Cuello del fémur
- EmergenciasUNO
- 6 ago
- 3 Min. de lectura
MANUAL DE PEDIATRÍA
Las fracturas del cuello del fémur (NOF, por sus siglas en inglés) son poco frecuentes en pediatría, pero pueden tener consecuencias graves si no se manejan adecuadamente.
Suelen ser el resultado de traumatismos de alta energía (por ejemplo, caídas desde altura o accidentes de tránsito).
Requieren evaluación ortopédica urgente y tratamiento quirúrgico precoz en la mayoría de los casos.
¿Cómo se clasifican?
Se clasifican según la clasificación de Delbet, basada en la ubicación de la fractura:
Tipo Delbet | Frecuencia | Descripción |
Tipo I | ~5% | Fractura transfisiaria (a través de la placa de crecimiento) |
Tipo II | ~50% (más común) | Fractura transcervical (en el centro del cuello femoral) |
Tipo III | 25–30% | Fractura cervicotrocantérica (en la base del cuello femoral) |
Tipo IV | ~15% | Fractura intertrocantérica (entre los trocánteres mayor y menor) |
¿Qué tan comunes son y cómo ocurren?
Estas fracturas representan menos del 1% de todas las fracturas pediátricas.
En general, se deben a lesiones de alta energía (accidente vehicular, caída desde altura).
En casos excepcionales, pueden aparecer tras traumatismos de baja energía si existe una fractura patológica subyacente.
¿Cómo se presentan clínicamente?
Dolor en cadera o muslo
Incapacidad para apoyar peso en la extremidad afectada
Acortamiento y rotación externa de la pierna
¿Qué estudios de imagen deben solicitarse?
Radiografía anteroposterior (AP) de pelvis
Radiografías AP y lateral del fémur afectado
¿Cómo se ve en la radiografía?
La imagen radiológica dependerá del tipo de fractura (ver clasificación de Delbet).
Un ejemplo típico es la fractura Delbet tipo III, que muestra una línea de fractura en la base del cuello femoral.
¿Cuándo se requiere reducción (quirúrgica o no quirúrgica)?
Todas las fracturas desplazadas requieren reducción.
La reducción se realiza en quirófano.
Toda fractura del cuello femoral debe estabilizarse quirúrgicamente.
La técnica dependerá de la edad del paciente y del patrón de la fractura.
¿Debo derivar al equipo de ortopedia de forma inmediata?
Sí.Toda fractura del cuello femoral en pediatría requiere evaluación ortopédica urgente.
¿Cuál es el manejo habitual en urgencias?
Evaluar al paciente siguiendo los principios de ATLS si el mecanismo fue de alta energía
Administrar analgesia eficaz
Realizar radiografías correspondientes
Derivar de inmediato a ortopedia para planificación quirúrgica
¿Qué seguimiento se requiere?
El seguimiento postoperatorio será coordinado por el servicio de ortopedia, e incluirá:
Controles clínicos y radiológicos periódicos
Monitoreo de complicaciones como necrosis avascular o alteraciones en el crecimiento
¿Qué consejos debo dar a los padres?
El niño será hospitalizado para tratamiento quirúrgico por el equipo de ortopedia.
Explicar la seriedad de la lesión y la necesidad de seguimiento prolongado.
Informar sobre los riesgos de complicaciones (ver punto siguiente), aunque con tratamiento adecuado el pronóstico puede ser favorable.
¿Cuáles son las posibles complicaciones asociadas?
Las fracturas del cuello femoral en niños presentan un riesgo elevado de complicaciones, especialmente si hay desplazamiento o tratamiento tardío.
1. Necrosis avascular (NAV) de la cabeza femoral
Complicación más frecuente. Ocurre por interrupción del flujo sanguíneo hacia la cabeza femoral.
Riesgo según tipo de fractura (Delbet):
Tipo I: hasta 100%
Tipo II: hasta 61%
Tipo III: hasta 27%
Tipo IV: hasta 14%
2. Coxa vara
Ángulo cuello-diáfisis <120°
Puede desarrollarse incluso en fracturas no desplazadas o mal reducidas
Hasta 30% de los casos
En casos graves, puede causar alteración en la marcha tipo Trendelenburg
3. Cierre precoz de la fisis (detención del crecimiento)
La placa de crecimiento de la cabeza femoral aporta ~15% del crecimiento del miembro inferior
Puede ocasionar discrepancia de longitud o coxa vara
Incidencia variable (5–65%), asociada a NAV o fijación transfisiaria
4. Condrolisis
Poco frecuente
Asociada a necrosis del cartílago femoral por daño vascular
Puede resultar en rigidez y pérdida funcional
5. Infección
Rara (<1%) después de la fijación quirúrgica
Riesgo bajo si se siguen protocolos quirúrgicos y de profilaxis antibiótica
Conclusión:Las fracturas del cuello del fémur en niños son lesiones graves y poco comunes, que requieren diagnóstico rápido, tratamiento quirúrgico y seguimiento prolongado para prevenir complicaciones mayores. La coordinación entre urgencias y ortopedia es esencial para un buen pronóstico funcional.
Comentarios