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Dolor de Hombro

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de Dolor de Hombro


El manejo del dolor de hombro varía según la causa subyacente, la gravedad de los síntomas y la respuesta al tratamiento inicial. Las estrategias de manejo incluyen las siguientes:


  1. Explicación y educación:


    • Explicar al paciente la posible causa de su dolor de hombro y las expectativas de recuperación. Es importante resaltar que la mayoría de los problemas del hombro tienden a ser autolimitados, pero el tiempo de recuperación puede ser prolongado, a menudo de 6 meses o más.


    • Se debe proporcionar información escrita sobre las causas y el manejo del dolor de hombro, como el folleto sobre el dolor de hombro de Versus Arthritis.


  2. Manejo del dolor:


    • Ofrecer paracetamol como tratamiento de primera línea. Si no es eficaz, considerar el uso de AINEs (como ibuprofeno) o codeína, teniendo en cuenta las posibles contraindicaciones y los efectos secundarios. Si los AINEs no muestran un beneficio temprano, suspender su uso.


    • En casos de dolor severo o inflamación significativa, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides, preferiblemente junto con un anestésico local. Estas inyecciones pueden ayudar a reducir la inflamación en trastornos como las tendinopatías del manguito rotador o la capsulitis adhesiva.


    • Para personas con diabetes, advertir que los corticosteroides pueden causar una elevación transitoria de los niveles de glucosa, y es necesario un seguimiento cercano de la glucosa en sangre tras la inyección.


  3. Fisioterapia y ejercicios:


    • Considerar una derivación a fisioterapia para enseñar ejercicios diseñados para mejorar la movilidad, reducir el dolor y fortalecer los músculos del hombro.


    • La fisioterapia temprana es particularmente importante en condiciones como el hombro congelado y los trastornos del manguito rotador. Los ejercicios deben ser de baja intensidad y alta frecuencia, manteniéndose dentro de los límites del dolor.


  4. Modificación de actividades:


    • Aconsejar al paciente modificar actividades que empeoren el dolor, como el levantamiento de objetos pesados o las actividades por encima de la cabeza. Sin embargo, se debe animar al paciente a realizar movimientos normales dentro de lo posible para evitar la rigidez articular.


    • Reposo relativo en la fase aguda del dolor, pero evitando una inmovilización prolongada para prevenir la pérdida de función.


  5. Inyecciones de corticosteroides:


    • Considerar una inyección de corticosteroides intraarticulares para aliviar el dolor y la inflamación en personas con dolor moderado a severo, especialmente en casos de tendinopatías del manguito rotador o hombro congelado.


    • No administrar más de dos inyecciones en la misma articulación en un periodo corto, debido al riesgo de daño tendinoso. Si la primera inyección no es eficaz, reconsiderar el diagnóstico.


  6. Revisión y seguimiento:


    • Revalorar al paciente después de 2 semanas de manejo inicial para evaluar el progreso y ajustar el tratamiento si es necesario.


    • Si el dolor y la funcionalidad no mejoran después de 3 meses de tratamiento conservador, se debe considerar la derivación a un especialista en ortopedia.


    • Referencias urgentes deben considerarse si hay sospecha de lesión traumática aguda, artritis séptica, fractura o desgarro agudo del manguito rotador.


  7. Derivación a especialistas:


    • Referir a un especialista en ortopedia si el paciente presenta dolor severo o limitación funcional persistente después de un tratamiento conservador de varios meses.


    • Se recomienda derivar de forma urgente en caso de banderas rojas como sospecha de malignidad, infección articular, o lesión neurológica.


Diagnóstico


El diagnóstico del dolor de hombro comienza con una evaluación exhaustiva que incluye la historia clínica detallada y el examen físico, con el objetivo de identificar la causa subyacente y posibles banderas rojas que puedan indicar una patología grave.


  1. Historia clínica:


    • Características del dolor: Es crucial conocer el inicio del dolor, su duración, su localización, y si el dolor es continuo o intermitente. Se debe preguntar sobre la intensidad del dolor, la presencia de dolor nocturno que interfiere con el sueño y si el dolor empeora con el movimiento o en reposo.


    • Trauma previo: Preguntar si ha habido algún trauma reciente o actividad intensa que pudiera haber desencadenado el dolor, como levantar objetos pesados o movimientos repetitivos por encima de la cabeza.


    • Inestabilidad: Investigar si el paciente ha tenido episodios previos de dislocación o si tiene la sensación de que el hombro podría salirse de lugar durante ciertas actividades.


    • Síntomas sistémicos: Identificar cualquier síntoma sistémico, como fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso o síntomas respiratorios, que puedan sugerir una infección, malignidad o enfermedad inflamatoria.


  2. Examen físico:


    • Inspección: Observar ambos hombros, comparando el afectado con el sano. Se debe buscar atrofia muscular, hinchazón, deformidades o equimosis.


    • Palpación: Palpar las estructuras del hombro, incluidas las articulaciones acromioclavicular y glenohumeral, y evaluar la sensibilidad, el calor, la inflamación y la presencia de crepitación.


    • Movilidad: Evaluar el rango de movimiento activo y pasivo del hombro, buscando limitaciones en la flexión, abducción, rotación interna y rotación externa.


    • Pruebas funcionales: Realizar pruebas específicas como la prueba del arco doloroso (dolor entre 70-120 grados de abducción) y el test de cruce de brazo, que puede indicar enfermedad de la articulación acromioclavicular.


  3. Investigaciones adicionales:


    • Generalmente, las radiografías o pruebas de laboratorio no son necesarias en la evaluación inicial, a menos que se sospeche una condición grave como artritis séptica, artritis inflamatoria, polimialgia reumática o malignidad.


    • Considerar una radiografía del hombro si hay antecedentes de trauma, si los síntomas persisten por más de 4 semanas, o si se sospecha artritis.


Diagnóstico Diferencial


El dolor de hombro puede tener causas tanto intrínsecas del hombro como dolores referidos de otras partes del cuerpo. Los principales diagnósticos diferenciales incluyen:


  1. Dolor de hombro de origen intrínseco:


    • Trastornos del manguito rotador: Incluyen la tendinopatía, bursitis subacromial y desgarros.


    • Hombro congelado (capsulitis adhesiva): Se caracteriza por dolor y rigidez progresiva.


    • Osteoartritis glenohumeral: Dolor profundo en la articulación, asociado con rigidez.


    • Artritis séptica: Dolor intenso acompañado de fiebre, enrojecimiento y malestar general.


  2. Dolor referido de otras estructuras:


    • Dolor cervical: La radiculopatía cervical puede causar dolor que se irradia al hombro.


    • Dolor cardíaco: La angina de pecho o un infarto de miocardio pueden referir dolor al hombro izquierdo.


    • Polimialgia reumática: Causa dolor y rigidez en los hombros, particularmente en personas mayores.


Definición


El dolor de hombro es un síntoma común que puede originarse en el propio hombro o ser referido desde otra área del cuerpo. Las causas más frecuentes incluyen trastornos del manguito rotador, hombro congelado, artritis y dolor referido desde el cuello, corazón o pulmones.


Este dolor puede ser agudo o crónico y tiene un impacto significativo en la funcionalidad y calidad de vida del paciente. Las causas intrínsecas suelen involucrar lesiones mecánicas o inflamatorias del propio hombro, mientras que el dolor referido puede indicar una patología más grave en otra parte del cuerpo, como una enfermedad cardíaca o pulmonar.

 
 
 

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