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Fractura Supracondílea

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Una fractura supracondílea es una fractura que ocurre en la parte distal del húmero, justo por encima de los cóndilos del codo. Es la fractura de codo más común en niños, especialmente entre los 5 y 7 años de edad, y suele producirse por una caída sobre un brazo extendido.


Esta fractura conlleva un alto riesgo de complicaciones, como daño a los nervios y vasos sanguíneos cercanos, en particular la arteria braquial y los nervios radial, mediano y cubital.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en la evaluación clínica del dolor, hinchazón y deformidad en el codo tras un traumatismo. La confirmación se obtiene mediante radiografías anteroposterior y lateral del codo, que permiten determinar si la fractura está desplazada o no. Las fracturas supracondíleas se clasifican según la clasificación de Gartland:


  • Tipo I: no desplazada


  • Tipo II: desplazada con un fragmento intacto


  • Tipo III: completamente desplazada


Es fundamental evaluar la integridad neurovascular, ya que las lesiones de nervios y arterias son frecuentes.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Características

Fractura de la cabeza del radio

Dolor en la cabeza radial, movilidad limitada, más común en adultos.

Luxación de codo

Deformidad visible, pérdida de alineación articular.

Epicondilitis

Dolor crónico sin traumatismo agudo, afecta tendones sin fractura.

Fractura del olécranon

Dolor y deformidad en la parte posterior del codo.

Hemartrosis

Derrame articular tras traumatismo, sin fractura visible en las radiografías.

Manejo de Emergencia


En situaciones de emergencia, el manejo inicial incluye la inmovilización del brazo afectado con una férula en flexión de 20 a 40 grados para minimizar el dolor y el movimiento. Se administran analgésicos y antiinflamatorios. Es esencial evaluar el pulso radial y la perfusión del brazo debido al riesgo de lesión de la arteria braquial.


Si hay compromiso vascular (mano fría, sin pulso), se requiere intervención quirúrgica urgente. Las fracturas desplazadas (tipos II y III) necesitan reducción inmediata, generalmente bajo sedación o anestesia general.


Tratamiento Definitivo


En las fracturas no desplazadas (tipo I), el tratamiento consiste en inmovilización con férula durante 3 a 4 semanas, seguida de rehabilitación. Las fracturas desplazadas (tipos II y III) generalmente requieren reducción cerrada con fijación percutánea mediante agujas para estabilizar la fractura.


En casos más graves, puede ser necesaria una reducción abierta. La rehabilitación es crucial para recuperar la movilidad y función del codo.

 
 
 

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