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Fracturas de Metatarsianos

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Las fracturas de metatarsianos son lesiones comunes que afectan uno o más de los cinco huesos largos ubicados en la parte media del pie. Estas fracturas pueden producirse por traumatismos directos, caídas, giros repentinos o sobrecarga repetitiva (como ocurre en las fracturas por estrés).

Los síntomas incluyen dolor localizado, hinchazón, hematomas y dificultad para caminar o soportar peso sobre el pie afectado. Las fracturas más frecuentes incluyen la fractura de Jones (quinto metatarsiano) y las fracturas por estrés, especialmente en atletas.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en el antecedente de trauma o sobrecarga y el examen físico, que revela dolor localizado, sensibilidad al tacto y, en ocasiones, deformidad visible en el área afectada.


Las radiografías son esenciales para confirmar la fractura y evaluar la alineación de los fragmentos óseos. En casos de fracturas por estrés, donde las radiografías iniciales pueden parecer normales, puede ser necesaria una resonancia magnética (RM) o una gammagrafía ósea.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Diferenciación Clave

Esguince de ligamentos del pie

Dolor e inestabilidad, sin fractura visible en la radiografía.

Fractura de falange

Dolor y deformidad localizada en los dedos del pie.

Fascitis plantar

Dolor en la planta del pie, especialmente por la mañana, sin compromiso de los metatarsianos.

Contusión ósea

Dolor tras un golpe directo, sin fractura visible en la radiografía.

Luxación de la articulación metatarsofalángica

Deformidad articular visible, asociada a desplazamiento de la articulación del pie.

Manejo de Emergencia


El manejo inicial de una fractura de metatarsiano en el servicio de urgencias incluye la inmovilización del pie con una férula o bota ortopédica, junto con la elevación del pie afectado para reducir la hinchazón.


Se aplica hielo para aliviar el dolor y reducir la inflamación, y se prescriben analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs). Si la fractura está desplazada o se asocia con una lesión más grave, el paciente debe ser derivado a ortopedia para una evaluación adicional y posible intervención quirúrgica.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento de las fracturas de metatarsianos varía según la localización, el tipo de fractura y la gravedad de la lesión:

Ubicación de la Fractura

Tratamiento Conservador

Tratamiento Quirúrgico

Fractura de Jones (quinto metatarsiano)

Inmovilización con bota ortopédica (6–8 semanas), sin carga de peso.

Fijación con tornillo en fracturas desplazadas o con alto riesgo de no unión.

Fractura del primer metatarsiano

Inmovilización y restricción de carga si no está desplazada.

Fijación quirúrgica con tornillos o placas en fracturas desplazadas o inestables.

Fracturas del 2º, 3º, 4º metatarsiano

Inmovilización parcial y carga limitada en fracturas no desplazadas.

Reducción abierta y fijación interna (RAFI) en fracturas desplazadas o inestables.

Fracturas por estrés

Reposo, reducción de la actividad, bota ortopédica si es necesario.

Cirugía en casos crónicos o fracturas que no responden al tratamiento conservador.

Rehabilitación


La rehabilitación es esencial para restaurar la función del pie después de una fractura de metatarsiano. Una vez que la fractura comienza a consolidarse, se introducen ejercicios de fortalecimiento, movilidad y equilibrio para prevenir rigidez y mejorar la estabilidad del pie. La fisioterapia es clave para asegurar una recuperación completa y reducir el riesgo de recaídas.


Complicaciones


Las fracturas de metatarsianos, especialmente la fractura de Jones y las fracturas por estrés, tienen un mayor riesgo de complicaciones, tales como:


  • No unión (pseudoartrosis): Ocurre cuando la fractura no cicatriza adecuadamente.


  • Artrosis postraumática: Puede desarrollarse si la fractura compromete superficies articulares.


  • Inestabilidad crónica: Puede resultar de lesiones mal tratadas o fracturas asociadas a daño ligamentario.

 
 
 

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