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Hematoma del Músculo de la Pantorrilla

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Un hematoma en los músculos de la pantorrilla es la acumulación de sangre en el tejido muscular debido a la rotura de pequeños vasos sanguíneos tras un traumatismo directo o una contusión. Esta lesión suele ocurrir durante actividades deportivas o impactos accidentales.


Los músculos gastrocnemio y sóleo son los más frecuentemente afectados. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, decoloración de la piel (moretones visibles) y, en casos graves, rigidez o dificultad para mover la pierna.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa principalmente en la exploración física. Los pacientes suelen referir un traumatismo reciente en la pantorrilla, seguido de dolor, inflamación localizada y un hematoma visible.


En casos más graves, como aquellos que afectan grandes áreas de músculo o con sangrado activo, se puede utilizar una ecografía para evaluar la extensión del hematoma y descartar desgarros musculares o coágulos de sangre.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Diferenciación Clave

Desgarro muscular

Dolor repentino, localizado, generalmente asociado a actividad física, con posible “chasquido” al momento del trauma.

Trombosis venosa profunda (TVP)

Dolor difuso en la pantorrilla, hinchazón, calor y enrojecimiento; confirmado mediante ecografía Doppler.

Síndrome compartimental agudo

Dolor intenso, hinchazón severa, palidez y entumecimiento; requiere intervención urgente.

Calambre muscular

Dolor y espasmos temporales, sin hematoma evidente ni decoloración de la piel.

Contusión simple

Dolor localizado sin acumulación significativa de sangre ni hinchazón importante.

Manejo de Emergencia


El tratamiento inicial de un hematoma muscular incluye el protocolo RICE (Reposo, Hielo, Compresión, Elevación) para controlar la inflamación y minimizar el sangrado. Se administran analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para aliviar el dolor.


En los casos en que el hematoma es grande o causa una compresión significativa, puede ser necesaria la aspiración del hematoma o la descompresión quirúrgica, especialmente si está asociado con un síndrome compartimental.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo de un hematoma en el músculo de la pantorrilla depende del tamaño y la gravedad de la lesión. Los hematomas menores suelen resolverse con medidas conservadoras, como:


  • Reposo


  • Fisioterapia para recuperar la movilidad y fuerza


  • Uso de compresión elástica


Los hematomas grandes o persistentes que no mejoran con tratamiento conservador pueden requerir drenaje quirúrgico. Se deben evitar las actividades intensas hasta que el hematoma se haya resuelto completamente y se haya recuperado la función muscular normal.

 
 
 

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