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Calambres en las Piernas


MANUAL DE EMERGENCIAS 2024



Manejo de los Calambres en las Piernas


  1. Medidas de autocuidado:


    • Reasignación: Explicar al paciente que los calambres idiopáticos en las piernas son comunes, no tienen una causa subyacente grave y pueden resolverse espontáneamente. Aunque los episodios de calambres pueden ser dolorosos, en la mayoría de los casos no tienen consecuencias graves.


    • Estiramiento y masaje: Durante un episodio de calambre, se debe aconsejar al paciente estirar y masajear el músculo afectado. Por ejemplo, para los calambres en la pantorrilla, se recomienda enderezar la pierna y dorsiflexionar el tobillo (apuntar los dedos hacia arriba). El estiramiento pasivo puede aliviar el dolor y acortar la duración del episodio.


    • Prevención mediante estiramientos: Aconsejar realizar ejercicios de estiramiento de los músculos propensos a los calambres (principalmente las pantorrillas) tres veces al día. Aunque no existe evidencia sólida de que los estiramientos prevengan los calambres, pueden ser útiles para algunas personas. El estiramiento regular puede ayudar a reducir la frecuencia y gravedad de los calambres nocturnos.


    • Consejos para dormir: Evitar que los pies apunten hacia abajo mientras se duerme, lo cual puede predisponer a los calambres. Sugerir al paciente colocar una almohada bajo los pies o dejar que cuelguen fuera de la cama si duermen boca abajo. Mantener las sábanas sueltas también puede ayudar a prevenir la tensión en los músculos de las piernas.


    • Analgésicos post-calambre: En caso de que los músculos permanezcan sensibles después de un episodio, se pueden utilizar analgésicos de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno. Dado que la mayoría de los calambres son de corta duración, no se recomienda el uso de analgésicos durante el episodio.


  2. Tratamiento farmacológico:


    • Quinina: El uso de quinina generalmente no se recomienda debido a su bajo beneficio en comparación con los riesgos. Sin embargo, en casos excepcionales donde los calambres son muy frecuentes, intensos y afectan significativamente la calidad de vida del paciente, y cuando las medidas de autocuidado han fallado, se puede considerar un tratamiento de prueba con quinina. Se sugiere una dosis de 200-300 mg antes de dormir durante un periodo de 4 semanas. Si no se observa beneficio después de este tiempo, se debe suspender el tratamiento.


      • Si se observa beneficio, continuar con el tratamiento durante 3 meses y luego intentar suspenderlo para evaluar la necesidad de tratamiento adicional. El tratamiento debe revisarse cada 3 meses si se continúa, y siempre se debe advertir al paciente sobre los posibles efectos secundarios, como la trombocitopenia (disminución del número de plaquetas), que puede manifestarse con hematomas o sangrado inexplicable.


    • Se debe advertir al paciente que no exceda la dosis recomendada, ya que la sobredosis de quinina puede provocar efectos adversos graves, incluyendo problemas cardíacos y visuales irreversibles.


  3. Referencias y hospitalización:


    • Hospitalización: En casos raros, si los calambres son severos y se acompañan de síntomas preocupantes como anuria (ausencia de producción de orina), alteración del estado de conciencia, fiebre extrema (hipertermia o hipotermia), o signos de enfermedad sistémica, se debe considerar la hospitalización inmediata.


    • Derivación a especialistas: Se debe derivar al paciente a un especialista, como un neurólogo o reumatólogo, si se sospecha una causa subyacente que no puede ser manejada en atención primaria. También se debe considerar la derivación si el tratamiento en atención primaria falla y los síntomas están afectando significativamente la calidad de vida del paciente.


Diagnóstico


  1. Evaluación clínica:


    • Los calambres idiopáticos en las piernas se diagnostican principalmente a través de la historia clínica y el examen físico. No se requieren pruebas diagnósticas adicionales si los calambres tienen características típicas (por ejemplo, dolor agudo, de corta duración y localizado en la pantorrilla o pie, con buena respuesta a los estiramientos).


    • Características típicas de los calambres idiopáticos incluyen:


      • Dolor intenso repentino en la pantorrilla o el pie (rara vez en el muslo), que ocurre principalmente durante la noche o en reposo.

      • Contracciones musculares visibles o palpables.

      • Dolor que dura entre segundos y hasta 10 minutos.

      • Afectación de un solo músculo o parte de un músculo, con síntomas unilaterales.

      • Respuesta favorable a los estiramientos pasivos y activos.

      • No hay hallazgos anormales en el examen físico.

      • Disrupción del sueño debido a los calambres.


  2. Evaluación para causas subyacentes:


    • Si los calambres tienen características atípicas (por ejemplo, dolor prolongado, afectación de múltiples músculos, o síntomas neurológicos como debilidad o pérdida de sensibilidad), se debe realizar una evaluación más exhaustiva. Esto puede incluir análisis de sangre (para evaluar electrolitos, función tiroidea, niveles de glucosa, etc.), estudios vasculares (en caso de sospecha de claudicación) o estudios de imagen (como resonancia magnética de la columna lumbar para evaluar compresión de raíces nerviosas).


Diagnóstico Diferencial


  1. Condiciones que pueden imitar los calambres en las piernas:


    • Distonía: Contracciones musculares involuntarias que causan movimientos anormales y no mejoran con estiramientos.

    • Mioclonías: Sacudidas musculares repentinas e involuntarias, que ocurren sin dolor.

    • Tetania y tétanos: Rigidez y espasmos musculares prolongados.

    • Neuropatía periférica: Dolor neuropático, entumecimiento o sensación de hormigueo en las piernas, a menudo acompañado de debilidad muscular.

    • Claudicación: Dolor en las piernas que aparece al caminar y mejora con el descanso. Esto se asocia con enfermedades vasculares periféricas.

    • Síndrome de piernas inquietas: Sensaciones incómodas en las piernas, como ardor o cosquilleo, que generan un deseo irresistible de moverlas.

    • Trombosis venosa profunda: Dolor en la pierna acompañado de hinchazón, enrojecimiento y calor en la extremidad afectada.


Definición


Un calambre en la pierna es una contracción muscular súbita, involuntaria y dolorosa, que generalmente afecta los músculos de la pantorrilla posterior, aunque también puede involucrar el pie o el muslo. Los calambres suelen durar entre segundos y varios minutos, y desaparecen espontáneamente.


Sin embargo, el dolor y la sensibilidad pueden persistir durante varias horas después del episodio. Los calambres nocturnos son los más comunes, pero algunas personas también pueden experimentarlos durante el día, especialmente si hay una causa neuromuscular o sistémica subyacente.

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