MANUAL MINORS
La fractura subtrocantérea es una fractura del fémur localizada en la región situada justo por debajo del trocánter menor, extendiéndose hasta unos 5 cm distales a este punto. Estas fracturas suelen ocurrir por traumatismos de alta energía en personas jóvenes o por fragilidad ósea, como en pacientes con osteoporosis o aquellos tratados con bisfosfonatos. Este tipo de fractura es desafiante por su ubicación, ya que la biomecánica del área dificulta su estabilización y curación.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza mediante una historia de trauma o caída, generalmente con dolor intenso, incapacidad para caminar y deformidad evidente de la pierna afectada. En el examen físico, se observa tumefacción, acortamiento de la extremidad y rotación externa. La confirmación del diagnóstico se obtiene mediante radiografías de fémur, que muestran la localización de la fractura. En algunos casos, una tomografía computarizada (TC) puede ser necesaria para evaluar la extensión de la fractura y planificar el tratamiento quirúrgico.
Diagnóstico Diferencial
Condición | Diferenciación clave |
---|---|
Fractura intertrocantérica | Afecta el área entre el trocánter mayor y menor, sin extenderse distalmente al trocánter menor |
Fractura de cuello femoral | La fractura ocurre en la parte superior del fémur, más cerca de la cabeza femoral |
Fractura diafisaria de fémur | Afecta la diáfisis femoral, más distal al área subtrocantérea |
Fractura de pelvis | Dolor pélvico sin afectación directa del fémur |
Necrosis avascular de la cabeza femoral | Dolor en la cadera, sin fractura, con historia de colapso de la cabeza femoral visible en RM |
Manejo en Emergencias
El manejo inicial en urgencias incluye estabilización del paciente, analgesia adecuada, inmovilización temporal de la extremidad afectada y, si es necesario, la administración de líquidos intravenosos.
Las fracturas subtrocantéreas suelen ser inestables, por lo que la tracción cutánea temporal puede ser utilizada para aliviar el dolor y prevenir mayor desplazamiento antes de la intervención quirúrgica. Se deben evaluar y tratar otras lesiones asociadas, especialmente en pacientes con traumatismos de alta energía.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo es quirúrgico en casi todos los casos. La técnica más utilizada es la fijación interna con clavo intramedular bloqueado, que ofrece estabilidad y permite una recuperación funcional temprana.
En algunos casos, se puede utilizar una placa con tornillos, especialmente si la fractura es compleja o no es posible el uso de un clavo intramedular. La rehabilitación temprana con fisioterapia es fundamental para restaurar la movilidad, aunque la carga de peso sobre la extremidad afectada puede estar restringida inicialmente.
El pronóstico depende de la estabilidad de la fractura y la calidad ósea del paciente. El seguimiento radiológico es importante para asegurar una buena consolidación y detectar complicaciones como la pseudoartrosis o la falta de unión.
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