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Hemorragia Digestiva Alta

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

Actualizado: 12 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



La hemorragia digestiva alta (HDA) es una condición médica caracterizada por el sangrado que se origina en el tracto gastrointestinal superior, específicamente en el esófago, estómago o duodeno. Esta patología representa una de las urgencias más frecuentes en gastroenterología y requiere una atención médica inmediata debido a su potencial gravedad.


Síntomas


Los síntomas de la HDA pueden variar en función de la magnitud y la rapidez del sangrado. Los más comunes incluyen:


  • Hematemesis: vómito de sangre fresca o con aspecto de “posos de café”[1][3]

  • Melena: heces negras, pegajosas y con olor fétido[1][3]

  • Hematoquecia: en casos de sangrado masivo, puede presentar sangre roja brillante en las heces[2]

  • Síntomas de hipovolemia: mareo, debilidad, palidez, taquicardia e hipotensión[3][4]


En casos de sangrado crónico, los pacientes pueden desarrollar anemia, manifestándose con fatiga y disnea progresiva[5].


Signos clínicos


La exploración física puede revelar:


  • Palidez cutáneo-mucosa

  • Taquicardia e hipotensión (en casos de pérdida significativa de sangre)

  • Signos de hipoperfusión periférica

  • Melena al tacto rectal[4]


En casos graves, pueden observarse signos de shock hipovolémico, como alteraciones del estado de conciencia y oliguria[5].


Exploración


La evaluación inicial debe incluir:


  1. Anamnesis detallada: antecedentes de enfermedad ulcerosa, uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE), anticoagulantes o antiagregantes[4]

  2. Exploración física completa:


    • Evaluación hemodinámica (tensión arterial, frecuencia cardíaca)

    • Búsqueda de signos de hepatopatía crónica

    • Tacto rectal para confirmar la presencia de melena[4]


  3. Colocación de accesorios venosos de gran calibre (16G o 18G) para reposición de volumen[4]


Pruebas diagnósticas


Las pruebas diagnósticas fundamentales incluyen:


  1. Analítica sanguínea: hemograma, coagulación, función renal y hepática[4]

  2. Endoscopia digestiva alta: es la prueba gold standard para el diagnóstico y tratamiento de la HDA[1][4]

  3. Pruebas cruzadas y reserva de hemoderivados[4]


En casos seleccionados, pueden ser necesarias otras pruebas como:


  • Angiografía por TC

  • Gammagrafía con hematíes marcados

  • Cápsula endoscópica[2]


Manejo de emergencias


El abordaje inicial en el servicio de urgencias debe seguir estos pasos:


  1. Evaluación rápida del estado hemodinámico y estabilización del paciente[4]

  2. Reposición de volumen con cristaloides y, si es necesario, transfusión de hemoderivados[4]

  3. Estratificación del riesgo utilizando escalas como la de Glasgow-Blatchford[1]

  4. Inicio de tratamiento farmacológico:


    • Inhibidores de la bomba de protones por vía intravenosa[1][4]

    • Considerar el uso de procinéticos antes de la endoscopia[4]


  5. Realización de endoscopia digestiva alta urgente (en las primeras 24 horas) para diagnóstico y tratamiento[1][4]

  6. Manejo de comorbilidades y ajuste de medicamentos (anticoagulantes, antiagregantes)[4]

  7. Monitorización estrecha de signos vitales y parámetros analíticos[4]


La rápida identificación de los síntomas, la estabilización hemodinámica y la realización de una endoscopia precoz son fundamentales para mejorar el pronóstico de estos pacientes.


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