MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo del Dolor de cuello - Tortícolis aguda
La tortícolis aguda, también conocida como cuello torcido, es una condición dolorosa que implica espasmos musculares en el cuello, lo que provoca dificultad para mover la cabeza y el cuello en una dirección específica.
Generalmente se debe a irritación musculoesquelética menor, aunque a menudo no se identifica una causa clara. Puede estar relacionada con una mala postura, dormir en una posición incómoda o el uso prolongado de una computadora sin el soporte adecuado para el cuello.
Medidas de alivio y tratamiento inicial:
Analgésicos: Se recomienda el uso de analgésicos orales de venta libre, como el paracetamol o los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), como el ibuprofeno, para reducir el dolor y la inflamación.
Aplicación de calor o frío: Aplicar compresas frías o calientes de manera intermitente puede ser útil para reducir el espasmo muscular y aliviar el dolor.
Reposo relativo: Aunque se debe evitar la inactividad prolongada, se recomienda reducir temporalmente actividades que puedan empeorar el dolor, como movimientos bruscos o cargar objetos pesados.
Fisioterapia: En casos donde el dolor persista, se puede considerar la referencia a fisioterapia para realizar ejercicios de movilidad cervical que ayuden a restaurar la flexibilidad y aliviar el dolor.
Postura adecuada: Se debe aconsejar a los pacientes mantener una postura correcta durante el día, evitar inclinar el cuello hacia adelante por períodos prolongados y asegurarse de tener un soporte adecuado para el cuello mientras duermen, utilizando una almohada baja y firme.
Recomendaciones adicionales:
Ejercicios de estiramiento suaves: Incluir ejercicios de estiramiento del cuello para mejorar la movilidad. Ejemplos incluyen rotaciones suaves del cuello y estiramientos laterales controlados.
No usar collarín cervical de forma rutinaria: Aunque puede ser tentador utilizar un collarín suave, no se recomienda el uso prolongado, ya que puede limitar el movimiento natural del cuello, lo que puede prolongar el tiempo de recuperación.
Evitar conducir: No se aconseja conducir mientras se presenta tortícolis aguda, ya que la capacidad para girar el cuello y observar el tráfico puede estar seriamente limitada.
Evitar posturas que agraven el dolor: Se debe evitar sentarse o dormir en posiciones que puedan empeorar el dolor, como tener el cuello en posiciones incómodas por mucho tiempo.
Seguimiento y referencias:
Reevaluación: Si los síntomas no mejoran en 24-48 horas o si empeoran, se recomienda una reevaluación clínica.
Referencias a especialistas: En casos donde el dolor persista o si hay signos de una afección subyacente más grave (como síntomas neurológicos o fiebre), se debe considerar una referencia a un especialista.
Diagnóstico
El diagnóstico de la tortícolis aguda generalmente se basa en la evaluación clínica y la historia médica del paciente. Las pruebas adicionales no suelen ser necesarias a menos que haya signos de alerta que indiquen una patología subyacente grave.
Historia clínica detallada:
Preguntar sobre el inicio, duración y características del dolor: Se debe explorar cuándo comenzaron los síntomas, si han empeorado o mejorado y si el dolor está relacionado con actividades específicas.
Antecedentes ocupacionales: Evaluar si la tortícolis podría estar relacionada con la postura en el trabajo, como el uso de una computadora durante largos periodos de tiempo o la realización de tareas que requieran mantener la cabeza en posiciones inusuales.
Síntomas asociados: Investigar si hay otros síntomas presentes, como fiebre, pérdida de peso, dolor nocturno, antecedentes de trauma o exposición a posiciones incómodas prolongadas.
Medicamentos: Identificar si el paciente está tomando medicamentos que podrían provocar espasmos musculares o reacciones distónicas, como los antagonistas de los receptores de dopamina (metoclopramida, domperidona o antipsicóticos).
Examen físico:
Apariencia del cuello: Observar la alineación y movilidad del cuello.
Palpación: Evaluar puntos de dolor y espasmos musculares. La tortícolis aguda típicamente presenta dolor unilateral severo y espasmos palpables en los músculos del cuello.
Movilidad: Verificar la capacidad del paciente para mover el cuello en todas las direcciones. En la tortícolis aguda, generalmente hay restricción y dolor en uno o más movimientos del cuello.
Signos neurológicos: Evaluar si hay disminución de la sensación, fuerza o reflejos en las extremidades, lo que podría indicar compromiso neurológico, como radiculopatía cervical.
Signos de alerta: Excluir signos de patologías graves, como rigidez en la nuca que sugiera meningitis, fiebre alta, síntomas neurológicos o antecedentes de trauma significativo.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial de la tortícolis aguda incluye una amplia gama de condiciones que pueden causar dolor cervical y espasmos musculares:
Trastornos musculoesqueléticos:
Prolapso discal agudo: Puede causar espasmos musculares en el cuello y debe excluirse en pacientes con dolor severo y síntomas neurológicos.
Traumatismo cervical: Lesiones recientes, como latigazo cervical por un accidente automovilístico, pueden desencadenar espasmos musculares y tortícolis.
Artrosis cervical: El desgaste de las vértebras cervicales puede contribuir al dolor y la rigidez en el cuello.
Trastornos neurológicos:
Reacciones distónicas: Causadas por medicamentos, como antipsicóticos o metoclopramida.
Meningitis: Rigidez en el cuello acompañada de fiebre, dolor de cabeza y fotofobia sugiere meningitis y requiere intervención urgente.
Distrofia cervical: Un trastorno neurológico raro que provoca contracciones musculares involuntarias en el cuello.
Otras causas:
Infecciones: Amigdalitis, linfadenopatía cervical, o infecciones virales pueden causar dolor en el cuello y espasmos musculares.
Neoplasias malignas: En pacientes con antecedentes de cáncer o síntomas como pérdida de peso, el dolor cervical debe ser evaluado para descartar metástasis.
Definición
La tortícolis aguda se define como un espasmo doloroso en los músculos del cuello, que a menudo provoca una desviación del cuello hacia un lado. La tortícolis aguda es un trastorno común que se desarrolla rápidamente y se asocia típicamente con irritación local de los músculos y tendones cervicales.
Aunque la tortícolis suele resolverse por sí sola en unos pocos días, en algunos casos puede requerir tratamiento sintomático, como el uso de analgésicos, fisioterapia y modificación de la postura.
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