Cansancio/Fatiga en adultos
- EmergenciasUNO
- 26 ago 2024
- 4 Min. de lectura
MANUAL DE EMERGENCIAS 2024
Manejo del Cansancio/Fatiga en adultos
Evaluación inicial y diagnóstico:
Historia clínica completa: Preguntar qué significa para la persona el cansancio o fatiga, indagar sobre la duración, severidad, factores precipitantes y su impacto en las actividades diarias.
Calidad del sueño: Evaluar el patrón y la calidad del sueño, indagar sobre posibles trastornos como apnea del sueño, síndrome de piernas inquietas, insomnio, o ronquidos, y si el cansancio se agrava tras una noche de sueño.
Factores psicosociales: Preguntar sobre eventos estresantes, calidad de las relaciones personales, consumo de alcohol, drogas recreativas, y el impacto de la fatiga en el trabajo o la vida social.
Evaluar comorbilidades: Condiciones crónicas como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), insuficiencia renal crónica, diabetes o enfermedad cardiovascular pueden contribuir a la fatiga.
Identificación de síntomas específicos o red flags:
Cansancio que empeora por la mañana: Puede sugerir depresión, mientras que el cansancio asociado a la actividad física podría ser indicativo de insuficiencia cardíaca o pulmonar.
Pérdida de peso no intencionada, fiebre, sudores nocturnos o linfadenopatía: Sugieren posibles causas graves, como neoplasias o infecciones.
Dolor muscular o articular: Podría indicar enfermedades inflamatorias, como artritis reumatoide o polimialgia reumática.
Investigaciones recomendadas:
Pruebas de laboratorio: Si no hay una causa obvia, realizar análisis de sangre y orina para investigar posibles causas subyacentes, como anemia, infecciones, enfermedades tiroideas, diabetes, insuficiencia renal o hepática.
Pruebas adicionales: Considerar pruebas como vitamina D, B12 y folatos, monospot para mononucleosis, pruebas para VIH y hepatitis, o cortisol matutino si se sospecha insuficiencia suprarrenal.
Manejo en atención primaria:
Tratar causas subyacentes: Abordar condiciones identificadas como anemia, diabetes, o infecciones que puedan estar causando la fatiga.
Asesoramiento: Explicar la relación entre factores físicos y psicosociales, proporcionando una explicación clara y tranquilizadora del cansancio.
Manejo del estrés, ansiedad y depresión: Brindar apoyo para condiciones asociadas con la fatiga, como trastornos de salud mental. Considerar la derivación a servicios de salud mental si es necesario.
Mejoras en la higiene del sueño: Recomendar prácticas saludables de sueño, como evitar el exceso de sueño durante el día y reducir las siestas.
Consejos sobre estilo de vida: Fomentar la actividad física moderada, el manejo del tiempo de descanso y las técnicas de relajación. Asesorar sobre una dieta equilibrada.
Derivación a especialistas:
Causas físicas sospechadas o confirmadas: Si se identifica una condición que no puede ser manejada en atención primaria, como insuficiencia cardíaca avanzada o insuficiencia renal, se debe derivar al paciente a un especialista.
Síndrome de fatiga crónica (SFC): Si los criterios diagnósticos de SFC se cumplen y los síntomas persisten por más de 3 meses, se debe remitir al paciente a un servicio especializado.
Cansancio persistente inexplicado: Si no se identifica una causa clara y el paciente requiere una segunda opinión o una evaluación más exhaustiva, considerar la derivación a un especialista.
Diagnóstico
Evaluación clínica del cansancio o fatiga:
Historial médico completo: Preguntar sobre la naturaleza del cansancio (mental, físico o ambos), duración, severidad, patrones de sueño, calidad del descanso y factores que lo agravan o alivian.
Impacto en la vida diaria: Evaluar cómo afecta el cansancio las actividades cotidianas, la vida familiar, el trabajo y las relaciones sociales.
Examen físico: Realizar un examen físico que incluya un examen neurológico, evaluación del estado mental y búsqueda de signos clínicos que indiquen enfermedades subyacentes graves.
Diagnóstico del síndrome de fatiga crónica (SFC):
Se debe sospechar SFC si la persona presenta fatiga persistente por al menos 6 semanas que:
No se alivia con el descanso.
Está asociada con malestar post-esfuerzo (el empeoramiento de los síntomas ocurre horas o días después de la actividad física).
Se acompaña de trastornos del sueño, alteraciones cognitivas y dolor crónico.
La fatiga en el SFC no es explicada por otra enfermedad y causa una reducción significativa de las actividades diarias.
Diagnóstico Diferencial
Causas fisiológicas: Falta de sueño adecuado, embarazo, lactancia o ejercicio físico excesivo.
Causas físicas: Condiciones médicas como anemia, diabetes, insuficiencia renal, cáncer, enfermedades tiroideas o infecciones crónicas.
Causas psicológicas: Estrés, ansiedad, depresión, trauma psicológico o abuso de sustancias.
Red flags: Pérdida de peso significativa, fiebre, sudores nocturnos, o linfadenopatía persistente que sugieran infecciones graves o cánceres, requieren investigaciones adicionales y, posiblemente, derivación urgente.
Definición
El cansancio o fatiga no tiene una definición universal, pero en términos generales, se refiere a una sensación de agotamiento físico, mental o ambos, que puede no aliviarse con el descanso.
La fatiga crónica (SFC) se define como fatiga debilitante persistente o recurrente que no es causada por otra condición médica diagnosticable, no es resultado de un esfuerzo excesivo, no se alivia con descanso y causa una disminución significativa de la actividad diaria.
Síndrome de fatiga crónica (SFC): Es una condición médica caracterizada por fatiga debilitante que no se alivia con el descanso y se acompaña de otros síntomas como dolor, problemas cognitivos y malestar post-esfuerzo. La causa exacta del SFC es desconocida, y su diagnóstico se basa en la exclusión de otras causas de fatiga.
Causas
La fatiga puede ser causada por una variedad de factores, incluidos:
Causas fisiológicas: Como falta de sueño adecuado, ejercicio excesivo o situaciones de la vida diaria que causan agotamiento.
Causas físicas: Enfermedades subyacentes como anemia, diabetes, insuficiencia renal o cáncer pueden ser la causa del cansancio crónico.
Causas psicológicas: La ansiedad, el estrés, la depresión y los eventos traumáticos pueden provocar una sensación de fatiga persistente.
Prevalencia
El cansancio o fatiga es una de las quejas más frecuentes en la atención primaria. Estudios poblacionales muestran que entre el 10% y el 18% de los adultos reportan fatiga persistente. La prevalencia de fatiga es más alta en mujeres, personas con mayor índice de masa corporal (IMC), y aquellas de menor nivel socioeconómico.
Complicaciones
El cansancio o fatiga puede tener complicaciones significativas en la vida de una persona:
Impacto en la vida laboral y social: Puede llevar a una reducción en la productividad laboral y afectar las relaciones personales.
Problemas de salud mental: El cansancio crónico puede aumentar el riesgo de ansiedad y depresión.
Riesgo de mortalidad: Estudios han mostrado que las personas con altos niveles de fatiga tienen un mayor riesgo de mortalidad, especialmente por causas cardiovasculares.
Pronóstico
La fatiga generalmente es autolimitada y mejora con el tiempo. En casos de fatiga crónica o síndrome de fatiga crónica, el pronóstico varía. Algunas personas logran recuperarse o experimentar largos períodos de remisión, mientras que otras deben aprender a manejar la enfermedad a largo plazo. El pronóstico es peor en personas con múltiples síntomas o comorbilidades como dolor crónico o trastornos de salud mental.
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