MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La degeneración macular senil, también conocida como degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), es la principal causa de pérdida severa de visión irreversible en personas mayores de 60 años en los países desarrollados[4][5]. Esta patología afecta la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión detallada y el reconocimiento de rostros[1][2].
Síntomas
Los síntomas de la DMRE pueden variar según el tipo y la etapa de la enfermedad:
Visión central borrosa o distorsionada[1][2]
Dificultad para distinguir detalles finos y colores[1]
Aparición de manchas negras o escotomas en el campo visual central[1][5]
Metamorfopsia (distorsión de las imágenes)[5]
Reducción del contraste cromático[5]
Dificultad para leer, ver la televisión o reconocer rostros[2][5]
En la forma seca, la pérdida de visión suele ser gradual, mientras que en la forma húmeda puede ser más rápida y severa[3].
Signos Clínicos
Los principales signos clínicos de la DMRE incluyen:
Presencia de drusas (depósitos amarillentos) en la mácula[1][2]
Alteraciones pigmentarias del epitelio pigmentario retiniano (EPR)[4]
Atrofia geográfica en etapas avanzadas de la forma seca[4][7]
Neovascularización coroidea en la forma húmeda[4]
Desprendimiento del EPR[4]
Cicatrización fibrosa en etapas tardías[4]
Exploración
La exploración oftalmológica para la DMRE debe incluir:
Examen de fondo de ojo con oftalmoscopía directa e indirecta[2][6]
Evaluación de la agudeza visual central[3]
Test de la rejilla de Amsler para detectar distorsiones en la visión central[2]
Biomicroscopía con lámpara de hendidura[6]
Pruebas Diagnósticas
Las principales pruebas diagnósticas para la DMRE son:
Tomografía de coherencia óptica (OCT): permite visualizar las capas retinianas y detectar líquido subretiniano o intraretiniano[2][4]
Angiografía con fluoresceína: útil para identificar y caracterizar la neovascularización coroidea en la forma húmeda[2]
Angiografía por OCT: proporciona imágenes detalladas de los plexos vasculares retinianos sin necesidad de contraste[2]
Autofluorescencia de fondo: ayuda a evaluar la integridad del EPR y la extensión de la atrofia geográfica[7]
Manejo de emergencias
Aunque el DMRE no suele requerir manejo de emergencia, en casos de pérdida súbita de visión por la forma húmeda, se debe:
Realizar una evaluación oftalmológica completa urgente[3]
Confirmar el diagnóstico mediante OCT y angiografía con fluoresceína[2]
Iniciar tratamiento con inyecciones intravítreas de fármacos antiangiogénicos lo antes posible, idealmente en el mismo día del diagnóstico[2]
Es crucial educar a los pacientes sobre la importancia de acudir al oftalmólogo inmediatamente ante cambios repentinos en la visión, como distorsión de las imágenes o pérdida de visión central[5].
La degeneración macular senil es una patología compleja que requiere un abordaje multidisciplinario. El diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno son fundamentales para preservar la visión y la calidad de vida de los pacientes afectados. La investigación continúa en nuevas terapias y estrategias de prevención es esencial para mejorar el pronóstico de esta enfermedad.
Citas
[3] https://www.msdmanuals.com/es-ec/hogar/trastornos-oftálmicos/trastornos-de-la-retina/degeneración-macular-asociada-a-la-edad-dmae
[4] https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-degeneracion-macular-relacionada-edad-S0716864010706209
[7] https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-tratamiento-actual-degeneracion-macular-relacionada-S0716864023000718
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