Hepatitis C, D y E
- EmergenciasUNO
- 28 nov 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 dic 2024
MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
Las hepatitis virales C, D y E son infecciones que afectan al hígado, causando inflamación y potencial daño hepático a largo plazo. Este artículo académico aborda los aspectos clave de estas enfermedades, incluyendo sus síntomas, signos clínicos, exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.
Síntomas
Hepatitis C
La mayoría de las personas con hepatitis C aguda no presentan síntomas. Sin embargo, cuando aparecen, pueden incluir:
Fatiga
Fiebre
Náuseas y vómitos
Pérdida de apetito
Dolor abdominal
Orina oscura
Heces de arcilla de color
Ictericia[1][4]
En la hepatitis C crónica, los síntomas pueden no manifestarse durante décadas hasta que se desarrollan complicaciones[1].
Hepatitis D
Los síntomas de la hepatitis D aguda son similares a los de otras hepatitis virales, pero suelen ser más graves. Pueden incluir:
Fatiga
Náuseas y vómitos
Pérdida de apetito
Dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen
Orina oscura
Ictericia[6]
La hepatitis D crónica puede no presentar síntomas hasta que se desarrollen complicaciones como la cirrosis[6].
Hepatitis E
Los síntomas de la hepatitis E son similares a los de otras hepatitis virales y pueden incluir:
Fatiga
Náuseas y vómitos
Fiebre
Dolor abdominal
Ictericia
Signos Clínicos
Los signos clínicos de las hepatitis C, D y E pueden ser similares e incluyen:
Ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos)
Hepatomegalia (aumento del tamaño del hígado)
Esplenomegalia (aumento del tamaño del bazo)
Ascitis (acumulación de líquido en el abdomen) en casos avanzados[2][6]
Exploración
La exploración física en pacientes con hepatitis C, D o E puede revelar:
Ictericia cutánea mucosa
Hepatomegalia dolorosa a la palpación
Signos de enfermedad hepática crónica en casos avanzados, como:
Eritema palmar
Telangiectasias
Ascitis
Edema periférico[2][6]
Pruebas diagnósticas
Hepatitis C
Prueba de anticuerpos anti-VHC (enzimoinmunoanálisis)
Prueba de ARN del VHC (PCR)
Genotipado del VHC
Pruebas de función hepática
Elastografía o biopsia hepática para evaluar el grado de fibrosis[1][7]
Hepatitis D
Prueba de anticuerpos anti-VHD (IgM e IgG)
Detección de ARN del VHD
Pruebas de función hepática
Elastografía o biopsia hepática[6]
Hepatitis E
Prueba de anticuerpos anti-VHE (IgM e IgG)
Detección de ARN del VHE
Pruebas de función hepática
Manejo de emergencias
El manejo de emergencias para las hepatitis C, D y E se centra principalmente en el tratamiento de complicaciones agudas:
Evaluación inicial: Signos vitales, estado mental y examen físico completo.
Pruebas de laboratorio: Hemograma completo, pruebas de función hepática, tiempo de protrombina, electrolitos y pruebas de función renal.
Tratamiento de soporte:
Manejo de fluidos y electrolitos
Corrección de trastornos de coagulación si es necesario
Tratamiento de la encefalopatía hepática si está presente
Monitoreo estrecho de la función hepática y signos de insuficiencia hepática aguda.
En casos de hepatitis fulminante, considerar la derivación urgente a un centro de trasplante hepático[3][6].
Iniciar tratamiento antiviral específico según el tipo de hepatitis, bajo la supervisión de un especialista en hepatología.
Las hepatitis C, D y E presentan desafíos diagnósticos y terapéuticos únicos. El reconocimiento temprano de los síntomas y signos clínicos, junto con las pruebas diagnósticas apropiadas, es crucial para un manejo adecuado. El tratamiento de emergencia se centra en el manejo de complicaciones agudas y la prevención de la progresión a insuficiencia hepática fulminante.
Citas
[3] https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-del-hígado-y-de-la-vesícula-biliar/hepatitis/hepatitis-d
[5] https://seimc.org/contenidos/documentoscientificos/procedimientosmicrobiologia/seimc-procedimientomicrobiologia50.pdf
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