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Enfermedad de Parkinson


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de la Enfermedad de Parkinson


  1. Referencias y manejo inicial:


    • Las personas con sospecha de enfermedad de Parkinson deben ser referidas urgentemente, sin haber iniciado tratamiento, a un especialista en trastornos del movimiento para confirmar el diagnóstico y excluir otras posibles condiciones.


    • Si el paciente está tomando un medicamento que puede inducir parkinsonismo, como antipsicóticos o antieméticos, se debe reducir o suspender el fármaco si es apropiado. No se debe retrasar la referencia al especialista para evaluar la respuesta al cambio de medicación.


  2. Tratamiento farmacológico:


    • Levodopa es el tratamiento más eficaz y se administra con un inhibidor de la dopa-descarboxilasa (como co-careldopa o co-beneldopa) para mejorar la biodisponibilidad y reducir los efectos secundarios.


    • Los agonistas dopaminérgicos (como pramipexol o ropinirol) pueden ser utilizados en las etapas iniciales de la enfermedad o en combinación con levodopa en etapas avanzadas para reducir las fluctuaciones motoras.


    • Los inhibidores de la monoamino oxidasa tipo B (IMAO-B), como rasagilina, selegilina o safinamida, también pueden ser utilizados en fases tempranas para aliviar los síntomas motores y retrasar la necesidad de levodopa.


    • Para controlar las fluctuaciones motoras y discinesias que suelen aparecer con el uso prolongado de levodopa, se pueden añadir inhibidores de la catecol-O-metiltransferasa (COMT), como entacapona u opicapona.


    • En casos avanzados, el uso de apomorfina subcutánea o la estimulación cerebral profunda (DBS) puede ser considerado para el manejo de síntomas refractarios.


  3. Manejo de complicaciones no motoras:


    • Depresión y ansiedad: Estos síntomas son comunes en pacientes con Parkinson. Se debe tratar con antidepresivos (como ISRS) y terapias psicológicas, en coordinación con el especialista en movimiento para evitar interacciones con los medicamentos antiparkinsonianos.


    • Trastornos autonómicos: La hipotensión ortostática, los problemas de deglución, el estreñimiento y la disfunción urinaria requieren una gestión especializada. Se recomiendan medidas dietéticas y cambios en la medicación.


    • Trastornos del sueño: La higiene del sueño, y en algunos casos el uso de medicamentos como melatonina o clonazepam, pueden ayudar a controlar el trastorno del comportamiento del sueño REM.


    • Problemas urinarios y sexuales: Estos se manejan con medicamentos específicos para cada condición, como inhibidores de la fosfodiesterasa para la disfunción eréctil o ajustes en el tratamiento antiparkinsoniano para la urgencia urinaria.


  4. Manejo multidisciplinario:


    • Las personas con enfermedad de Parkinson deben ser manejadas por un equipo multidisciplinario que incluye a neurólogos, enfermeras especializadas en Parkinson, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y logopedas. Esto es crucial para abordar tanto los síntomas motores como no motores, así como las dificultades en las actividades de la vida diaria, la movilidad, el habla y la deglución.


    • Se debe ofrecer apoyo continuo a los cuidadores, incluyendo información y recursos para aliviar la carga del cuidado.


  5. Planificación avanzada y cuidados paliativos:


    • Se debe discutir la planificación avanzada del cuidado, incluyendo el pronóstico y las decisiones de final de vida. Es fundamental involucrar al paciente y a su familia en estas discusiones y ofrecer acceso a cuidados paliativos cuando sea necesario. Esto puede incluir el manejo de los síntomas en etapas avanzadas, como el dolor, la dificultad para tragar o la depresión.


Diagnóstico


  1. Criterios clínicos:


    • El diagnóstico de la enfermedad de Parkinson es clínico, basado en la presencia de bradicinesia (lentitud en la iniciación de movimientos voluntarios), junto con al menos uno de los siguientes: temblor en reposo, rigidez y/o inestabilidad postural.


    • El temblor en reposo es característico, afectando principalmente a las manos con el “temblor en cuenta de monedas” y suele mejorar con el movimiento. El temblor puede afectar otras partes del cuerpo como la mandíbula o los labios, pero raramente la cabeza.


    • Los síntomas motores generalmente comienzan de forma unilateral, pero progresan para afectar ambos lados del cuerpo con el tiempo.


    • En las primeras fases, la enfermedad puede manifestarse con síntomas no motores, como depresión, fatiga, pérdida del sentido del olfato (anosmia), y trastornos del sueño, que pueden preceder a los síntomas motores en algunos pacientes.


  2. Evaluación física:


    • La evaluación física debe incluir la búsqueda de rigidez (como la rigidez en “rueda dentada”), disminución de la expresión facial, reducción del balanceo de los brazos al caminar, y dificultades en la marcha.


    • Los signos de inestabilidad postural pueden evaluarse mediante la “prueba de tracción”, en la que se observa una tendencia a caer hacia atrás cuando el médico tira bruscamente del paciente.


  3. Pruebas diagnósticas:


    • Aunque el diagnóstico es clínico, en algunos casos se puede utilizar un DaTSCAN (una prueba de imagen nuclear) para distinguir la enfermedad de Parkinson de otros trastornos parkinsonianos. Sin embargo, no es de uso rutinario.


    • Las pruebas de respuesta a la medicación, como la mejora de los síntomas tras el inicio de levodopa, también pueden ayudar a confirmar el diagnóstico.


Diagnóstico diferencial


  1. Parkinsonismo inducido por fármacos:


    • Algunos medicamentos, como los antipsicóticos (haloperidol, risperidona) y los antieméticos (metoclopramida), pueden causar parkinsonismo. Los síntomas suelen aparecer rápidamente y ser bilaterales, sin la rigidez o temblor típicos de la enfermedad de Parkinson.


  2. Enfermedades neurodegenerativas relacionadas:


    • Atrofia multisistémica: Se presenta con disfunción autonómica severa y síntomas de parkinsonismo.


    • Parálisis supranuclear progresiva: Se caracteriza por dificultad para mover los ojos (especialmente hacia abajo), caídas tempranas y disfunción de la deglución.


    • Demencia con cuerpos de Lewy: Asociada a alucinaciones visuales prominentes y demencia junto con los síntomas parkinsonianos.


  3. Trastornos médicos:


    • El ictus y otras enfermedades cerebrovasculares pueden causar síntomas parkinsonianos, especialmente cuando hay una progresión escalonada de los síntomas.


    • Otras condiciones como el hipotiroidismo, el temblor esencial y el daño cerebral traumático también deben considerarse en el diagnóstico diferencial.


Definición


La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico y progresivo que afecta principalmente al sistema motor, causado por la pérdida de neuronas productoras de dopamina en la sustancia negra del cerebro.


Esta pérdida de dopamina provoca un déficit en la regulación de los movimientos, dando lugar a los síntomas característicos del parkinsonismo: bradicinesia, rigidez, temblor en reposo y dificultades posturales.


  • Parkinsonismo es un término que describe el conjunto de síntomas motores mencionados, y la enfermedad de Parkinson es la causa más común de parkinsonismo.


  • La enfermedad puede progresar lentamente, pero varía entre los individuos, afectando tanto la calidad de vida como la esperanza de vida, con complicaciones motoras y no motoras que se agravan con el tiempo.

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