Fracturas Compuestas de los Dedos del Pie
- EmergenciasUNO

- 14 jul
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MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES
Las fracturas compuestas de los dedos del pie, también conocidas como fracturas abiertas, ocurren cuando el hueso fracturado perfora la piel, exponiendo los fragmentos óseos al ambiente externo.
Estas lesiones son graves debido al alto riesgo de infección y daño a los tejidos blandos circundantes, como músculos, tendones y nervios. Generalmente resultan de traumatismos de alta energía, como aplastamientos o la caída de objetos pesados sobre el pie.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la evaluación visual de la fractura, donde el hueso roto es visible a través de una herida abierta en la piel. El paciente presenta dolor intenso, sangrado, hinchazón y una deformidad evidente en el dedo afectado. Las radiografías son esenciales para evaluar el patrón de la fractura y la condición de los fragmentos óseos. Además, debe considerarse la posibilidad de infección, y pueden requerirse pruebas de laboratorio si hay signos de sepsis.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Diferencia Clave |
Fractura cerrada de dedo | No hay exposición ósea; el hueso fracturado permanece debajo de la piel. |
Luxación de dedo | Desplazamiento articular sin fractura ósea ni exposición. |
Esguince severo de dedo | Lesión ligamentaria sin fractura ósea ni exposición. |
Infección secundaria de herida | Herida abierta con signos de infección pero sin fractura subyacente. |
Manejo de Emergencia
El manejo de emergencia de una fractura compuesta es una urgencia ortopédica. Se requiere control inmediato del sangrado con apósitos estériles y un abundante lavado de la herida para reducir el riesgo de infección. Se administra profilaxis antibiótica intravenosa y se debe actualizar la vacunación antitetánica del paciente.
La reducción de la fractura puede realizarse en el servicio de urgencias bajo sedación o anestesia, pero si los tejidos están gravemente dañados, se requiere cirugía urgente. El dedo afectado se inmoviliza con una férula o zapato ortopédico, y se prepara al paciente para intervención quirúrgica.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo incluye el desbridamiento quirúrgico de los tejidos dañados para eliminar material contaminado y cuerpos extraños, seguido de la estabilización de la fractura mediante fijación interna (tornillos o placas) o fijación externa, según la gravedad del caso.
La limpieza y cierre de la herida deben realizarse con extremo cuidado para prevenir infecciones. El seguimiento postoperatorio incluye monitoreo estricto de signos de infección, terapia antibiótica prolongada y, si es necesario, cirugías adicionales para reparar tejidos blandos o corregir deformidades.

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