Hemorroides
- EmergenciasUNO
- 26 nov 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 dic 2024
MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
Las hemorroides son vasos sanguíneos dilatados y tortuosos localizados en las paredes del recto inferior y el año[5]. Esta condición, aunque generalmente benigna, puede causar molestias significativas y afectar la calidad de vida de los pacientes. Este artículo académico abordará los aspectos clave de las hemorroides, incluyendo sus síntomas, signos clínicos, métodos de exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.
Síntomas
Los síntomas de las hemorroides pueden variar dependiendo de su tipo y gravedad. Las manifestaciones clínicas más frecuentes incluyen:
Sangrado rectal: Se observa sangre roja brillante en las heces, en el papel higiénico o en la taza del inodoro después de la defecación[1][2][9].
Prurito anal: Es común experimentar picazón en la zona anal[1][2][3].
Dolor anal: Especialmente notable al estar sentado o durante la defecación[2][9].
Prolapso hemorroidal: Se presenta como una masa carnosa que sobresale del año[1][3].
Ensuciamiento: La ropa interior puede mancharse con secreción mucosa o sanguinolenta[3].
Es importante destacar que las hemorroides internas generalmente no causan dolor debido a la escasez de terminaciones nerviosas en esa área, mientras que las externas pueden ser más dolorosas, especialmente si se trombosan[5].
Signos Clínicos
Los signos clínicos de las hemorroides incluyen:
Presencia de una o más protuberancias duras o sensibles cerca del año[2][9].
Inflamación visible en la zona perianal[3].
Coloración morada o azulada en caso de hemorroides trombosadas[5].
Evidencia de sangrado rectal[1][2][3].
Prolapso visible de hemorroides internas[3][5].
Exploración
La exploración física es fundamental para el diagnóstico de las hemorroides y puede incluir:
Inspección visual del área perianal: Permite identificar hemorroides externas o internas prolapsadas[4][5].
Tacto rectal: Se realiza con un dedo enguantado lubricado para evaluar el canal anal[4].
Anoscopia: Utiliza un anoscopio para visualizar el canal anal y el recto inferior[4][5].
Pruebas Diagnósticas
Aunque el diagnóstico de hemorroides a menudo se basa en la historia clínica y el examen físico, pueden ser necesarias pruebas adicionales:
Anoscopia: Permite una visualización directa de las hemorroides internas[5][6].
Rectoscopia: Procedimiento endoscópico que examina el canal anal y el recto[6].
Sigmoidoscopia flexible: Útil para descartar otras causas de sangrado rectal[6].
Colonoscopia: Puede ser necesaria en casos de sangrado rectal sin causa clara o para descartar otras patologías como tumores o pólipos[6].
Manejo de emergencias
El manejo de las hemorroides en el servicio de emergencias depende de la presentación clínica:
Hemorroides no complicadas:
Tratamiento conservador con analgesia y medidas higiénico-dietéticas[7][8].
Programación de consulta externa en 2-3 semanas[7].
Hemorroides trombosadas:
Analgesia intensiva hasta control del dolor[7].
En casos de dolor intenso y trombo muy evidente, se puede considerar la escisión en los primeros 3 días[7].
Prolapso hemorroidal:
Reducción en consulta con solución hiperosmolar (manitol o soluciones con azúcar)[8].
Analgesia, laxantes y venotónicos[8].
En casos severos, reducción quirúrgica con ácido hialurónico[8].
Crisis hemorroidal:
Medidas higiénico-dietéticas[8].
Manual de reducción o con soluciones hiperosmolares[8].
Tratamiento médico con analgésicos, laxantes y venotónicos[8].
Las hemorroides son una condición común que requiere un enfoque diagnóstico y terapéutico sistemático. El reconocimiento preciso de los síntomas y signos clínicos, junto con una exploración adecuada y pruebas diagnósticas cuando sea necesario, permite un manejo efectivo en el ámbito de emergencias y un seguimiento apropiado en atención primaria o especializada.
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