Dolor de garganta agudo
- EmergenciasUNO
- 25 ago 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 12 feb
MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de el Dolor de garganta agudo
El manejo del dolor de garganta agudo se basa en tratar los síntomas, identificar posibles complicaciones y determinar si es necesario utilizar antibióticos o no. Las principales estrategias de manejo incluyen:
Tratamiento sintomático:
Paracetamol e ibuprofeno: Se recomienda el uso regular de estos analgésicos y antipiréticos para aliviar el dolor y reducir la fiebre. Ambos fármacos son eficaces para el manejo de la inflamación y malestar general.
Hidratación adecuada: Mantener una ingesta adecuada de líquidos es fundamental para evitar la deshidratación, especialmente si el dolor al tragar reduce el consumo de alimentos o líquidos.
Evitar irritantes: Las bebidas calientes pueden agravar el dolor, por lo que se recomienda evitarlas temporalmente.
Criterios para la prescripción de antibióticos:
La mayoría de los dolores de garganta agudos son de origen viral y no requieren antibióticos. Sin embargo, en casos donde la infección bacteriana es probable, especialmente por estreptococo del grupo A (GAS), se debe evaluar la posibilidad de recetar antibióticos.
Las herramientas FeverPAIN y Centor se utilizan para predecir la probabilidad de una infección bacteriana y guiar la decisión sobre el tratamiento con antibióticos:
FeverPAIN: Un puntaje basado en fiebre, exudado purulento, inflamación grave de las amígdalas y ausencia de tos o coriza.
Centor: Puntaje que incluye exudado amigdalino, fiebre mayor de 38°C, linfadenopatía cervical anterior dolorosa y ausencia de tos.
Un puntaje alto sugiere la necesidad de antibióticos, mientras que un puntaje bajo generalmente no lo justifica.
Prescripción de antibióticos:
Si los síntomas y los puntajes clínicos sugieren una infección estreptocócica, se recomienda prescribir fenoximetilpenicilina como tratamiento de primera línea.
Para aquellos con alergia a la penicilina, se puede optar por claritromicina o eritromicina (esta última en mujeres embarazadas alérgicas a la penicilina).
Cuidado especializado:
Las personas con amigdalitis recurrente (definida como más de 7 episodios por año, 5 por año durante dos años o 3 por año durante tres años) pueden ser candidatos para una amigdalectomía. En estos casos, se debe considerar la derivación a un especialista en otorrinolaringología.
Remisión de urgencia:
Los pacientes con signos de complicaciones graves como estridor, dificultad para respirar, deshidratación clínica, o un absceso periamigdalino deben ser remitidos de manera inmediata. También es importante derivar a pacientes con causas menos comunes pero potencialmente graves, como epiglotitis aguda o síndrome de Lemierre.
Diagnóstico
El diagnóstico de un dolor de garganta agudo implica una evaluación exhaustiva de los síntomas y un examen físico para determinar la causa subyacente, que puede ser viral, bacteriana o incluso no infecciosa.
Examen físico:
Se debe realizar un examen del cuello y la garganta para detectar signos de inflamación, exudado o linfadenopatía cervical.
En casos de faringitis, es común encontrar exudado faríngeo y linfadenopatía. En la amigdalitis, las amígdalas suelen estar agrandadas, enrojecidas y con exudado.
Síntomas asociados:
Los pacientes suelen presentar fiebre, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y, en ocasiones, dolor abdominal, especialmente en niños.
Rinorrea, congestión nasal y tos son más frecuentes en infecciones virales.
Criterios clínicos (FeverPAIN y Centor):
Se utilizan para determinar la probabilidad de infección bacteriana, especialmente por estreptococo del grupo A. Basándose en estos criterios, se puede decidir si es apropiado prescribir antibióticos.
Evaluación de la gravedad:
Es fundamental estar alerta ante signos de deshidratación en casos en los que el dolor sea lo suficientemente intenso como para reducir la ingesta de líquidos.
En los niños, se debe preguntar a los cuidadores sobre la cantidad de pañales mojados y vigilar los signos de deshidratación, como turgencia cutánea reducida y tiempo de llenado capilar prolongado.
Diagnóstico Diferencial
El diagnóstico diferencial del dolor de garganta incluye una variedad de causas infecciosas, tanto comunes como raras, y algunas no infecciosas.
Infecciones virales comunes:
Resfriado común, gripe, fiebre faringoconjuntival (adenovirus), COVID-19 y mononucleosis infecciosa.
Infecciones bacterianas comunes:
Faringitis estreptocócica (GAS), faringitis gonocócica, difteria.
Infecciones raras:
Herpangina, asociada a pequeños vesículos en el paladar.
Enfermedad mano-pie-boca, que afecta principalmente a niños menores de 4 años.
Faringitis gonocócica, más común en personas sexualmente activas.
Difteria, rara pero posible en personas no vacunadas.
Faringitis herpética, que puede presentar úlceras superficiales en el paladar y fiebre.
Causas no infecciosas:
Irritación física por reflujo gastroesofágico, tabaquismo o la presencia de una sonda nasogástrica.
Fiebre del heno o rinitis alérgica.
Enfermedad de Kawasaki, que rara vez se manifiesta como dolor de garganta sin exudado, generalmente en niños pequeños.
Definición
El dolor de garganta agudo se refiere a una sensación de dolor o malestar en la parte posterior de la boca o garganta, causado en la mayoría de los casos por infecciones virales o bacterianas. Las descripciones clínicas incluyen:
Faringitis aguda: Inflamación de la faringe, la región de la garganta situada detrás del paladar blando.
Amigdalitis: Inflamación de las amígdalas, que puede ocurrir de forma aislada o junto con faringitis.
El dolor de garganta agudo es una condición autolimitada, generalmente causada por infecciones virales o bacterianas. La mayoría de los casos se resuelven por sí solos en un periodo de 3 a 7 días sin necesidad de tratamiento con antibióticos.
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