MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La colecistitis aguda es una condición inflamatoria de la vesícula biliar que requiere atención médica inmediata. Este artículo académico abordará los aspectos clave de esta patología, incluyendo sus síntomas, signos clínicos, exploración, pruebas diagnósticas y manejo en el servicio de emergencias.
Síntomas
La colecistitis aguda se caracteriza principalmente por dolor abdominal intenso y persistente, localizado en el cuadrante superior derecho o en la región central superior del abdomen[1][2]. Este dolor suele durar más de 6 horas y puede irradiarse hacia el hombro derecho o la espalda[2]. Otros síntomas comunes incluyen:
Náuseas y vómitos
Fiebre
Anorexia
General de Malestar
Es importante destacar que en adultos mayores, los síntomas pueden ser inespecíficos, manifestándose como anorexia, vómitos, malestar general o debilidad[1].
Signos clínicos
Los signos clínicos más relevantes en la colecistitis aguda son:
Signo de Murphy positivo: dolor a la palpación en el área subcostal derecha durante la inspiración profunda[1][4]
Hipersensibilidad y resistencia muscular en el cuadrante superior derecho del abdomen[1][4]
Fibra, generalmente de bajo grado.
Taquicardia
En casos avanzados, puede presentarse ictericia[2]
Exploración
La exploración física del paciente con sospecha de colecistitis aguda debe incluir:
Evaluación del estado general y signos vitales
Palpación abdominal, con especial atención al cuadrante superior derecho.
Búsqueda del signo de Murphy
Evaluación de signos de irritación peritoneal
Inspección de piel y mucosas en busca de ictericia
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico de la colecistitis aguda se basa en una combinación de hallazgos clínicos, de laboratorio e imagenológicos:
Estudios de laboratorio:
Hemograma completo: suele mostrar leucocitosis (12.000-15.000 células/mm³) con desviación izquierda[4]
Pruebas de función hepática: pueden mostrar elevaciones de niveles de bilirrubina, fosfatasa alcalina y transaminasas[1][4]
Proteína C reactiva y velocidad de sedimentación globular elevadas[4]
Estudios de imagen:
Ecografía abdominal: es el examen de elección inicial, con alta sensibilidad y especificidad[1][4]. Los hallazgos sugestivos incluyen:
Signo de Murphy sonográfico
Distensión vesicular (longitud >8 cm y/o ancho >4 cm)
Engrosamiento de la pared vesicular (>3 mm)
Presencia de cálculos biliares
Colecciones líquidas perivesiculares
Tomografía computarizada (TC): útil para evaluar complicaciones y determinar la causa y nivel de obstrucción[4]
Gammagrafía hepatobiliar (HIDA): puede ser útil en casos dudosos[1]
Manejo de emergencias
El manejo inicial de la colecistitis aguda en el servicio de emergencias incluye:
Estabilización del paciente:
Administración de líquidos intravenosos
Corrección de desequilibrios electrolíticos
Control del dolor:
Analgésicos como antiinflamatorios no esteroideos (ketorolaco) u opioides[1]
Antibióticoterapia empírica:
Cobertura para microorganismos entéricos gramnegativos.
Regímenes comunes: ceftriaxona más metronidazol, piperacilina/tazobactam o ticarcilina/clavulanato[1]
Nada por vía oral y aspiración nasogástrica si hay vómitos o íleo[1]
Evaluación quirúrgica:
La colecistectomía temprana (dentro de las primeras 24-48 horas) es preferible en pacientes con diagnóstico certero y bajo riesgo quirúrgico[1]
En pacientes de alto riesgo, puede considerarse la colecistostomía percutánea como alternativa temporal[1]
Monitorización continua de signos vitales y evolución clínica.
Citas:
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