MANUAL MINORS
Las fracturas compuestas de los dedos del pie, también conocidas como fracturas abiertas, son aquellas en las que el hueso fracturado atraviesa la piel, exponiendo los fragmentos óseos al ambiente externo. Estas lesiones son graves debido al alto riesgo de infección y daño a los tejidos blandos circundantes, como músculos, tendones y nervios. Suelen ocurrir por traumatismos de alta energía, como aplastamientos o caídas de objetos pesados sobre el pie.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la evaluación visual de la fractura, donde el hueso roto es visible a través de una herida abierta en la piel. El paciente presenta dolor intenso, sangrado, hinchazón y deformidad evidente en el dedo afectado. Las radiografías son esenciales para evaluar el patrón de la fractura y el estado de los fragmentos óseos. Además, se debe considerar la posibilidad de infecciones y realizar estudios de laboratorio si hay signos de sepsis.
Diagnóstico diferencial
Condición | Diferencia clave |
---|---|
Fractura cerrada del dedo | No hay exposición ósea; el hueso roto permanece dentro de la piel. |
Luxación del dedo | Desplazamiento articular sin ruptura ósea ni exposición. |
Esguince severo del dedo | Lesión ligamentosa sin fractura ni exposición ósea. |
Infección secundaria de herida | Herida abierta con signos de infección, pero sin fractura subyacente. |
Manejo en Emergencias
El manejo en urgencias de una fractura compuesta es una emergencia ortopédica. Se debe realizar un control inmediato del sangrado con apósitos estériles y realizar una irrigación abundante de la herida para reducir el riesgo de infección. Se administra profilaxis antibiótica intravenosa y se debe actualizar la vacunación contra el tétanos.
La reducción de la fractura puede realizarse en el entorno de urgencias bajo sedación o anestesia, pero si los tejidos están gravemente dañados, la cirugía urgente es necesaria. Se inmoviliza el dedo afectado con una férula o zapato ortopédico y se prepara al paciente para cirugía.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo incluye desbridamiento quirúrgico de los tejidos dañados para eliminar material contaminado y cuerpos extraños, seguido de la estabilización de la fractura con fijación interna (tornillos o placas) o externa, dependiendo de la gravedad.
La limpieza y el cierre de la herida deben realizarse con extremo cuidado para prevenir infecciones. El seguimiento posoperatorio incluye vigilancia estricta para detectar signos de infección, junto con terapia antibiótica prolongada y, si es necesario, cirugía adicional para reparar tejidos blandos o corregir deformidades.
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