MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La gonorrea es una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Esta enfermedad representa un importante problema de salud pública debido a su alta prevalencia y creciente resistencia a los antibióticos[7]. A continuación, se analizan los aspectos más relevantes de esta patología desde una perspectiva clínica y de manejo en emergencias.
Síntomas
Los síntomas de la gonorrea pueden variar entre hombres y mujeres, y en muchos casos la infección puede ser asintomática.
En hombres, los síntomas más comunes incluyen:
Dolor o ardor al orinar
Secreción uretral purulenta de color blanco, amarillo o verde.
Dolor o inflamación testicular[1][4]
En mujeres, los síntomas suelen ser más leves o inespecíficos:
Aumento del flujo vaginal
Dolor o ardor al orinar
Sangrado vaginal anormal
Dolor abdominal o pélvico[4]
Es importante destacar que hasta el 50% de las mujeres infectadas pueden ser asintomáticas[5].
Signos clínicos
Durante la exploración física, los signos clínicos más relevantes son:
En hombres: secreción uretral purulenta, eritema o inflamación del meato uretral[1]
En mujeres: secreción cervical mucopurulenta, friabilidad cervical
En ambos sexos: signos de infección rectal como secreción, sangrado o dolor[2]
En casos de infección diseminada, pueden observarse lesiones cutáneas, artritis o fiebre[4].
Exploración
La exploración física debe incluir:
Inspección visual de genitales externos.
En mujeres, examen con espéculo para evaluar el cuello uterino.
Palpación abdominal para detectar dolor o masas.
Examen rectal si hay sospecha de infección en esta localización.
Evaluación de la orofaringe en casos de posible infección oral[3]
Pruebas diagnósticas
El diagnostico definitivo de la gonorrea se basa en pruebas de laboratorio:
Pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT): Son el método de elección por su alta sensibilidad y especificidad. Pueden realizarse en muestras de orina o hisopados genitales[3][6].
Cultivo bacteriano: Permite la identificación del microorganismo y la realización de pruebas de sensibilidad antimicrobiana[7].
Tinción de Gram: Puede utilizarse como método rápido en hombres sintomáticos, pero tiene baja sensibilidad en mujeres[1].
Pruebas bioquímicas: Ayudan a confirmar la identificación de N. gonorrhoeae[7].
Manejo de emergencias
El manejo de la gonorrea en el servicio de emergencias debe seguir estos pasos:
Evaluación clínica y toma de muestras para diagnóstico.
Tratamiento empírico inmediato si hay alta sospecha clínica, sin esperar resultados de laboratorio.
Administración de antibióticos según las guías actuales. La OMS recomienda:
Ceftriaxona 250 mg intramuscular en dosis única más azitromicina 1 g oral en dosis única, o
Cefixima 400 mg oral en dosis única más azitromicina 1 g oral en dosis única[5]
Educación al paciente sobre abstinencia sexual hasta completar el tratamiento y la importancia de notificar a las parejas sexuales.
Realizar pruebas para otras infecciones de transmisión sexual, incluido VIH.
Programar seguimiento para confirmar la curación y descartar complicaciones[2][5].
Es crucial tener en cuenta la creciente resistencia antimicrobiana de N. gonorrhoeae, lo que puede requerir ajustes en los esquemas de tratamiento basados en los patrones de resistencia locales[7].
Citas
[1] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/gonorrhoea-(neisseria-gonorrhoeae-infection)
[2] https://www.msdmanuals.com/es/professional/enfermedades-infecciosas/infecciones-de-transmisión-sexual/gonorrea
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