Fracturas del Pulgar
- EmergenciasUNO

- 7 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
Las fracturas del pulgar ocurren cuando uno de los dos huesos del pulgar, la falange proximal o distal, o el primer metacarpiano, se rompe debido a un traumatismo directo, como una caída o un golpe. Este tipo de fractura puede afectar significativamente la función de la mano, ya que el pulgar es esencial para agarrar y manipular objetos.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en los antecedentes del trauma, con síntomas como dolor agudo, hinchazón, deformidad y dificultad para mover el pulgar. Las radiografías confirman el tipo y la localización de la fractura, orientando las decisiones terapéuticas adecuadas.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Diferencias Clave |
Luxación del pulgar | Deformidad visible y desplazamiento articular sin línea de fractura en radiografías. |
Esguince del ligamento colateral | Dolor localizado en el ligamento sin desplazamiento ni fractura en radiografías. |
Rotura del tendón extensor | Dificultad para extender el pulgar sin fractura visible. |
Artritis del pulgar (rizartrosis) | Dolor crónico, rigidez y cambios degenerativos en la articulación carpometacarpiana, sin trauma reciente. |
Manejo de Emergencia
Inmovilización inmediata del pulgar con férula o yeso para evitar mayor desplazamiento de la fractura.
Administración de analgésicos y medicamentos antiinflamatorios para el control del dolor.
Si la fractura está desplazada o es inestable, realizar una reducción cerrada bajo anestesia local.
Radiografías posteriores a la reducción para confirmar una alineación adecuada de los fragmentos óseos.
Derivación urgente a un especialista en mano si la fractura compromete la articulación o hay un desplazamiento significativo.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo depende del tipo de fractura:
Fracturas no desplazadas: Se manejan con inmovilización mediante yeso o férula durante 4 a 6 semanas.
Fracturas desplazadas o inestables: Como las fracturas de Bennett (fractura en la base del primer metacarpiano), pueden requerir intervención quirúrgica para fijación con tornillos o placas.
Después del tratamiento, se recomienda fisioterapia para restaurar la movilidad y fuerza del pulgar.

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