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Hepatitis A

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de Hepatitis A


El manejo de la hepatitis A se enfoca en el alivio de los síntomas, la prevención de la transmisión y la monitorización de la función hepática. Los aspectos más importantes incluyen:


  • Cuidado sintomático:


    • Reposo y buena hidratación son recomendados durante la fase aguda de la enfermedad.

    • Alivio del dolor: Se puede utilizar paracetamol, siempre con precaución en casos de afectación hepática moderada o severa. Si la función hepática está comprometida, la dosis debe reducirse.

    • Para tratar el prurito (picazón), se pueden emplear medidas simples como mantener el ambiente fresco, usar ropa holgada y evitar duchas calientes. Además, se puede administrar clorfenamina para el alivio de la picazón en casos leves.

    • Si el paciente presenta náuseas o vómitos, se pueden utilizar medicamentos como metoclopramida o ciclizina en dosis adecuadas, ajustando la dosis si hay compromiso hepático.


  • Hospitalización:


    • Se recomienda la hospitalización en casos de enfermedad grave o si el paciente presenta síntomas como vómitos severos, deshidratación o signos de insuficiencia hepática aguda.


  • Monitoreo:


    • Se debe realizar un seguimiento regular de los exámenes de función hepática (niveles de aminotransferasas, bilirrubina, y tiempo de protrombina) para evaluar la evolución de la enfermedad.

    • El monitoreo debe continuar hasta que las pruebas de función hepática se normalicen, lo que generalmente ocurre entre 4 y 12 semanas.


  • Prevención de la transmisión:


    • Aconsejar al paciente que evite el trabajo, la escuela o la guardería hasta que deje de ser infeccioso (generalmente 7 días después de la aparición de la ictericia).

    • Instruir sobre la importancia del lavado de manos después de usar el baño, cambiar pañales o manipular alimentos.

    • Evitar compartir agujas o equipos de inyección en usuarios de drogas, y practicar sexo seguro hasta que el paciente deje de ser infeccioso.


  • Vacunación:


    • Las personas con alto riesgo de hepatitis A, como viajeros a áreas endémicas, hombres que tienen sexo con hombres, usuarios de drogas inyectables y personas con enfermedades hepáticas crónicas, deben recibir la vacuna contra la hepatitis A si no son inmunes.


  • Información y consejos:


    • Se debe proporcionar al paciente información sobre la hepatitis A, incluyendo la necesidad de evitar el consumo de alcohol durante la fase aguda de la enfermedad para evitar complicaciones hepáticas adicionales.

    • Informar al paciente sobre los signos de empeoramiento que requieren atención médica urgente, como cambios en la conciencia o comportamiento, que pueden ser signos de encefalopatía hepática.


Diagnóstico


El diagnóstico de la hepatitis A se basa en la identificación de los síntomas clínicos y en la confirmación mediante pruebas serológicas:


  • Definición de caso clínico (posible):


    • Persona con enfermedad aguda y aparición de síntomas como fatiga, fiebre, malestar general, junto con ictericia o niveles elevados de aminotransferasas en sangre.


  • Definición de caso probable:


    • Persona que cumple con la definición clínica y tiene un vínculo epidemiológico con un caso confirmado de hepatitis A, o que tiene anticuerpos IgM contra el virus de la hepatitis A (anti-VHA IgM).


  • Definición de caso confirmado:


    • Persona que cumple con la definición clínica y tiene anticuerpos IgM e IgG contra el virus de la hepatitis A, o que tiene ARN del virus de la hepatitis A detectado, independientemente de los síntomas clínicos.


Características clínicas:


  • Fase prodrómica (3-10 días):


    • Durante esta fase, el paciente puede experimentar síntomas inespecíficos similares a la gripe, como malestar general, fatiga, dolor muscular y articular, fiebre leve, además de síntomas gastrointestinales como anorexia, náuseas, vómitos y dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen. Otros posibles síntomas incluyen dolor de cabeza, tos, faringitis y picazón.


  • Fase ictérica (1-3 semanas):


    • El paciente desarrolla ictericia (coloración amarillenta de la piel y ojos), heces pálidas y orina oscura debido a la colestasis. También es común la fatiga, prurito y anorexia. Los síntomas generalmente mejoran una vez que aparece la ictericia.


  • Fase de convalecencia (hasta 6 meses):


    • Los síntomas remiten progresivamente, pero el paciente puede continuar experimentando malestar general, anorexia y debilidad muscular durante varios meses.


Diagnóstico Diferencial


Es importante diferenciar la hepatitis A de otras condiciones que pueden presentar síntomas similares:


  • Otras hepatitis virales:

    • Hepatitis B, C, D y E, que también pueden causar ictericia y síntomas hepáticos.

  • Mononucleosis infecciosa:

    • Infección por el virus de Epstein-Barr, que puede causar síntomas similares a los de la hepatitis.

  • Hepatitis inducida por alcohol:

    • Especialmente en personas con antecedentes de consumo excesivo de alcohol.

  • Hepatitis inducida por fármacos:

    • Por ejemplo, por sobredosis de paracetamol u otros medicamentos hepatotóxicos.

  • Infección aguda por VIH:

    • Que puede presentar síntomas sistémicos inespecíficos y afectación hepática.

  • Hepatitis autoinmune:

    • Más común en mujeres y asociada con otros trastornos autoinmunes.

  • Infecciones bacterianas:

    • Como leptospirosis y fiebre Q (Coxiella burnetii), que pueden simular una hepatitis viral.

  • Trastornos granulomatosos y enfermedad de Wilson:

    • Ambas pueden causar daño hepático y se deben considerar en el diagnóstico diferencial.


Definición


La hepatitis A es una inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis A (VHA), un virus de ARN monocatenario que se transmite principalmente por la vía fecal-oral, a través del consumo de agua o alimentos contaminados, o por contacto directo con una persona infectada. La enfermedad es autolimitada y generalmente no causa complicaciones a largo plazo ni enfermedad hepática crónica. La mayoría de las personas se recuperan por completo en un periodo de 2 a 6 meses y adquieren inmunidad de por vida contra el virus.

 
 
 

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