MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La cetoacidosis alcohólica (CAA) es una complicación metabólica grave asociada al consumo excesivo de alcohol y la inanición. Este trastorno se caracteriza por una acidosis metabólica con brecha aniónica elevada, hipercetonemia y ausencia de hiperglucemia significativa[1][3]. A continuación, se presenta un análisis detallado de los aspectos clave de la CAA:
Síntomas
Los síntomas de la CAA suelen desarrollarse tras un período de consumo intenso de alcohol seguido por una reducción abrupta o cese de la ingesta, acompañado de disminución en la alimentación. Los pacientes típicamente presentan:
Náuseas y vómitos persistentes
Dolor abdominal intenso
Sed excesiva
Fatiga y debilidad generalizada
Confusión o alteración del estado mental
Anorexia[1][2]
Signos clínicos
La exploración física de un paciente con CAA puede revelar:
Taquicardia
Taquipnea con respiración de Kussmaul (rápida y profunda)
Hipotensión, indicativa de deshidratación
Dolor a la palpación abdominal
Signos de desnutrición
Aliento cetónico
Alteración del nivel de conciencia, que puede variar desde agitación hasta estupor[1][3]
Exploración
Durante la evaluación del paciente, es crucial realizar:
Evaluación del estado de hidratación
Examen neurológico completo
Evaluación del estado mental
Exploración abdominal detallada para descartar otras patologías
Búsqueda de signos de traumatismo o infección[3][5]
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico de la CAA se basa en la historia clínica, la exploración física y los hallazgos de laboratorio. Las pruebas diagnósticas esenciales incluyen:
Gasometría arterial: muestra acidosis metabólica con brecha aniónica elevada
Electrolitos séricos, incluyendo magnesio
Glucemia: normal o ligeramente elevada
Cetonas en sangre y orina: elevadas
Función renal: urea y creatinina
Hemograma completo
Amilasa y lipasa: para descartar pancreatitis
Osmolalidad plasmática
Niveles de alcohol en sangre: generalmente bajos o indetectables
Hemoglobina A1C: para descartar diabetes subyacente[1][3][4]
Manejo en Emergencias
El tratamiento de la CAA en el servicio de urgencias debe ser inmediato y enfocado en corregir los desequilibrios metabólicos:
Administración de tiamina (vitamina B1) por vía intravenosa para prevenir la encefalopatía de Wernicke o la psicosis de Korsakoff[3][4].
Reposición de líquidos: infusión de solución salina al 0.9% para corregir la deshidratación y mejorar la perfusión tisular[1][3].
Administración de glucosa: infusión de dextrosa para prevenir o tratar la hipoglucemia y reducir la cetogénesis[3][4].
Corrección de electrolitos: especial atención a la hipopotasemia e hipofosfatemia, que son comunes en la CAA[1][5].
Monitorización estrecha de los signos vitales, el estado mental y los parámetros de laboratorio[3].
Tratamiento de complicaciones asociadas, como pancreatitis o infecciones[5].
Consideración de la profilaxis para el síndrome de abstinencia alcohólica en pacientes con riesgo[3].
El manejo adecuado y oportuno de la CAA es crucial para prevenir complicaciones graves y potencialmente mortales. Es fundamental que los profesionales de la salud en los servicios de urgencias estén familiarizados con esta entidad para garantizar un diagnóstico precoz y un tratamiento efectivo.
Citas
[2] https://www.merckmanuals.com/es-us/hogar/breve-información-trastornos-hormonales-y-metabólicos/diabetes-mellitus-y-otros-trastornos-del-metabolismo-de-la-glucosa-sanguínea/cetoacidosis-alcohólica
[3] https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-hormonales-y-metabólicos/diabetes-mellitus-y-otros-trastornos-del-metabolismo-de-la-glucosa-sanguínea/cetoacidosis-alcohólica
[4] https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-endocrinológicos-y-metabólicos/diabetes-mellitus-y-trastornos-del-metabolismo-de-los-hidratos-de-carbono/cetoacidosis-alcohólica
[6]https://static.elsevier.es/multimedia/00257753/0000015800000008/v1_202205040934/S002577532100436X/v1_202205040934/es/main.pdf?idApp=UINPBA00004N&text.app=https
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