MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
El colesteatoma es una condición patológica del oído medio caracterizada por la formación de un pseudotumor benigno compuesto de epitelio escamoso queratinizado. Este artículo académico abordará los aspectos clave de esta patología, incluyendo sus síntomas, signos clínicos, métodos de exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.
Síntomas
Los síntomas del colesteatoma pueden variar en severidad y presentación, pero generalmente incluyen:
Hipoacusia progresiva: La pérdida auditiva es uno de los síntomas más comunes y suele ser unilateral, afectando al oído involucrado[1][5].
Otorrea: Se caracteriza por la presencia de secreciones del oído afectado, que pueden ser acuosas, purulentas, sanguinolentas o serosanguinolentas[1].
Otalgia: Los pacientes pueden experimentar episodios de dolor de oído insidioso y de larga duración[1].
Acúfenos: La presencia de tinnitus o zumbidos en el oído es otro síntoma frecuente[1][5].
Vértigo: Algunos pacientes pueden presentar episodios ocasionales de vértigo, especialmente en casos avanzados[1][8].
Sensación de presión: Puede existir una sensación de ocupación o presión en el conducto auditivo externo[5].
En casos pediátricos, los síntomas más frecuentes son la pérdida de audición y la otorrea recurrente resistente al tratamiento[5].
Signos clínicos
La identificación de signos clínicos es crucial para el diagnóstico del colesteatoma:
Perforación timpánica: Se puede observar una perforación en la membrana timpánica, generalmente en la pars fláccida[2][7].
Masa blanquecina: A través de la perforación, se puede visualizar una masa o material escamoso de color blanquecino[7].
Pólipos o tejido de granulación: La presencia de estos en el conducto auditivo externo puede indicar un colesteatoma subyacente[2].
Signos de inflamación ósea: En algunos casos, se pueden observar signos de erosión o inflamación en las estructuras óseas circundantes[7].
Alteraciones en la cadena osicular: Puede haber desplazamiento o daño en los huesecillos del oído medio[2].
Exploración
La exploración del colesteatoma implica varios pasos:
Otoscopia: Es el primer y más importante paso en la exploración. Se utiliza un otoscopio para examinar detenidamente el oído, buscando anomalías en la membrana timpánica o en el canal auditivo[3][7].
Examen microscópico: Se realiza una exploración cuidadosa bajo microscopio binocular, iniciando con el conducto auditivo externo y observando sistemáticamente la membrana timpánica[2].
Prueba de fístula: En pacientes con síntomas vestibulares, se debe realizar un examen para detectar fístulas perilinfáticas utilizando un diapasón de 512 Hz[2].
Pruebas Diagnósticas
Para confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión del colesteatoma, se utilizan las siguientes pruebas:
Audiometría: Se realiza para evaluar la capacidad auditiva y determinar el grado de pérdida auditiva[3].
Tomografía Computarizada (TC): Es la prueba de imagen más útil para confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión de la enfermedad. Proporciona imágenes detalladas del oído medio y la mastoides[2][3][7].
Resonancia Magnética (RM): Se utiliza en casos más complejos o para evaluar posibles complicaciones intracraneales[3][7].
Cultivo de secreción: Si hay presencia de otorrea, se realiza un cultivo para identificar el tipo de infección y seleccionar el tratamiento antibiótico adecuado[3].
Manejo en Emergencias
Aunque el colesteatoma generalmente no requiere manejo de emergencia, pueden surgir complicaciones que necesiten atención inmediata:
Control de la infección: En casos de infección aguda, se debe realizar una limpieza cuidadosa del oído y administrar antibióticos orales y tópicos[4].
Manejo del dolor: Se debe proporcionar analgesia adecuada para controlar el dolor asociado[4].
Evaluación de complicaciones: En casos de sospecha de complicaciones como meningitis, absceso cerebral o laberintitis, se debe realizar una evaluación neurológica completa y considerar estudios de imagen urgentes[6].
Derivación a especialista: Los pacientes con sospecha de colesteatoma deben ser remitidos a un otorrinolaringólogo para una evaluación completa y planificación del tratamiento definitivo[7].
El manejo definitivo del colesteatoma es quirúrgico, con el objetivo de extirpar el pseudotumor y reparar los daños causados[9]. Sin embargo, el tratamiento de emergencia se centra en estabilizar al paciente y prevenir complicaciones hasta que se pueda realizar una intervención quirúrgica planificada.
Citas
[2] https://www.analesderadiologiamexico.com/previos/ARM 2007 Vol. 6/ARM_07_06_1_Enero-Marzo/arm_07_06_1_071-077.pdf
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