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Fractura de Falange Distal de los Dedos

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Las fracturas de la falange distal son lesiones comunes de los dedos, generalmente causadas por aplastamientos, golpes directos o traumatismos en la punta del dedo. Este tipo de fractura puede involucrar el lecho ungueal y comprometer tanto la función como la estética del dedo.


Las fracturas distales pueden clasificarse como simples, conminutas (cuando el hueso se fragmenta en varias partes) o fracturas abiertas, y a menudo se asocian con lesiones del lecho ungueal o de los tejidos blandos.


Diagnóstico


El diagnóstico de una fractura de falange distal se realiza mediante la historia clínica y la exploración física del dedo afectado. Los pacientes suelen presentar dolor intenso, hinchazón, hematoma subungueal, sensibilidad en la punta del dedo y, en algunos casos, deformidad visible. Es importante evaluar la movilidad del dedo y verificar si la lesión afecta el lecho ungueal o el tendón extensor.


La confirmación diagnóstica se realiza con radiografías de la mano en varias proyecciones (anteroposterior, lateral y oblicua), que permiten identificar el patrón de la fractura, el desplazamiento y la presencia de fragmentos óseos. En fracturas complejas o con daño significativo del lecho ungueal, pueden emplearse ecografías o tomografías computarizadas (TC) para mayor detalle.


Diagnóstico Diferencial

Condición

Características Clínicas Principales

Diferenciación Clave

Contusión o hematoma subungueal

Dolor y hematoma bajo la uña sin fractura visible

Radiografías normales, sin evidencia de fractura

Lesión del lecho ungueal

Daño en el tejido del lecho ungueal sin fractura ósea

No se observa fractura en estudios de imagen

Avulsión ungueal

Desprendimiento parcial o total de la uña, con o sin fractura

Puede haber o no fractura asociada

Fractura de falange media

Dolor, hinchazón y deformidad en el segmento medio del dedo

La fractura se localiza en la falange media, no en la distal

Rotura del tendón extensor

Incapacidad para extender la falange distal (dedo en martillo)

Generalmente sin fractura ósea; se evalúa clínicamente

Manejo de Emergencia


El manejo inicial de una fractura de falange distal incluye la inmovilización del dedo afectado para evitar el desplazamiento de los fragmentos óseos y reducir el dolor. Si un hematoma subungueal provoca dolor significativo, puede realizarse una trepanación (drenaje) para aliviar la presión.


En caso de fracturas abiertas o lesiones del lecho ungueal, es necesario irrigar la herida con solución salina estéril para prevenir infecciones. Puede ser necesaria la profilaxis antibiótica y la actualización de la vacuna antitetánica, especialmente si hay herida abierta.

Es fundamental realizar una evaluación cuidadosa del lecho ungueal y del tendón extensor para identificar posibles lesiones asociadas que requieran intervención quirúrgica.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo depende del tipo de fractura:


  • Fracturas no desplazadas: Se manejan con inmovilización mediante una férula tipo stack que mantiene la falange distal en extensión durante 3 a 6 semanas. Este enfoque conservador es suficiente para fracturas simples y estables.


  • Fracturas desplazadas o conminutas: Pueden requerir reducción cerrada para realinear los fragmentos óseos. Si la fractura es inestable, puede ser necesaria la fijación con agujas de Kirschner o tornillos para garantizar la estabilidad.


  • Fracturas abiertas o con lesiones significativas de tejidos blandos: El tratamiento quirúrgico incluye la reparación del lecho ungueal, desbridamiento del tejido dañado y, si es necesario, cierre con injertos cutáneos.


  • Lesiones del lecho ungueal: Si la fractura afecta el lecho ungueal y está asociada a avulsión ungueal, puede ser necesario retirar la uña dañada y reparar el lecho con suturas finas. En algunos casos, la misma uña o un sustituto puede usarse como férula protectora durante la cicatrización.


Rehabilitación y Seguimiento


Tras el tratamiento, el seguimiento es crucial para asegurar la consolidación ósea adecuada. La rehabilitación incluye movilización temprana del dedo una vez que se haya logrado la estabilidad, con el fin de evitar rigidez y adherencias. En fracturas más severas o con lesiones tendinosas, la fisioterapia es esencial para restaurar la función del dedo.


La recuperación completa puede tardar varias semanas, y en algunos casos pueden aparecer complicaciones como consolidación viciosa, rigidez articular o deformidades en el crecimiento de la uña.

 
 
 
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