MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
Las fiebres hemorrágicas virales (FHV) constituyen un grupo de enfermedades infecciosas causadas por virus pertenecientes a diversas familias, como Filoviridae, Arenaviridae, Bunyaviridae y Flaviviridae[1][2]. Estas patologías se caracterizan por una afectación sistémica que puede resultar fatal, con tasas de mortalidad que en ocasiones alcanzan el 90%[4].
Síntomas
Los síntomas iniciales de las FHV suelen ser inespecíficos e incluyen:
Fiebre elevada (>38,3 °C)
Fatiga y debilidad generalizada
General de Malestar
Mareos
Dolores articulares, musculares y óseos
Náuseas y vómitos
Diarrea[5]
A medida que la enfermedad progresa, pueden aparecer síntomas más graves como:
Sangrado en diversos sitios (subcutáneo, mucosas, órganos internos)
Alteraciones neurológicas (delirio, convulsiones, coma)
Insuficiencia renal, respiratoria y/o hepática[5]
Signos
Los signos clínicos más relevantes en las FHV incluyen:
Fiebre persistente
Hipotensión y taquicardia (signos de shock)
Petequias, equimosis y otras manifestaciones hemorrágicas
Ictericia (en algunos FHV como fiebre amarilla o leptospirosis)
Hepatomegalia y/o esplenomegalia
Edema facial o generalizado
Signos de disfunción neurológica[1][3]
Exploración
La exploración física debe ser minuciosa, prestando especial atención a:
Constantes vitales (temperatura, presión arterial, frecuencia cardíaca y respiratoria)
Evaluación del estado de conciencia y signos neurológicos
Búsqueda de manifestaciones hemorrágicas en piel y mucosas.
Palpación abdominal para detectar hepatomegalia o esplenomegalia
Auscultación cardiopulmonar
Evaluación del estado de hidratación[3][9]
Pruebas Diagnósticas
El diagnóstico de las FHV se basa en una combinación de resultados clínicos y pruebas de laboratorio:
Hemograma completo: puede mostrar leucopenia, trombocitopenia y anemia[9]
Pruebas de coagulación: para evaluar alteraciones en la hemostasia
Bioquímica sanguínea: para valorar la función renal y hepática
Pruebas específicas:
Detección de antígenos virales
Serología (IgM e IgG)
RT-PCR para detección del genoma viral[1][3]
Es fundamental realizar estas pruebas en laboratorios con nivel de bioseguridad adecuado (BSL-3 o BSL-4)[2].
Manejo de emergencias
El manejo de las FHV en servicios de emergencia debe centrarse en:
Aislamiento del paciente y medidas de protección para el personal sanitario.
Estabilización hemodinámica:
Reposición de fluidos y electrolitos
Manejo del shock si está presente
Tratamiento sintomático:
Control de la fiebre
Manejo del dolor
Prevención y tratamiento de hemorragias
Soporte de órganos en caso de fallo multiorgánico
Administración de antivirales específicos cuando estén disponibles (ej. ribavirina para algunos FHV)[3][5]
Es crucial la notificación inmediata a las autoridades sanitarias ante la sospecha de una FHV para implementar medidas de control epidemiológico[1].
Las fiebres hemorrágicas virales representan un desafío diagnóstico y terapéutico que requiere un abordaje multidisciplinario y medidas estrictas de bioseguridad. La sospecha clínica temprana y el manejo adecuado son fundamentales para mejorar el pronóstico y prevenir la propagación de estas enfermedades potencialmente devastadoras.
Citas:
[3] https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/viral-hemorrhagic-fevers/diagnosis-treatment/drc-20351266
[5] https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/viral-hemorrhagic-fevers/symptoms-causes/syc-20351260
[6] https://www.elsevier.es/es-revista-enfermedades-infecciosas-microbiologia-clinica-28-articulo-dengue-otras-fiebres-hemorragicas-virales-13081571
[7] https://www.msdmanuals.com/es/hogar/infecciones/arbovirus-arenavirus-filovirus/introducción-a-las-fiebres-hemorrágicas
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