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Cetoacidosis alcohólica

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

Actualizado: 13 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



La cetoacidosis alcohólica (CAA) es una complicación metabólica grave asociada al consumo excesivo de alcohol y la inanición. Este trastorno se caracteriza por una acidosis metabólica con brecha aniónica elevada, hipercetonemia y ausencia de hiperglucemia significativa[1][3]. A continuación, se presenta un análisis detallado de los aspectos clave de la CAA:


Síntomas


Los síntomas de la CAA suelen desarrollarse tras un período de consumo intenso de alcohol seguido por una reducción abrupta o cese de la ingesta, acompañado de disminución en la alimentación. Los pacientes típicamente presentan:


  • Náuseas y vómitos persistentes

  • Dolor abdominal intenso

  • Sed excesiva

  • Fatiga y debilidad generalizada

  • Confusión o alteración del estado mental

  • Anorexia[1][2]


Signos clínicos


La exploración física de un paciente con CAA puede revelar:


  • Taquicardia

  • Taquipnea con respiración de Kussmaul (rápida y profunda)

  • Hipotensión, indicativa de deshidratación

  • Dolor a la palpación abdominal

  • Signos de desnutrición

  • Aliento cetónico

  • Alteración del nivel de conciencia, que puede variar desde agitación hasta estupor[1][3]


Exploración


Durante la evaluación del paciente, es crucial realizar:


  • Evaluación del estado de hidratación

  • Examen neurológico completo

  • Evaluación del estado mental

  • Exploración abdominal detallada para descartar otras patologías

  • Búsqueda de signos de traumatismo o infección[3][5]


Pruebas diagnósticas


El diagnóstico de la CAA se basa en la historia clínica, la exploración física y los hallazgos de laboratorio. Las pruebas diagnósticas esenciales incluyen:


  • Gasometría arterial: muestra acidosis metabólica con brecha aniónica elevada

  • Electrolitos séricos, incluyendo magnesio

  • Glucemia: normal o ligeramente elevada

  • Cetonas en sangre y orina: elevadas

  • Función renal: urea y creatinina

  • Hemograma completo

  • Amilasa y lipasa: para descartar pancreatitis

  • Osmolalidad plasmática

  • Niveles de alcohol en sangre: generalmente bajos o indetectables

  • Hemoglobina A1C: para descartar diabetes subyacente[1][3][4]


Manejo en Emergencias


El tratamiento de la CAA en el servicio de urgencias debe ser inmediato y enfocado en corregir los desequilibrios metabólicos:


  1. Administración de tiamina (vitamina B1) por vía intravenosa para prevenir la encefalopatía de Wernicke o la psicosis de Korsakoff[3][4].

  2. Reposición de líquidos: infusión de solución salina al 0.9% para corregir la deshidratación y mejorar la perfusión tisular[1][3].

  3. Administración de glucosa: infusión de dextrosa para prevenir o tratar la hipoglucemia y reducir la cetogénesis[3][4].

  4. Corrección de electrolitos: especial atención a la hipopotasemia e hipofosfatemia, que son comunes en la CAA[1][5].

  5. Monitorización estrecha de los signos vitales, el estado mental y los parámetros de laboratorio[3].

  6. Tratamiento de complicaciones asociadas, como pancreatitis o infecciones[5].

  7. Consideración de la profilaxis para el síndrome de abstinencia alcohólica en pacientes con riesgo[3].


El manejo adecuado y oportuno de la CAA es crucial para prevenir complicaciones graves y potencialmente mortales. Es fundamental que los profesionales de la salud en los servicios de urgencias estén familiarizados con esta entidad para garantizar un diagnóstico precoz y un tratamiento efectivo.


Citas



 
 
 

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