Hernia Discal Intervertebral Cervical
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
Las hernias discales intervertebrales cervicales ocurren cuando el núcleo pulposo del disco intervertebral protruye a través de un desgarro en el anillo fibroso circundante, lo que puede comprimir las estructuras nerviosas adyacentes.
Estas hernias son más frecuentes entre los discos C5-C6 y C6-C7 y suelen ser causadas por degeneración discal, movimientos repetitivos o traumatismos. La hernia discal cervical puede provocar dolor cervical irradiado hacia los brazos (radiculopatía cervical) y debilidad muscular.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en una historia clínica de dolor en el cuello y el brazo, a menudo acompañado de hormigueo, debilidad o entumecimiento en las manos o dedos, dependiendo de la raíz nerviosa afectada. El examen físico incluye pruebas de compresión cervical, como la prueba de Spurling, que reproduce el dolor al aplicar presión sobre el cuello.
El diagnóstico se confirma mediante resonancia magnética (RM), que permite visualizar la protrusión discal y su impacto sobre las raíces nerviosas o la médula espinal. En algunos casos, se puede utilizar una electromiografía (EMG) para evaluar el compromiso neurológico.
Diagnóstico Diferencial
Patología | Características |
Radiculopatía cervical no discal | Dolor y síntomas neurológicos similares, pero sin hernia visible en la RM |
Artrosis cervical | Dolor crónico con rigidez, formación de osteofitos y compresión nerviosa |
Miositis | Dolor muscular sin irradiación al brazo, asociado a infecciones o inflamación |
Esguince cervical | Dolor tras traumatismo con movilidad limitada, sin afectación nerviosa |
Lesión del plexo braquial | Debilidad y dolor en el brazo, frecuentemente tras traumatismos en la región del hombro |
Manejo en Urgencias
El manejo inicial incluye la administración de antiinflamatorios no esteroides (AINEs) y analgésicos para controlar el dolor y la inflamación. Los relajantes musculares y los corticosteroides (orales o inyectables) pueden ser útiles para reducir la inflamación severa y los espasmos musculares.
Si el dolor es intenso y no responde a la medicación, o si hay signos de compresión medular (como pérdida de fuerza o control de esfínteres), el paciente debe ser derivado a un especialista. Durante la fase aguda, la inmovilización temporal del cuello con un collar blando puede proporcionar alivio.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento inicial suele ser conservador, e incluye fisioterapia para mejorar la postura, fortalecer los músculos cervicales y enseñar técnicas de estiramiento que alivien la presión sobre las raíces nerviosas. La tracción cervical es otra opción no quirúrgica que puede proporcionar alivio en algunos pacientes.
En casos donde el dolor persiste o hay evidencia de compresión neurológica progresiva, puede considerarse la cirugía, como la discectomía cervical anterior con fusión (ACDF) o la artroplastia discal.
Estos procedimientos buscan aliviar la compresión de la raíz nerviosa y restaurar la estabilidad cervical. La recuperación postoperatoria incluye fisioterapia para restaurar la movilidad y prevenir recurrencias.
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