MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La enfermedad de Crohn es una patología inflamatoria crónica que puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el año. Esta condición se caracteriza por una inflamación transmural que puede provocar complicaciones como estenosis, fístulas y abscesos[1][2].
Síntomas
Los síntomas de la enfermedad de Crohn pueden variar en intensidad y presentación, pero generalmente incluyen:
Diarrea crónica, que puede ser sanguinolenta
Dolor abdominal, frecuentemente en el cuadrante inferior derecho.
Fatiga
Pérdida de peso involuntaria
Fiebre
Anorexia
Tenesmo (sensación de evacuación incompleta)[1][3]
En algunos casos, especialmente en niños, pueden predominar manifestaciones extraintestinales como artritis, retraso en el crecimiento o fiebre de origen desconocido[5].
Signos Clínicos
Los signos clínicos observables en pacientes con enfermedad de Crohn incluyen:
Masa abdominal palpable
Sensibilidad abdominal a la palpación.
Fístulas perianales
Fisuras anales
Úlceras orales
Manifestaciones cutáneas como eritema nudoso.
Artritis periférica
Uveítis o epiescleritis[1][3][5]
Exploración
La exploración física en pacientes con sospecha de enfermedad de Crohn debe incluir:
Examen abdominal completo, buscando masas, distensión o sensibilidad.
Inspección perianal y rectal para identificar fístulas, fisuras o abscesos
Examen de la cavidad oral en busca de úlceras.
Evaluación de las articulaciones para detectar signos de artritis.
Examen de la piel para identificar manifestaciones cutáneas.
Control de signos vitales, incluyendo temperatura[3][5]
Pruebas Diagnósticas
El diagnóstico de la enfermedad de Crohn se basa en una combinación de resultados clínicos, endoscópicos, radiológicos e histológicos. Las pruebas diagnósticas más utilizadas incluyen:
Análisis de sangre: hemograma completo, marcadores inflamatorios (PCR, VSG), perfil hepático y albúmina[5][7]
Análisis de heces: para descartar infecciones y evaluar la calprotectina fecal[7]
Endoscopia:
Colonoscopia con ileoscopia: permite visualizar lesiones y tomar biopsias
Endoscopia alta: en casos de sospecha de afectación del tracto digestivo superior[3][5]
Estudios de imagen:
Enterografía por TC o RM: para evaluar el intestino delgado
Radiografías con contraste baritado.
Ecografía abdominal[3][5][7]
Cápsula endoscópica: útil para visualizar lesiones en el intestino delgado[5]
Biopsia: para confirmar el diagnóstico histológico[3]
Manejo de emergencias
El manejo de la enfermedad de Crohn en el servicio de emergencias se centra en:
Evaluación rápida de la gravedad: incluyendo signos vitales, estado de hidratación y posibles complicaciones agudas.
Reanimación con líquidos intravenosos si hay deshidratación
Control del dolor: con analgésicos apropiados
Antibióticos: en caso de sospecha de complicaciones infecciosas como abscesos
Corticosteroides intravenosos: en casos de brotes graves
Estudios de imagen urgentes: para descartar complicaciones como obstrucción intestinal o perforación
Consulta con gastroenterología y cirugía: para determinar la necesidad de intervención quirúrgica urgente
Tromboprofilaxis: debido al mayor riesgo de eventos tromboembólicos[1][3][5]
Es crucial un enfoque multidisciplinario para el manejo óptimo de estos pacientes en el servicio de emergencias, con el objetivo de estabilizar al paciente y prevenir complicaciones potenciales mortales.
Citas
[5] https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-gastrointestinales/enfermedad-inflamatoria-intestinal-ibd/enfermedad-de-crohn
[7] https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-digestivas/enfermedad-crohn/diagnostico
[8] https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/crohns-disease/diagnosis-treatment/drc-20353309
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