Eccema venoso y lipodermatoesclerosis
- EmergenciasUNO
- 27 ago 2024
- 2 Min. de lectura
MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de los Eccema venoso y lipodermatoesclerosis
Cuidado conservador:
Aplicar emolientes regularmente para mantener la piel hidratada.
Usar corticosteroides tópicos durante los brotes inflamatorios, especialmente en casos de lipodermatoesclerosis crónica.
Proporcionar autocuidado:
Elevar las piernas mientras se está en reposo.
Evitar permanecer de pie o sentado por períodos prolongados.
Realizar actividad física regular y ejercicios que favorezcan la circulación.
Mantener un peso saludable si se tiene sobrepeso u obesidad.
Complicaciones:
Tratar el dolor con analgésicos simples, como paracetamol.
Manejar infecciones con antibióticos si es necesario.
Considerar la remisión a un dermatólogo si se sospecha de dermatitis por contacto o si los síntomas no responden al tratamiento en atención primaria.
Medias de compresión:
Ofrecer medias de compresión de clase 2 (media), una vez descartada la insuficiencia arterial.
Para personas que no toleran estas medias, se puede usar compresión de clase 1 (ligera).
Referencia a especialistas:
Referir a un servicio vascular para la evaluación si el paciente presenta cambios cutáneos avanzados o complicaciones.
Remitir a un dermatólogo si el control de los síntomas es insuficiente.
Exclusión de insuficiencia arterial
Antes de prescribir medias de compresión, se debe realizar un índice tobillo-brazo (ITB) para descartar insuficiencia arterial, ya que la compresión puede empeorar el daño si hay problemas arteriales.
Diagnóstico
Historia clínica:
Evaluar síntomas como dolor, pesadez, prurito, hinchazón o fatiga en las piernas, los cuales suelen empeorar al final del día y mejorar con la elevación de las extremidades.
Identificar factores de riesgo, como antecedentes de TVP o inmovilidad.
Examen físico:
Evaluar los cambios en la piel de las piernas, que pueden incluir:
Hiperpigmentación: Manchas marrones o rojas en la piel debido a la deposición de hemosiderina.
Eccema venoso: Piel roja, escamosa y con prurito.
Lipodermatoesclerosis: Piel endurecida y tensa, que en casos graves da a la pierna una apariencia de “botella de champán invertida”.
Examinar las piernas en busca de venas varicosas y edema con fóvea.
Evaluar complicaciones, como infecciones y úlceras venosas.
Diagnóstico diferencial
Celulitis: Infección bacteriana que puede confundirse con lipodermatoesclerosis aguda.
Úlceras venosas: Diferenciarlas de úlceras arteriales o neuropáticas.
Dermatitis por contacto: Reacción alérgica a productos tópicos utilizados en el tratamiento de la insuficiencia venosa.
Definición
El eccema venoso y la lipodermatoesclerosis son afecciones cutáneas asociadas a la insuficiencia venosa crónica. El eccema venoso se manifiesta con inflamación, prurito y descamación de la piel, mientras que la lipodermatoesclerosis causa endurecimiento y fibrosis del tejido subcutáneo.
Ambos trastornos son el resultado de la hipertensión venosa prolongada debido a la incompetencia de las válvulas venosas o el mal funcionamiento de la bomba muscular de la pantorrilla.
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