MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo de Dolor de cuello - Radiculopatía cervical
Tratamiento conservador:
Para personas con radiculopatía cervical que ha estado presente por menos de 4-6 semanas y no presentan signos neurológicos objetivos, se recomienda el manejo conservador, que incluye:
Reaseguramiento y educación: Explicar al paciente que la radiculopatía cervical suele mejorar sin necesidad de cirugía. Proporcionar información sobre el proceso de la enfermedad, los factores de riesgo y el pronóstico, que en general es favorable.
Alentar la actividad: Se recomienda continuar con las actividades diarias normales, incluida la actividad física moderada. El ejercicio y el movimiento son clave para evitar la rigidez y la cronicidad del dolor. Aconsejar evitar el uso de collares cervicales, ya que estos pueden prolongar los síntomas al restringir la movilidad.
Ejercicios en casa: Se pueden prescribir ejercicios suaves de fortalecimiento y estiramiento para el cuello y la columna cervical, que deben realizarse con regularidad para mejorar la flexibilidad y la fuerza.
Medicamentos analgésicos orales: Los analgésicos de primera línea incluyen antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como el ibuprofeno o naproxeno, así como paracetamol. En casos de dolor severo, se pueden usar opioides débiles como la codeína en combinación con otros analgésicos.
Tratamiento del dolor neuropático: Si el dolor tiene características neuropáticas (como ardor, hormigueo o descarga eléctrica), se puede considerar el uso de amitriptilina, duloxetina, pregabalina o gabapentina. Estos medicamentos actúan sobre el dolor neuropático y pueden ayudar a aliviar los síntomas.
Referir para fisioterapia: Los pacientes pueden beneficiarse de sesiones con un fisioterapeuta, quien puede ofrecer técnicas de terapia manual y ejercicios especializados para el dolor cervical y la radiculopatía.
Indicación de imágenes y derivación:
Imágenes no son necesarias rutinariamente, pero se pueden solicitar si los síntomas persisten más de 4-6 semanas o si hay signos neurológicos objetivos. La resonancia magnética (RM) es el estudio de elección para identificar compresión de raíces nerviosas, hernias discales o cualquier alteración estructural que cause radiculopatía.
Los estudios de rayos X o tomografías computarizadas pueden ser útiles si se sospecha de otros problemas estructurales o lesiones óseas.
Referir a especialistas si los síntomas no mejoran con el manejo conservador, si hay signos de deterioro neurológico progresivo o si se identifican signos de alerta (“red flags”) como compresión medular, infecciones, o neoplasias.
Intervenciones invasivas:
Para pacientes que no responden al tratamiento conservador, se pueden considerar intervenciones invasivas como:
Inyecciones epidurales de corticoides o anestésicos locales.
Cirugía de columna cervical en casos graves con compresión severa de las raíces nerviosas, dolor incapacitante o debilidad muscular progresiva.
Diagnóstico
El diagnóstico de la radiculopatía cervical requiere una evaluación clínica exhaustiva. Esto incluye:
Historia clínica:
Síntomas: Indagar sobre dolor en el cuello, brazos y hombros que sigue un patrón dermatómico, es decir, que coincide con el área de inervación de una raíz nerviosa. Otros síntomas incluyen alteraciones sensoriales como entumecimiento o sensación de hormigueo, así como debilidad muscular.
Ocupación e historia previa: Preguntar sobre actividades ocupacionales o deportivas que puedan haber contribuido a la compresión cervical, así como lesiones previas o infecciones.
Evaluar factores de riesgo: La presencia de cáncer previo, fiebre o infecciones recientes debe generar sospecha de patologías más graves como infecciones o malignidades.
Examen físico:
Inspección y palpación del cuello: Evaluar la movilidad del cuello y buscar zonas de sensibilidad o espasmos musculares.
Pruebas neurodinámicas: Varias pruebas pueden ayudar a confirmar el diagnóstico de radiculopatía cervical, como:
Prueba de Spurling: Flexionar y rotar el cuello mientras se aplica presión sobre la cabeza; si esto reproduce el dolor radicular en el brazo, el resultado es positivo.
Prueba de compresión del brazo: Comprimir el tercio medio del brazo y observar si se incrementa significativamente el dolor en comparación con otras áreas.
Pruebas de función neurológica: Evaluar la fuerza muscular, reflejos y sensibilidad en los brazos para identificar la raíz nerviosa afectada.
Signos de alerta:
Síntomas graves: La presencia de fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso inexplicada, dolor severo nocturno, o signos de mielopatía cervical (como debilidad progresiva, hiperreflexia o pérdida del control de esfínteres) indican la necesidad de evaluación urgente.
Diagnóstico Diferencial
Es esencial diferenciar la radiculopatía cervical de otras condiciones que pueden causar síntomas similares, tales como:
Hernia discal aguda: Puede causar compresión radicular severa.
Tortícolis aguda: Dolor cervical relacionado con espasmos musculares sin causa subyacente evidente.
Trauma cervical: Como el latigazo cervical, que causa dolor debido a una lesión traumática.
Infecciones: Meningitis o infecciones locales pueden causar rigidez y dolor en el cuello.
Neoplasias: Tumores en la columna cervical o en los tejidos adyacentes pueden comprimir las raíces nerviosas cervicales.
Definición
La radiculopatía cervical es una condición neurológica en la que la conducción a lo largo de una raíz nerviosa cervical o de sus nervios espinales se ve limitada o bloqueada, típicamente debido a la compresión o irritación de la raíz nerviosa. Esta compresión suele ser causada por hernias discales cervicales o cambios degenerativos en la columna cervical, como la espondilosis.
Los pacientes experimentan dolor cervical que se irradia hacia los hombros, brazos y manos, siguiendo el patrón de un dermatoma específico (zona de inervación de la raíz nerviosa afectada). Otros síntomas incluyen entumecimiento, hormigueo y, en algunos casos, debilidad muscular en el brazo afectado.
Comments