MANUAL MINORS
La fascitis plantar es una de las causas más comunes de dolor en el talón. Se produce por la inflamación de la fascia plantar, un tejido grueso que conecta el hueso del talón con los dedos y que ayuda a sostener el arco del pie.
La afección ocurre generalmente por sobrecarga o tensión excesiva en la fascia, y se presenta con dolor agudo en la base del talón, especialmente al dar los primeros pasos después de estar en reposo o al inicio de la actividad física.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en la presentación clínica de dolor en la parte inferior del talón, especialmente en la mañana o después de periodos prolongados de inactividad. La exploración física revela sensibilidad en la zona de inserción de la fascia plantar en el calcáneo.
Las pruebas de imagen, como la ecografía o la resonancia magnética (RM), pueden confirmar la inflamación y descartar otras causas de dolor en el talón, aunque rara vez son necesarias para el diagnóstico clínico.
Diagnóstico diferencial
Condición | Diferencia clave |
---|---|
Espolón calcáneo | Puede coexistir con fascitis plantar, visible en radiografías del talón. |
Neuroma de Morton | Dolor neuropático en la planta del pie, generalmente entre los dedos, no en el talón. |
Tendinopatía aquilea | Dolor en la parte posterior del talón, no en la planta. |
Fractura por estrés del calcáneo | Dolor más constante, sin relación con los primeros pasos o reposo. |
Manejo en Emergencias
En el manejo inicial de urgencias, se recomiendan medidas para reducir la inflamación y el dolor, como reposo, aplicación de hielo en la zona afectada y el uso de analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
Es fundamental instruir al paciente en evitar actividades que exacerben el dolor, como estar de pie prolongadamente o correr. El uso de taloneras o plantillas ortopédicas puede proporcionar alivio inmediato al reducir la tensión sobre la fascia plantar.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento conservador es la piedra angular, incluyendo fisioterapia dirigida a estiramientos del tendón de Aquiles y la fascia plantar. También se recomienda cambiar el calzado por uno con soporte adecuado.
En casos crónicos, las inyecciones de corticosteroides pueden ser útiles para reducir la inflamación. Si no se consigue alivio con medidas conservadoras después de varios meses, la cirugía (fasciectomía plantar) puede ser considerada, aunque es poco común. La mayoría de los pacientes mejoran significativamente con tratamiento no quirúrgico.
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