotasemia suelen ser inespecíficos y pueden desarrollarse lentamente a lo largo de semanas o meses. Entre ellos se incluyen:
Debilidad muscular
Fatiga extrema
Palpitaciones
Náuseas o vómitos
Dificultad respiratoria[4][9]
Es importante destacar que la hiperpotasemia puede ser asintomática, especialmente en casos leves o moderados[1][9].
Signos Clínicos
Los signos clínicos de la hiperpotasemia pueden incluir:
Bradicardia
Pulso débil o irregular
Parálisis muscular ascendente (en casos graves)
Colapso cardiovascular repentino (en hiperpotasemia severa)[3][4]
Exploración
La exploración física debe centrarse en:
Evaluación del estado de volumen
Búsqueda de signos de insuficiencia renal
Valoración del estado neurológico y muscular.
Auscultación cardíaca para detectar arritmias[7]
Pruebas Diagnósticas
El diagnóstico de la hiperpotasemia se basa principalmente en:
Medición de la concentración sérica de potasio
Electrocardiograma (ECG) de 12 derivaciones
Los cambios electrocardiográficos son cruciales y pueden incluir:
Ondas T altas y picudas
Prolongación del intervalo PR
Ensanchamiento del complejo QRS
Desaparición de la onda P
Patrón sinusoidal en casos severos[1][3][5]
Otras pruebas complementarias incluyen:
Medición de electrolitos séricos
Evaluación de la función renal (creatinina, nitrógeno ureico)
Gasometría arterial para valorar el equilibrio ácido-base[7]
Manejo de emergencias
El tratamiento de la hiperpotasemia en urgencias depende de su gravedad y la presencia de cambios en el ECG:
Protección cardíaca:
Administración de calcio intravenoso (10 ml de cloruro cálcico al 10% o 30 ml de gluconato cálcico al 10%)[8]
Desplazamiento del potasio al espacio intracelular:
Insulina con glucosa: 10 UI de insulina soluble con 25g de glucosa IV en 15-30 minutos
Salbutamol nebulizado: 10-20 mg[8]
Eliminación del exceso de potasio:
Diuréticos de asa o tiazídicos en pacientes no deplecionados
Resinas de intercambio catiónico (aunque su uso está disminuyendo)
Nuevos intercambiadores catiónicos gastrointestinales como el ciclosilicato de sodio y circonio o el patirómero[1][8]
Hemodiálisis:
Indicada en hiperpotasemias graves refractarias al tratamiento médico o en el contexto de insuficiencia renal severa[1][5]
Es fundamental monitorizar continuamente el ECG y los niveles séricos de potasio y glucosa durante el tratamiento[8]. Además, se debe identificar y tratar la causa subyacente de la hiperpotasemia para prevenir recurrencias[7].
El manejo efectivo de la hiperpotasemia en urgencias requiere un enfoque sistemático que integre la evaluación clínica, las pruebas diagnósticas y un tratamiento rápido y dirigido. La colaboración multidisciplinaria entre especialidades médicas es esencial para optimizar el cuidado de estos pacientes y mejorar sus resultados a largo plazo[1].
Citas
[5]https://www.msdmanuals.com/es-ec/hogar/trastornos-hormonales-y-metabólicos/equilibrio-electrolítico/hiperpotasemia-concentración-alta-de-potasio-en-la-sangre
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