MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La disnea se define como la sensación subjetiva de dificultad respiratoria o falta de aire[1][3]. Es un síntoma complejo que puede originarse por diversas causas cardíacas, pulmonares y neurológicas, resultando en un mayor impulso respiratorio, aumento del trabajo respiratorio o estimulación de receptores específicos[8].
Síntomas
Los pacientes con disnea suelen describir sensaciones como:
Falta de aire o ahogo
Opresión en el pecho
Respiración trabajosa o incómoda
Sensación de no recibir suficiente aire
La intensidad y calidad de estos síntomas pueden variar según la causa subyacente[5]. Algunos pacientes experimentan disnea incluso con ejercicio leve, mientras que otros con enfermedad pulmonar avanzada pueden no sentir falta de aire[5].
Signos clínicos
Los signos clínicos asociados a la disnea incluyen:
Taquipnea (>30 respiraciones por minuto)
Uso de músculos respiratorios accesorios
Cianosis
Tiraje intercostal
Aleteo nasal
Respiración paradójica
Alteración del estado mental
En casos severos, pueden observarse signos de inestabilidad hemodinámica como hipotensión o taquicardia[1][3].
Exploración
La evaluación del paciente con disnea debe incluir:
Anamnesis detallada: Inicio, duración, factores desencadenantes y síntomas asociados.
Examen físico completo:
Inspección de la vía aérea y patrón respiratorio
Auscultación pulmonar y cardíaca
Evaluación de signos de insuficiencia cardíaca (edema, ingurgitación yugular)
Palpación de pulsos periféricos
Examen abdominal y de extremidades[1][5]
Pruebas diagnósticas
Las pruebas complementarias más frecuentes incluyen:
Oximetría de pulso
Gasometría arterial
Electrocardiograma
Radiografía de tórax
Pruebas de función pulmonar
Análisis de sangre (hemograma, bioquímica, dímero-D)
Ecocardiograma
Tomografía computarizada de tórax (en casos seleccionados)[1][3][5]
Manejo en Emergencias
El abordaje inicial en el servicio de urgencias debe seguir estos pasos:
Evaluación rápida del ABC (vía aérea, respiración, circulación)
Administración de oxígeno suplementario si es necesario
Monitorización de signos vitales
Establecimiento de acceso venoso
Realización de pruebas diagnósticas urgentes
Tratamiento específico según la causa subyacente:
Broncodilatadores para broncoespasmo
Diuréticos para insuficiencia cardíaca
Antibióticos para infecciones respiratorias
Anticoagulación para tromboembolismo pulmonar sospechado[1][6][9]
En casos de insuficiencia respiratoria severa, puede ser necesario el soporte ventilatorio no invasivo o la intubación endotraqueal[3].
La disnea es un síntoma complejo que requiere una evaluación sistemática y un manejo individualizado. El reconocimiento temprano de signos de alarma y la identificación de la causa subyacente son fundamentales para proporcionar un tratamiento adecuado y oportuno en el servicio de urgencias.
Citas
[4]https://www.ramr.org/articulos/volumen_23_numero_2/articulos_especiales/articulos_especiales_series_en_disnea_parte_1_definiciones_mecanismos_y_perspectiva_historica.pdf
[7] https://www.msdmanuals.com/es-ec/professional/trastornos-pulmonares/síntomas-de-los-trastornos-pulmonares/disnea
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