Hematoma del Músculo de la Pantorrilla
- EmergenciasUNO

- 11 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
Un hematoma en los músculos de la pantorrilla es la acumulación de sangre en el tejido muscular debido a la rotura de pequeños vasos sanguíneos tras un traumatismo directo o una contusión. Esta lesión suele ocurrir durante actividades deportivas o impactos accidentales.
Los músculos gastrocnemio y sóleo son los más frecuentemente afectados. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, decoloración de la piel (moretones visibles) y, en casos graves, rigidez o dificultad para mover la pierna.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa principalmente en la exploración física. Los pacientes suelen referir un traumatismo reciente en la pantorrilla, seguido de dolor, inflamación localizada y un hematoma visible.
En casos más graves, como aquellos que afectan grandes áreas de músculo o con sangrado activo, se puede utilizar una ecografía para evaluar la extensión del hematoma y descartar desgarros musculares o coágulos de sangre.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Diferenciación Clave |
Desgarro muscular | Dolor repentino, localizado, generalmente asociado a actividad física, con posible “chasquido” al momento del trauma. |
Trombosis venosa profunda (TVP) | Dolor difuso en la pantorrilla, hinchazón, calor y enrojecimiento; confirmado mediante ecografía Doppler. |
Síndrome compartimental agudo | Dolor intenso, hinchazón severa, palidez y entumecimiento; requiere intervención urgente. |
Calambre muscular | Dolor y espasmos temporales, sin hematoma evidente ni decoloración de la piel. |
Contusión simple | Dolor localizado sin acumulación significativa de sangre ni hinchazón importante. |
Manejo de Emergencia
El tratamiento inicial de un hematoma muscular incluye el protocolo RICE (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación) para controlar la inflamación y minimizar el sangrado. Se administran analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para aliviar el dolor.
En los casos en que el hematoma es grande o causa una compresión significativa, puede ser necesaria la aspiración del hematoma o la descompresión quirúrgica, especialmente si está asociado con un síndrome compartimental.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo de un hematoma en el músculo de la pantorrilla depende del tamaño y la gravedad de la lesión. Los hematomas menores suelen resolverse con medidas conservadoras, como:
Reposo
Fisioterapia para recuperar la movilidad y fuerza
Uso de compresión elástica
Los hematomas grandes o persistentes que no mejoran con tratamiento conservador pueden requerir drenaje quirúrgico. Se deben evitar las actividades intensas hasta que el hematoma se haya resuelto completamente y se haya recuperado la función muscular normal.

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