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Fractura Acetabular

MANUAL DE EMERGENCIAS MENORES



Una fractura acetabular es una lesión en la cavidad donde el fémur se articula con la pelvis (acetábulo). Estas fracturas suelen producirse por traumatismos de alta energía, como accidentes de tránsito o caídas desde altura. En pacientes mayores con osteoporosis, las fracturas acetabulares también pueden resultar de caídas simples.


Debido a la cercanía con la articulación de la cadera, estas fracturas pueden comprometer la estabilidad y movilidad articular, y requieren un manejo especializado.


Diagnóstico


El diagnóstico se basa en antecedentes de traumatismo significativo, acompañado de dolor intenso en la cadera, dificultad para caminar o mover la pierna, y posible deformidad. El examen físico puede revelar una extremidad acortada o en rotación externa.


La confirmación se realiza mediante radiografías anteroposteriores de pelvis y cadera, pero la tomografía computarizada (TC) es esencial para evaluar la extensión y complejidad de la fractura, especialmente si hay compromiso intraarticular.


Diagnóstico Diferencial


Patología

Características Clave

Luxación de cadera

Deformidad evidente, dolor intenso, pierna en rotación externa o interna.

Fractura del cuello femoral

Dolor en la cadera sin daño visible en el acetábulo.

Contusión pélvica

Dolor sin evidencia de fractura en radiografías.

Artrosis de cadera avanzada

Dolor crónico y progresivo con rigidez, sin antecedentes de trauma reciente.

Manejo de Emergencia


  • Evaluación inicial (ABC): En pacientes politraumatizados, asegurar la estabilidad hemodinámica. El trauma de alta energía puede estar asociado a lesiones viscerales o vasculares importantes.


  • Inmovilización: Mantener la cadera inmovilizada para evitar mayor desplazamiento y controlar el dolor.


  • Control del dolor: Administrar analgésicos potentes (AINEs u opioides) para aliviar el dolor.


  • Imágenes diagnósticas: Solicitar radiografías iniciales y una tomografía computarizada para evaluar detalladamente la fractura, y determinar si es intraarticular o afecta la estabilidad de la cadera.


  • Evaluación neurovascular: Examinar la función neurovascular de la extremidad afectada para descartar lesión del nervio ciático o compromiso vascular.


  • Profilaxis antitrombótica: Debido al riesgo de inmovilización prolongada, iniciar profilaxis para prevenir trombosis venosa profunda, preferiblemente con heparina de bajo peso molecular o dispositivos de compresión.


Tratamiento Definitivo


El tratamiento definitivo depende del tipo y desplazamiento de la fractura acetabular:


  • Fracturas no desplazadas: Pueden tratarse de forma conservadora con reposo, uso de muletas sin apoyo de peso durante 6 a 8 semanas y seguimiento radiológico periódico. Es fundamental asegurar que la articulación de la cadera permanezca estable.


  • Fracturas desplazadas o complejas: Requieren intervención quirúrgica, que puede incluir reducción abierta con fijación interna (RAFI) para realinear los fragmentos óseos y restaurar la superficie articular. En fracturas graves o con destrucción articular significativa, especialmente en pacientes mayores, puede ser necesaria una artroplastia total de cadera (reemplazo de cadera).


  • Complicaciones postoperatorias: Vigilar posibles complicaciones como necrosis avascular de la cabeza femoral, artrosis postraumática o inestabilidad de cadera. La rehabilitación temprana con fisioterapia es crucial para restaurar la movilidad y la función.


En todos los casos, la rehabilitación postoperatoria es esencial para la recuperación funcional, con enfoque en la movilidad progresiva y el fortalecimiento muscular. La carga de peso se introduce de forma gradual según la estabilidad de la fractura y las indicaciones del cirujano.



 
 
 

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