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Diverticulitis aguda

Actualizado: 11 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



La diverticulitis aguda es una complicación frecuente de la enfermedad diverticular, caracterizada por la inflamación y posible perforación de los divertículos colónicos. Esta condición afecta principalmente a la población de países industrializados, con una incidencia estimada del 25%[2]. A continuación, se presenta una revisión detallada de los aspectos más relevantes de esta patología.


Síntomas


Los síntomas característicos de la diverticulitis aguda incluyen:


  • Dolor abdominal, generalmente localizado en la fosa ilíaca izquierda e hipogastrio[1]

  • Fiebre

  • Náuseas y vómitos

  • Anorexia

  • Alteración del ritmo deposicional[3]


El dolor suele tener un tiempo de evolución de 12 a 48 horas[2]. En algunos casos, los pacientes pueden presentar síntomas urinarios como frecuencia, urgencia y disuria debido a la irritación vesical causada por la inflamación colónica[2].


Signos clínicos


Durante la exploración física, se pueden encontrar los siguientes signos:


  • Dolor a la palpación en cuadrante inferior izquierdo

  • Signos de peritonismo

  • Defensa abdominal

  • Masa palpable (en aproximadamente el 20% de los casos)[2][3]

  • Fiebre


En casos graves, pueden presentar signos de inestabilidad hemodinámica y shock, aunque estos son poco frecuentes[2].


Exploración


La exploración física debe incluir:


  • Palpación abdominal cuidadosa para identificar áreas de dolor y posibles masas.

  • Evaluación de signos de irritación peritoneal

  • Medición de signos vitales, incluyendo temperatura.

  • Examen pélvico en mujeres para descartar patologías ginecológicas[4]


Pruebas diagnósticas


El diagnóstico de la diverticulitis aguda se basa principalmente en:


  1. Tomografía computarizada (TC) abdominal y pélvica con contraste intravenoso: Es el estándar de oro para el diagnóstico y clasificación de la severidad[1][4]. Permite evaluar la extensión del proceso inflamatorio y detectar complicaciones[3].

  2. Análisis de sangre: Incluyendo hemograma completo y proteína C reactiva (PCR) para evaluar la respuesta inflamatoria sistémica[1][4].

  3. Análisis de orina: Para descartar patologías urinarias[4].

  4. Ecografía abdominal: Puede ser útil como estudio inicial, aunque tiene limitaciones debido a la presencia de gas intestinal[4].

  5. Colonoscopia: Se realiza una vez resuelto el episodio agudo para descartar otras patologías[6].


Manejo de emergencias


El manejo de la diverticulitis aguda en el servicio de emergencias depende de la gravedad del cuadro:


  1. Diverticulitis no complicada:


    • Tratamiento ambulatorio con analgesia y dieta líquida[2]

    • Antibioticoterapia selectiva, aunque su uso rutinario es controvertido[2]


  2. Diverticulitis complicada:


    • Ingreso hospitalario

    • Antibioticoterapia intravenosa de amplio espectro que cubre gramnegativos y anaerobios[1]

    • Reposo intestinal y fluidoterapia.

    • Drenaje percutáneo en caso de abscesos >4-5 cm[1]

    • Cirugía de emergencia en casos de perforación libre o shock séptico[1]


Es fundamental realizar una evaluacióna cuidadosa para determinar si el paciente cumple con los criterios de manejo ambulatorio o requiere hospitalización[2].


La diverticulitis aguda es una patología frecuente que requiere un diagnóstico precoz y un manejo adecuado para prevenir complicaciones. La TC abdominal es la herramienta de diagnóstico de elección, y el tratamiento debe individualizarse según la gravedad del cuadro y la presencia de complicaciones.


Citas


 
 
 

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