Glomerulonefritis Postestreptocócica (GNPE)
- EmergenciasUNO
- 11 ago
- 3 Min. de lectura
MANUAL DE PEDIATRÍA
La glomerulonefritis postestreptocócica es la causa más frecuente de glomerulonefritis adquirida en la infancia.Suele presentarse entre 2 y 4 semanas después de una infección aguda por Streptococcus del grupo A (habitualmente faringitis o impétigo).Su incidencia es mayor en algunas comunidades rurales y en poblaciones con menor acceso a atención médica.
Evaluación
Tríada clásica:
Hipertensión.
Hematuria (macroscópica o microscópica).
Edema.
La valoración inicial debe descartar disfunción de órganos diana, incluyendo evaluación de A, B, C (vía aérea, ventilación y circulación).
Signos de alarma (requieren manejo urgente y discusión con nefrología pediátrica y/o cuidados intensivos):
Hipertensión grave (>percentil 95 + 30 mmHg para edad, sexo y talla) con o sin compromiso de órgano diana.
Alteraciones electrolíticas críticas (hipercalemia, acidosis).
Evidencia de edema pulmonar.
Anuria u oliguria (<0,5 mL/kg/h) a pesar de volumen intravascular adecuado.
Creatinina en ascenso persistente, acidosis, hipercalemia y/o hipertensión refractaria sospecha de glomerulonefritis rápidamente progresiva (GNRP).
Historia clínica:
Infección estreptocócica reciente.
Presencia de edema y cambios en la orina (color y volumen).
Cefalea, alteraciones visuales, vómitos, somnolencia.
Disnea o aumento de volumen corporal.
Dolor torácico o palpitaciones.
Antecedentes de hematuria recurrente (sospecha de nefropatía por IgA o síndrome de Alport).
Antecedentes de erupción, artralgias o síntomas sistémicos (posible nefritis lúpica o vasculitis por IgA).
Exploración física:
Parámetros de crecimiento y peso previo a la enfermedad (para detectar sobrecarga hídrica).
Tensión arterial (usar tablas por edad/sexo, confirmar manualmente).
Evaluar grado de sobrecarga de volumen y estado de hidratación intravascular.
Buscar signos de edema pulmonar.
Signos de daño por hipertensión: retinopatía, falla cardíaca, parálisis facial, encefalopatía.
Estudios complementarios
Tira reactiva de orina.
Urocultivo.
Relación proteína/creatinina en muestra aislada.
Hemograma completo.
Urea, creatinina, electrolitos, PFH, albúmina sérica.
Complemento: C3 y C4.
Anticuerpos antiestreptocócicos: ASO y/o anti-DNasa B.
Considerar:
Cultivo faríngeo o cutáneo si hay signos de infección estreptocócica activa.
Radiografía de tórax si sospecha de derrame pleural o edema pulmonar.
Ecografía renal (con Doppler) en casos atípicos o respuesta pobre a diuréticos.
Hemocultivo si fiebre o compromiso sistémico.
Estudios autoinmunes si creatinina elevada, historia atípica o sospecha de enfermedad sistémica.
Tratamiento
Medidas generales:
Balance hídrico estricto con peso diario.
Vigilar diuresis (mL/kg/h).
1. Sobrecarga de volumen / edema:
Furosemida 0,5–1 mg/kg (máx. 40 mg) IV/VO cada 12 h.
Dieta hiposódica.
Restricción de líquidos: 750 mL/m²/día (≈ mitad de mantenimiento).
2. Infección activa por estreptococo:
Antibióticos según guías locales.
Considerar rastreo y profilaxis en contactos según normas de salud pública.
3. Lesión renal aguda:
Calcular eGFR con fórmula de Schwartz modificada.
Ajustar medicación según función renal.
Monitoreo estrecho si creatinina elevada.
4. Hipertensión:
Objetivo: PAS <p95 para edad, sexo y talla.
Generalmente mejora con control de volumen (diuréticos).
Si PAS >p95 en 2 mediciones separadas 1 h: nifedipina VO 0,25 mg/kg (máx. 20 mg) cada 6 h PRN.
Si >2 dosis/día después de 48 h iniciar amlodipino VO 0,1 mg/kg/día (hasta 0,6 mg/kg/día, máx. 10 mg).
Criterios de consulta y traslado
Consultar a pediatría local cuando:
Sospecha de GNPE, incluso en zonas rurales o remotas.
Consultar a nefrología pediátrica cuando:
Presencia de signos de alarma.
Hipertensión que requiere múltiples fármacos.
Trasladar cuando:
Evidencia temprana de insuficiencia renal significativa o enfermedad sistémica grave.
Necesidad de cuidados fuera de la capacidad del hospital local.
Criterios de alta
Presión arterial y función renal estabilizadas o en mejoría.
Peso cercano al basal.
Sin necesidad de furosemida.
Control de PA posible con medicación oral.
Seguimiento
Controles semanales para PA y urianálisis.
Revisión pediátrica a las 8 semanas.
Intentar suspender antihipertensivos en ≤6 semanas si es posible.
Repetir C3/C4 y función renal a las 8 semanas.
Proteinuria y hematuria microscópica pueden persistir hasta 2 años, sin progresión a enfermedad renal crónica en la mayoría.
Derivar a nefrología si:
Hematuria macroscópica >5 días o recurrente.
Síndrome nefrítico o nefrótico persistente.
PA >p95 sostenida.
C3 bajo persistente o función renal alterada a las 8 semanas.
Proteinuria creciente o persistente (ver umbrales definidos).
Comentarios