Fracturas Diafisarias de Tibia y Peroné
- EmergenciasUNO

- 11 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
Las fracturas diafisarias de tibia y peroné son lesiones traumáticas que afectan a la tibia y/o al peroné, los dos huesos largos de la pierna. Estas fracturas pueden ser aisladas (solo tibia o solo peroné) o combinadas, y suelen producirse por traumatismos de alta energía, como accidentes de tráfico o caídas desde altura.
La tibia, al ser el principal hueso de carga del peso corporal, es más propensa a fracturarse que el peroné, y este tipo de lesiones puede causar inestabilidad significativa y deformidad del miembro.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la presentación clínica y en estudios por imágenes. Los pacientes suelen presentar dolor agudo, hinchazón, deformidad visible en la pierna y dificultad o incapacidad para cargar peso sobre el miembro afectado.
La radiografía simple es la herramienta diagnóstica inicial para confirmar la fractura y evaluar su extensión. En algunos casos, puede requerirse tomografía computarizada (TC) para valorar la alineación de los fragmentos o en fracturas complejas.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Diferenciación Clave |
Esguince de Tobillo | Dolor localizado en la articulación del tobillo, sin deformidad ósea ni incapacidad significativa para cargar peso. |
Contusión Ósea | Dolor localizado tras el trauma, sin fractura visible en la radiografía, más frecuente en la tibia. |
Fractura del Platillo Tibial | Dolor e hinchazón en la parte superior de la tibia, típicamente por trauma directo, puede asociarse a lesión ligamentaria. |
Fractura Diafisaria Femoral | Dolor intenso y deformidad en el muslo, incapacidad para cargar peso, evaluada mediante radiografía femoral. |
Síndrome Compartimental | Dolor desproporcionado al examen, con hinchazón extrema, palidez e implicación neurovascular. |
Manejo de Emergencia
El manejo inicial de las fracturas diafisarias de tibia y peroné en el servicio de urgencias incluye la inmovilización de la pierna afectada con una férula para estabilizar los fragmentos óseos y prevenir lesiones adicionales.
Se administra analgesia adecuada y se monitorizan los signos neurovasculares distales para descartar complicaciones como el síndrome compartimental o lesiones vasculares.
En el caso de fracturas expuestas, se administran antibióticos y se requiere desbridamiento quirúrgico urgente. Es esencial la derivación al servicio de traumatología u ortopedia para evaluación definitiva y tratamiento quirúrgico si es necesario.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo depende de la localización, gravedad y tipo de fractura. Las fracturas desplazadas o inestables generalmente requieren fijación quirúrgica mediante clavos intramedulares, placas y tornillos o fijadores externos.
Las fracturas estables y no desplazadas pueden tratarse de manera conservadora mediante inmovilización con yeso o férula. La rehabilitación posterior, ya sea postoperatoria o tras inmovilización, es crucial para restaurar la funcionalidad y prevenir rigidez articular.

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