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Enfermedad trofoblástica gestacional

Actualizado: 12 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



La enfermedad trofoblástica gestacional (ETG) comprende un grupo de trastornos relacionados con el embarazo que se caracterizan por la proliferación anormal del tejido trofoblástico. Esta condición abarca desde lesiones benignas como la mola hidatiforme hasta neoplasias malignas como el coriocarcinoma[1][2].


Síntomas


Los síntomas de la ETG pueden variar, pero incluyen:


  • Sangrado vaginal anormal durante el primer trimestre del embarazo[2][5]

  • Náuseas y vómitos intensos, a menudo más severos que en un embarazo normal[2][5]

  • Dolor o presión pélvica[5]

  • Expulsión de tejido con apariencia de “uvas” por la vagina[2]

  • Síntomas de hipertiroidismo, como intolerancia al calor, taquicardia y pérdida de peso inexplicable[2]


Signos Clínicos


Los signos clínicos más relevantes en la ETG incluyen:


  • Crecimiento uterino rápido o desproporcionado para la edad gestacional[2][5]

  • Niveles anormalmente elevados de gonadotropina coriónica humana (hCG)[1][4]

  • Preeclampsia de aparición temprana (antes de las 20 semanas de gestación)[2][5]

  • Quistes tecaluteínicos ováricos[2]

  • Hipertiroidismo clínico[2]


Exploración


Durante la exploración física, el médico puede encontrar:


  • Útero aumentado de tamaño en relación con la edad gestacional[5]

  • Ausencia de latidos fetales[5]

  • Sangrado vaginal activo[5]

  • Signos de hipertiroidismo como taquicardia o temblor fino[2]

  • Signos de preeclampsia como hipertensión y edema[2][5]


Pruebas Diagnósticas


El diagnóstico de la ETG se basa en una combinación de hallazgos clínicos y pruebas complementarias:


  • Determinación cuantitativa de hCG en sangre: Niveles anormalmente elevados sugieren ETG[1][4]

  • Ecografía pélvica: Muestra la característica imagen en “tormenta de nieve” en casos de mola hidatiforme[2][5]

  • Radiografía de tórax: Para descartar metástasis pulmonares[2]

  • Tomografía computarizada o resonancia magnética: En casos de sospecha de enfermedad metastásica[2]

  • Examen histopatológico del tejido obtenido tras la evacuación uterina: Confirma el diagnóstico y clasifica el tipo de ETG[1][4]


Manejo de emergencias


El manejo de emergencia de la ETG requiere un enfoque multidisciplinario:


  1. Estabilización hemodinámica: Control del sangrado y reposición de volumen si es necesario[3]

  2. Evaluación rápida: Realizar pruebas de laboratorio (incluyendo hCG, hemograma, pruebas de coagulación) y ecografía pélvica[3][5]

  3. Tratamiento del hipertiroidismo: Si está presente, administre betabloqueantes antes de la evacuación uterina para prevenir una crisis tirotóxica[2][8]

  4. Evacuación uterina: Generalmente mediante aspiración por vacío, impidiendo el uso de oxitocina hasta completar la evacuación[3][8]

  5. Monitorización post-evacuación: Seguimiento seriado de niveles de hCG para detectar enfermedad persistente o recurrente[4][8]

  6. Quimioprofilaxis: Considerar en pacientes de alto riesgo para prevenir la progresión a neoplasia trofoblástica gestacional[8]


El ETG representa un espectro de condiciones que requieren un alto índice de sospecha, diagnóstico precoz y manejo adecuado para optimizar los resultados. El seguimiento a largo plazo es crucial para detectar y tratar oportunamente cualquier recurrencia o transformación maligna.


Citas


 
 
 

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