MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de Eccema venoso y lipodermatoesclerosis
Aplicación de emolientes y corticoides tópicos:
Es fundamental la aplicación regular de emolientes (al menos dos veces al día) para mantener la piel hidratada, prevenir la sequedad y reducir las exacerbaciones del eccema venoso. Los emolientes ayudan a restaurar la barrera cutánea y a reducir la inflamación.
En los brotes agudos de eccema o lipodermatoesclerosis, se recomienda el uso de corticoides tópicos. Para el eccema venoso, se puede utilizar un corticosteroide de potencia baja o media (hidrocortisona o betametasona), mientras que para la lipodermatoesclerosis, que presenta inflamación crónica más intensa, es necesario un corticosteroide de alta potencia.
Manejo de complicaciones:
Dolor: se aconseja el uso de analgésicos simples, como paracetamol, con o sin codeína, para aliviar el dolor en las fases agudas.
Infección: si hay signos de infección (como ampollas, costras infectadas o exudación), se puede considerar un tratamiento con antibióticos tópicos u orales, según la gravedad.
Dermatitis por contacto: si se sospecha una reacción alérgica a productos tópicos, como cremas o vendajes, se debe referir al paciente a un dermatólogo para la realización de pruebas de parche y evitar futuros contactos con alérgenos.
Consejos de autocuidado:
Evitar lesiones en la piel, ya que cualquier daño cutáneo puede desencadenar ulceración.
Elevación de las piernas por encima del nivel de las caderas cuando se descansa para reducir el edema y mejorar el retorno venoso.
Mantenerse activo físicamente, con ejercicios de las piernas para estimular la bomba muscular de los músculos de la pantorrilla.
Pérdida de peso en caso de sobrepeso u obesidad, ya que la disminución del peso alivia la presión sobre las venas de las piernas.
Evitar estar de pie durante largos periodos y usar calzado adecuado para minimizar el trauma en los pies y las piernas.
Compresión con medias elásticas:
Es esencial ofrecer medias de compresión graduada tras descartar insuficiencia arterial. Las medias de clase 2 (compresión media) son las más utilizadas, aunque en personas con dificultad para tolerarlas se puede optar por las de clase 1 (compresión leve). En casos graves, pueden indicarse medias de clase 3 (compresión fuerte).
El uso de medias de compresión es clave para prevenir la progresión de la insuficiencia venosa y reducir el riesgo de ulceración.
Derivación a especialistas:
Considerar la derivación a un servicio vascular si los síntomas no mejoran con el manejo en atención primaria o si el paciente presenta varices graves o úlceras venosas.
Derivar a un dermatólogo si el eccema o la lipodermatoesclerosis no responden adecuadamente al tratamiento o si se sospecha una dermatitis por contacto.
Diagnóstico
Historia clínica:
Preguntar sobre síntomas asociados de insuficiencia venosa crónica, como pesadez, dolor, picazón, hinchazón, fatiga en las piernas y molestias que empeoran al final del día y mejoran con la elevación de las piernas.
Evaluar factores de riesgo como la inmovilidad, antecedentes de trombosis venosa profunda (TVP), varices, antecedentes de úlceras venosas o celulitis previas.
Examen físico:
Documentar la naturaleza y severidad de los cambios cutáneos. Estos generalmente ocurren en la parte inferior de las piernas y son bilaterales. Entre los cambios cutáneos venosos destacan:
Hiperpigmentación: el oscurecimiento de la piel, especialmente en áreas que rodean los tobillos, es causado por la deposición de hemosiderina, debido a la extravasación de glóbulos rojos.
Eccema venoso: piel roja, escamosa, con picazón y, a veces, presencia de ampollas o costras.
Lipodermatoesclerosis: puede ser aguda o crónica. En su fase aguda, presenta inflamación dolorosa que puede confundirse con celulitis. En la fase crónica, la piel se vuelve dura, engrosada y adopta un color rojo o marrón, dando lugar a una apariencia característica de “botella de champaña invertida” en el área afectada.
Atrofia blanca: zonas atróficas de color blanco rodeadas de puntos rojos y pigmentación marrón en los bordes.
Evaluar otros signos de insuficiencia venosa, como varices, edema con fóvea y posibles complicaciones como infecciones o úlceras en las piernas.
Evaluación de complicaciones:
Evaluar la presencia de infección (celulitis o impetiginización) o úlceras venosas, que son complicaciones frecuentes en la insuficiencia venosa avanzada.
Exclusión de insuficiencia arterial:
Antes de aplicar medias de compresión, se debe medir el índice tobillo-brazo (ITB) para descartar insuficiencia arterial. Un ITB inferior a 0.8 sugiere una enfermedad arterial significativa, en cuyo caso las medias de compresión deben usarse con precaución o bajo supervisión especializada.
Diagnóstico Diferencial
Eccema venoso:
Es una forma de dermatitis inflamatoria que ocurre como resultado de la hipertensión venosa crónica. Se caracteriza por enrojecimiento, picazón, descamación y, en algunos casos, la formación de ampollas y costras.
Lipodermatoesclerosis:
Es una condición crónica y progresiva que afecta la piel y los tejidos subcutáneos, provocando fibrosis y endurecimiento. En su fase aguda puede confundirse con celulitis o flebitis debido a la inflamación dolorosa. En su forma crónica, produce una apariencia típica de “botella de champaña invertida” en la pierna afectada debido a la fibrosis de la piel.
Definición
El eccema venoso y la lipodermatoesclerosis son manifestaciones cutáneas relacionadas con la insuficiencia venosa crónica. El eccema venoso, también conocido como eccema varicoso, estasis o gravitacional, es una dermatitis inflamatoria que se presenta con enrojecimiento, picazón y descamación de la piel en las piernas.
La lipodermatoesclerosis es una condición crónica que implica inflamación y fibrosis de la piel y los tejidos subcutáneos, resultando en endurecimiento, dolor y cambios de coloración. Ambos trastornos son causados por la hipertensión venosa sostenida, que es consecuencia de la incompetencia valvular venosa o un mal funcionamiento de la bomba muscular de la pantorrilla, lo que lleva a una acumulación de presión en las venas de las piernas.
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