¿Cómo reducir el malestar de tu hijo durante procedimientos médicos?
- EmergenciasUNO

- 25 ago
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INFORMACIÓN PARA PADRES - SALUD PEDIÁTRICA
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Muchos niños necesitarán someterse a algún procedimiento o prueba médica en algún momento de su vida. Esto puede incluir análisis de sangre, suturas, inyecciones, radiografías u otros estudios de diagnóstico por imagen.
Como madre, padre o cuidador, juegas un papel fundamental ayudando a tu hijo a sobrellevar estos procedimientos. Eres quien mejor lo conoce y puedes brindarle seguridad, consuelo y tranquilidad para que se sienta menos asustado y estresado.
¿Qué debo decir si mi hijo pregunta si le va a doler?
Es natural que los adultos intenten proteger a los niños diciéndoles que un procedimiento no va a doler o que solo dolerá un poquito. Sin embargo, estudios han demostrado que estas frases no son útiles y pueden hacer que el procedimiento parezca más aterrador.
Lo mejor es ofrecer una respuesta honesta pero sin alarmar. Por ejemplo, en lugar de decir: “Te va a doler”, puedes decir:“Algunos niños dicen que molesta un poco, otros dicen que no les molesta tanto.”
Tranquiliza a tu hijo explicando que hay muchas formas de reducir el malestar, como el uso de medicamentos, técnicas de distracción (libros, juguetes, videos) o ejercicios de respiración.
Medicamentos para reducir el dolor
Existen diversos medicamentos que pueden aliviar el dolor durante procedimientos médicos. Consulta con el personal de salud antes de la cita para conocer cuál es el más adecuado.
Crema anestésica (EMLA o similares): Adormece la piel y es muy útil para inyecciones o colocación de vías intravenosas. Debe aplicarse entre 25 y 45 minutos antes del procedimiento.
Paracetamol o ibuprofeno: Pueden ser eficaces para el dolor provocado por fracturas, colocación de yeso, curaciones, extracción de drenes, punciones lumbares, puntos de sutura o vacunación.
Sedación: Algunos medicamentos pueden reducir el miedo y la ansiedad, especialmente si el niño está muy nervioso. La sedación puede también disminuir la percepción del dolor. Consulta con el equipo médico sobre esta opción.
Solución de sacarosa
La solución de sacarosa es una mezcla especial de azúcar con agua estéril y conservantes. Puede proporcionar alivio breve y reconfortar a bebés de hasta 18 meses de edad durante procedimientos médicos.
Este líquido dulce genera un efecto calmante inmediato y estimula la liberación de sustancias que alivian el dolor de forma natural.
Se administra por vía oral (en los costados de la boca o debajo de la lengua).
Puede combinarse con un chupete para potenciar el efecto calmante.
Se da dos minutos antes del procedimiento, y pueden repetirse pequeñas dosis durante el mismo si es necesario.
No se recomienda su uso para calmar el llanto por molestias como cólicos o llanto prolongado sin causa médica.
Antes del procedimiento
Es importante que tu hijo reciba una explicación clara sobre el procedimiento. Esto puede hacerlo un profesional de salud o tú mismo con apoyo del equipo médico. Puedes hablar con tu hijo sobre:
¿Por qué es necesario el procedimiento y cómo ayudará a su cuerpo?
¿Qué pasará exactamente durante el procedimiento?
¿Dónde ocurrirá?
¿Qué puede llegar a sentir?
Cuándo explicarlo, según la edad:
Menores de 6 años: Explicar el procedimiento justo antes de que ocurra.
Mayores de 6 años: Lo ideal es conversar sobre el tema dos o tres días antes.
Existen recursos informativos diseñados para explicar los procedimientos a niños de distintas edades. Pregunta en el hospital o clínica por videos, cuentos o aplicaciones educativas.
Pide al personal médico sugerencias sobre cómo ayudar a que tu hijo se sienta más cómodo y menos asustado.
Ideas para distraer al niño
Explica a tu hijo que no concentrarse en el dolor puede hacer que lo sienta menos. Elijan juntos una técnica de distracción antes del procedimiento, incluso pueden practicarla en casa.
También es útil llevar juguetes, libros o dispositivos para usar mientras esperan.
Técnicas de distracción según la edad:
Bebés menores de 6 meses:
Cargarlos, acariciarles la cara o darles palmaditas suaves
Tener cerca a la familia
Juguetes sonoros o móviles
Canciones suaves
Lactancia o solución de sacarosa
Niños de 6 meses a 2 años:
Soplar burbujas o molinetes
Juguetes con sonidos o botones
Cantar canciones conocidas
Juguetes con luces
Leer un cuento
Niños mayores:
Respiración profunda: inflar la “panza” al inhalar
Soplar burbujas o molinetes
Juegos de contar
Libros de buscar y encontrar
Imaginación guiada: pensar en unas vacaciones, deporte favorito, un juego o actividad agradable
Adolescentes:
Escuchar música con auriculares
Decidir si prefieren estar acompañados o solos
Técnicas de relajación o respiración
Humor, conversación ligera o ver un video
Usar el móvil para ver una serie, película o jugar
Algunos niños mayores desean ver el procedimiento; otros prefieren no mirar. Pregunta qué prefiere tu hijo.
Durante el procedimiento
En bebés, es útil mantenerlos envueltos (sólo exponer la zona a tratar) para brindarles seguridad.
Permite que el niño elija si quiere estar acostado o sentado, si el procedimiento lo permite.
Los niños pequeños pueden sentarse en tus piernas o estar abrazados. Los mayores tal vez prefieran estar solos.
¿Qué decir y hacer?
Quédate con tu hijo. Si no puedes, pide que lo acompañe alguien de confianza.
Tócalo suavemente o abrázalo, según lo que necesite.
Recuerda la técnica de distracción elegida, por ejemplo: “Cuéntame más sobre tu lugar favorito” o “Concéntrate en tu respiración”.
Usa una voz tranquila. Evita hablar sobre el procedimiento en sí o cuánto falta para que termine.
Si llora, dile que está bien sentirse así.
Elogia su esfuerzo, incluso si estuvo nervioso: “Lo hiciste muy bien con la respiración”, “Fuiste muy valiente”.
Después del procedimiento
Quédate con tu hijo hasta que se calme. En bebés, puedes ofrecer brazos o una toma.
Hablen sobre lo que hizo bien, aunque haya estado asustado. Reconocer sus logros ayuda a reforzar la confianza, por ejemplo:“Estoy orgulloso de cómo respiraste profundo”.
Puntos clave a recordar
Sé honesto al responder si el procedimiento va a doler, sin alarmar.
El uso de medicamentos, distracción, respiración o relajación ayuda a reducir el malestar.
Trata de acompañar a tu hijo durante el procedimiento o asegúrate de que alguien cercano lo haga.
Practiquen juntos las técnicas de distracción antes de la cita médica.
Para más información
Consulta con tu pediatra o el personal médico encargado del procedimiento.
Solicita apoyo psicológico o terapia lúdica en el hospital si tu hijo está muy ansioso.
Pregunta si hay recursos visuales, cuentos o aplicaciones para preparar a los niños.
Preguntas frecuentes
¿Qué podemos hacer si mi hijo se angustia mucho durante el procedimiento?
En la mayoría de los casos, el procedimiento puede posponerse hasta que el niño esté más tranquilo. En situaciones urgentes, el equipo médico tomará todas las medidas necesarias para minimizar el malestar y el miedo. Muchos niños, al terminar, comentan que el procedimiento fue menos doloroso de lo que esperaban.
¿Es segura la solución de sacarosa para mi bebé?
Sí. La solución de sacarosa utilizada en contextos médicos es preparada en condiciones estériles, sin contacto con productos animales o alimentarios. Se considera muy segura y eficaz para aliviar el dolor en bebés durante procedimientos breves.

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