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Hematoma de los músculos de la pantorrilla

Actualizado: 17 sept

MANUAL MINORS



Un hematoma en los músculos de la pantorrilla es la acumulación de sangre en los tejidos musculares debido a la rotura de pequeños vasos sanguíneos tras un trauma directo o una contusión. Esta lesión ocurre comúnmente durante actividades deportivas o por impactos accidentales.


Los músculos más frecuentemente afectados son el gastrocnemio y el sóleo. Los síntomas incluyen dolor, hinchazón, cambios en la coloración de la piel (hematoma visible) y, en casos graves, rigidez o dificultad para mover la pierna.


Diagnóstico


El diagnóstico se realiza principalmente a través del examen físico. Los pacientes suelen presentar una historia de traumatismo reciente en la pantorrilla, seguido de dolor, hinchazón localizada y un área visible de hematoma.


En casos más graves, como los que afectan grandes áreas del músculo o presentan sangrado activo, se puede utilizar una ecografía para evaluar la extensión del hematoma y descartar desgarros musculares o coágulos de sangre.


Diagnóstico diferencial

Condición

Diferenciación clave

Desgarro muscular

Dolor súbito y localizado, generalmente asociado a una actividad física, con posible “chasquido” al momento del trauma

Trombosis venosa profunda (TVP)

Dolor difuso en la pantorrilla, hinchazón, calor y enrojecimiento; confirmada por ecografía Doppler

Síndrome compartimental agudo

Dolor intenso, hinchazón severa, palidez y entumecimiento, requiere intervención urgente

Calambre muscular

Dolor temporal y espasmo, sin cambios en la coloración de la piel ni hematoma evidente

Contusión simple

Dolor localizado en el área afectada sin acumulación importante de sangre ni hinchazón significativa

Manejo en Emergencias


El manejo inicial de un hematoma muscular incluye el protocolo RICE (reposo, hielo, compresión, elevación) para controlar la inflamación y minimizar el sangrado. Se administran analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para aliviar el dolor.


En casos donde el hematoma es grande o causa compresión significativa, se puede requerir una aspiración del hematoma o descompresión quirúrgica si está asociado con un síndrome compartimental.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo de un hematoma en los músculos de la pantorrilla depende del tamaño y la gravedad de la lesión. Los hematomas menores suelen resolverse con medidas conservadoras, como el reposo, la fisioterapia para recuperar la movilidad y la fuerza, y el uso de compresión elástica.


Los hematomas más grandes o persistentes que no mejoran con tratamiento conservador pueden necesitar drenaje quirúrgico. Se recomienda evitar actividades intensas hasta que el hematoma haya desaparecido completamente y se haya restaurado la función normal del músculo.

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