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Fractura de la Diáfisis del Radio y el Cúbito

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Las fracturas de la diáfisis del radio y el cúbito afectan la porción media de ambos huesos del antebrazo. Estas fracturas suelen resultar de traumatismos directos, como caídas, accidentes automovilísticos o golpes directos.


Pueden ser fracturas simples (línea única) o complejas, como las fracturas conminutas (múltiples fragmentos). Los síntomas incluyen dolor intenso, deformidad visible, incapacidad para mover el antebrazo y, en ocasiones, daño a nervios o vasos sanguíneos.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en un examen físico, que puede revelar deformidad, hinchazón y dificultad para el movimiento. Las radiografías del antebrazo en vistas frontal y lateral son esenciales para confirmar el tipo de fractura, su localización y el grado de desplazamiento. En algunos casos, puede requerirse una tomografía computarizada (TAC) para evaluar mejor las fracturas conminutas o complejas.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Características Distintivas

Fractura de Monteggia

Fractura del cúbito con luxación de la cabeza del radio.

Fractura de Galeazzi

Fractura del radio con luxación de la articulación radiocubital distal.

Fractura del radio distal

Afecta el extremo distal del radio, con dolor e hinchazón cerca de la muñeca.

Esguince de muñeca

Dolor e hinchazón sin fracturas visibles en las radiografías.

Manejo de Emergencia


El manejo inicial incluye la inmovilización del antebrazo con una férula o yeso para evitar un mayor desplazamiento de los fragmentos óseos y proteger las estructuras neurovasculares. Se utilizan analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para aliviar el dolor.


En casos de fracturas abiertas, se deben administrar antibióticos y profilaxis antitetánica. Puede ser necesaria una reducción urgente bajo anestesia si la fractura está significativamente desplazada o afecta la circulación.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo depende del tipo y la estabilidad de la fractura. Las fracturas no desplazadas pueden tratarse con inmovilización en un yeso durante 6 a 8 semanas. Las fracturas desplazadas, inestables o conminutas generalmente requieren reducción abierta y fijación interna con placas y tornillos. La fisioterapia es esencial después del tratamiento para recuperar el rango de movimiento, la fuerza y la función del antebrazo.

 
 
 

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