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Fracturas Diafisarias de Tibia y Peroné

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Las fracturas diafisarias de tibia y peroné son lesiones traumáticas que afectan a la tibia y/o al peroné, los dos huesos largos de la pierna. Estas fracturas pueden ser aisladas (solo tibia o solo peroné) o combinadas, y suelen producirse por traumatismos de alta energía, como accidentes de tráfico o caídas desde altura.


La tibia, al ser el principal hueso de carga del peso corporal, es más propensa a fracturarse que el peroné, y este tipo de lesiones puede causar inestabilidad significativa y deformidad del miembro.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en la presentación clínica y en estudios por imágenes. Los pacientes suelen presentar dolor agudo, hinchazón, deformidad visible en la pierna y dificultad o incapacidad para cargar peso sobre el miembro afectado.


La radiografía simple es la herramienta diagnóstica inicial para confirmar la fractura y evaluar su extensión. En algunos casos, puede requerirse tomografía computarizada (TC) para valorar la alineación de los fragmentos o en fracturas complejas.


Diagnóstico Diferencial


Condición

Diferenciación Clave

Esguince de Tobillo

Dolor localizado en la articulación del tobillo, sin deformidad ósea ni incapacidad significativa para cargar peso.

Contusión Ósea

Dolor localizado tras el trauma, sin fractura visible en la radiografía, más frecuente en la tibia.

Fractura del Platillo Tibial

Dolor e hinchazón en la parte superior de la tibia, típicamente por trauma directo, puede asociarse a lesión ligamentaria.

Fractura Diafisaria Femoral

Dolor intenso y deformidad en el muslo, incapacidad para cargar peso, evaluada mediante radiografía femoral.

Síndrome Compartimental

Dolor desproporcionado al examen, con hinchazón extrema, palidez e implicación neurovascular.

Manejo de Emergencia


El manejo inicial de las fracturas diafisarias de tibia y peroné en el servicio de urgencias incluye la inmovilización de la pierna afectada con una férula para estabilizar los fragmentos óseos y prevenir lesiones adicionales.


Se administra analgesia adecuada y se monitorizan los signos neurovasculares distales para descartar complicaciones como el síndrome compartimental o lesiones vasculares.


En el caso de fracturas expuestas, se administran antibióticos y se requiere desbridamiento quirúrgico urgente. Es esencial la derivación al servicio de traumatología u ortopedia para evaluación definitiva y tratamiento quirúrgico si es necesario.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo depende de la localización, gravedad y tipo de fractura. Las fracturas desplazadas o inestables generalmente requieren fijación quirúrgica mediante clavos intramedulares, placas y tornillos o fijadores externos.


Las fracturas estables y no desplazadas pueden tratarse de manera conservadora mediante inmovilización con yeso o férula. La rehabilitación posterior, ya sea postoperatoria o tras inmovilización, es crucial para restaurar la funcionalidad y prevenir rigidez articular.

 
 
 

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