MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La fiebre de Marburg es una enfermedad viral grave, a menudo mortal, causada por el virus de Marburg, un miembro de la familia Filoviridae , que también incluye al virus del Ébola. Esta enfermedad se caracteriza por un inicio abrupto de síntomas y una alta tasa de mortalidad, que puede variar entre el 24% y el 88% en diferentes brotes[2][4].
Síntomas
Los síntomas de la fiebre de Marburg suelen aparecer entre 2 y 21 días después de la infección. Los primeros signos incluyen:
Fiebre alta y repentina
Dolor de cabeza intenso
General de Malestar
Dolores musculares
Náuseas y vómitos
diarrea acuosa
Calambres abdominales
Erupciones cutáneas
Hemorragias (en fases avanzadas), que pueden incluir sangre en vómitos y heces, así como hemorragias nasales y vaginales[1][2][4].
Signos clínicos
Durante la exploración física, se pueden observar varios signos clínicos:
Fiebre alta
Conjuntivitis inyectada
Erupción cutánea (que puede aparecer entre 2 y 7 días después del inicio)
Hemorragias en encías, nariz o en otros sitios del cuerpo
Alteraciones neurológicas como confusión o irritabilidad[3][5].
Exploración
La evaluación inicial de un paciente con sospecha de fiebre de Marburg debe incluir una historia clínica detallada, enfocándose en la exposición a áreas endémicas o contacto con personas infectadas. Se debe realizar un examen físico completo para identificar signos de fiebre hemorrágica viral y descartar otras enfermedades infecciosas[5][8].
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico de la fiebre de Marburg puede ser complicado debido a la similitud de sus síntomas con otras enfermedades tropicales. Las pruebas diagnósticas incluyen:
Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) : es la prueba más confiable y puede detectar el virus desde los primeros días de la enfermedad.
Pruebas ELISA : para detectar anticuerpos IgM e IgG, que son útiles en las etapas posteriores[2][4][6].
Estas pruebas deben realizarse en laboratorios con altos niveles de bioseguridad debido al riesgo biológico que representan las muestras[5].
Manejo de emergencias
El manejo inicial en emergencias para pacientes con fiebre de Marburg incluye:
Aislamiento inmediato del paciente para prevenir la transmisión.
Proporcionar cuidados de soporte, que incluyen rehidratación intravenosa u oral, manejo sintomático y tratamiento de infecciones secundarias.
Uso estricto de equipos de protección personal (EPP) por parte del personal sanitario.
Es fundamental implementar medidas comunitarias para prevenir nuevos contagios, como el seguimiento de contactos y la educación sobre prácticas seguras durante el cuidado y entierro de los fallecidos[1][7][9].
La fiebre de Marburg representa un desafío significativo para la salud pública debido a su alta letalidad y potencial para brotes epidémicos. La vigilancia activa y el manejo adecuado son esenciales para contener su propagación.
Citas
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