top of page

Deshidratación

MANUAL DE PEDIATRÍA



La deshidratación puede aparecer en muchas enfermedades pediátricas. Su tratamiento se basa principalmente en el manejo de líquidos, considerando:


  • Grado de deshidratación


  • Requerimientos hídricos de mantenimiento


  • Pérdidas continuas (vómitos, diarrea, etc.)


Evaluación


Signos de alarma en rojo

Evaluación más precisa


Se obtiene comparando el peso corporal premórbido (hasta 2 semanas antes) con el peso actual. Ejemplo: un niño de 10 kg que ahora pesa 9.5 kg tiene un déficit de agua de 500 mL (5% de deshidratación).


Si no hay peso previo disponible, utilizar la historia clínica y el examen físico para estimar el grado de deshidratación.


Historia clínica


  • Ingesta reciente de alimentos y líquidos (comparada con su patrón habitual)


  • Patrón de orina y deposiciones comparado con el normal


  • Presencia de pérdidas excesivas: vómitos, diarrea, poliuria


  • Uso reciente de líquidos hipertónicos o hipotónicos (fórmulas diluidas, bebidas azucaradas, solo agua)


  • Factores de riesgo para deshidratación grave o trastornos electrolíticos:


    • Lactantes <6 meses


    • Patologías gastrointestinales (síndrome de intestino corto, ileostomía, etc.)


    • Fibrosis quística


    • Insuficiencia renal


    • Uso de diuréticos


    • Trastornos metabólicos


Condiciones con mayor riesgo si se deshidratan:


  • Cardiopatías congénitas (especialmente cianóticas o con cortocircuitos)


  • Retraso en el crecimiento


  • Inmunosupresión


  • Uso de medicamentos nefrotóxicos


  • Postrasplante de órganos


Examen físico


  • Signos vitales


  • Peso actual


  • Evaluar signos clínicos según tabla de gravedad


  • Si hay signos de shock clínico (estado mental alterado, taquicardia, taquipnea, hipotensión, pulsos débiles, acidosis), tratar como emergencia


Evaluación de gravedad

Signo

Leve (<5%)

Moderada (5–9%)

Grave / Shock (≥10%)

Estado de conciencia

Alerta

Irritable o letárgico

Reducción del estado de conciencia

Frecuencia cardíaca

Normal

Normal o taquicardia leve

Taquicardia marcada

Respiración

Normal

Acelerada

Acelerada o respiración acídica profunda

Presión arterial

Normal

Normal

Hipotensión

Color de piel

Normal

Normal

Pálida o moteada

Extremidades

Cálidas

Cálidas

Frías

Pulsos periféricos

Normales

Normales

Débiles

Ojos / fontanela

No hundidos

Hundidos

Muy hundidos

Mucosas

Húmedas

Secas

Secas

Turgencia cutánea

Recuperación instantánea

Ligeramente disminuida

Disminuida

Relleno capilar central

Normal

Prolongado

Muy prolongado


Manejo


Investigaciones


  • En deshidratación leve a moderada, generalmente no son necesarias pruebas


  • Indicar electrolitos y glucosa plasmática si:


    • Se necesita hidratación IV


    • Deshidratación grave


    • Signos clínicos de alteraciones electrolíticas (hipertonía, convulsiones, piel “pastosa”, alteración del sensorio, arritmias)


    • Enfermedades preexistentes que predisponen a alteraciones electrolíticas


    • Historia de administración de líquidos no isotónicos


Tratamiento


Vía de hidratación


  • Leve a moderada: preferir rehidratación oral o por sonda nasogástrica (SNG)


  • Grave: requerirá hidratación intravenosa

En patologías como infecciones respiratorias, cetosis diabética o hipernatremia, la hidratación debe hacerse de forma más lenta

Reposición de déficit


  • Si hay shock, tratar primero con bolos de líquidos


  • El resto del déficit (5%) debe reponerse en 24–48 horas


  • Ajustar ritmo de infusión según evolución clínica


  • Si hay alteración de electrolitos, actuar con precaución y consultar guías específicas


Enfoque práctico


  1. Evaluar el grado de deshidratación


  2. Investigar causa subyacente


  3. Corregir alteraciones de electrolitos y glucosa


  4. Rehidratar con la vía adecuada, monitorear frecuentemente


Consultar con el equipo pediátrico local cuando:


  • El niño presenta signos de shock


  • Alteraciones electrolíticas relevantes o factores de riesgo de deshidratación complicada


Considerar traslado cuando:


  • Persisten signos de shock tras 40 mL/kg de líquidos en bolos


  • Alteraciones electrolíticas severas


  • Necesidad de atención superior al nivel del hospital local

Para asesoramiento de urgencia o traslados a UCI pediátrica/neonatal, contactar con el servicio de derivación regional

Criterios de alta


  • Niños con deshidratación leve, sin enfermedad de base grave


  • Plan claro de rehidratación domiciliaria


  • Considerar revisión en 48 horas en lactantes menores

 
 
 

Comentarios


bottom of page